Princesa.

29

Harry

Mi padre había muerto, los Reyes que estaban presentes empezaron a gritar lo que se acostumbraba cuando el Rey de un país fallecía. Mi corazón se partió en pedazos pero tenía que ser fuerte. Mi reinado había llegado.

H: - mire a Kath- somos Reyes
K: lo se -dijo con voz ahogada- ¿estas...?
H: lo estoy -apreté su mano-

Todos los Reyes se quedaron callados esperando alguna palabra mía, no sabía que decir o hacer.

H: Reyes... amigos... familia -inhale aire- el Reino de mi querido padre ha llegado a su fin, empieza el mío con cambios y nuevos pactos pero con la mejor acompañante que podría pedir -la mire- Ma femme et reine du Pays de Galles, la mejor persona que alguien podría pedir... ¡por la Reina Katherine!

Empezaron a gritar, Katherine sonrio y agradeció por cada uno de los halagos que recibía. Después de todo pedimos tiempos a solas, el aire se relajó pero se quedó tristeza y los sollozos de mi madre.

H: madre -me acerqué a ella- ¿que haremos con mi papá?
L: es peligroso sacarlo -suspiro-
H: unas personas se pueden encargar del cuerpo, ponerlo en una caja y directamente enterrarlo -explico- no podemos que contagie alguien más
L: tienes razón -sonrio- arreglare todo y después a descontaminar todo
H: nosotros podemos mandar a que descontamienen ya que quiero traer a mi hija de inmediato
L: todo estará perfecto para mi nieta
-nos abrazo- perdón por ser tan terca
K: no hay problema -rio-
H: si madre -la abrazo- desde ahora somos una familia más pequeña que pronto crecerá -mire a Kath-
K: si -se sonrojo-

Después de apoyar a mi madre y abrazarla salió para dar las últimas órdenes de reina. Me acerqué por detrás a Kath ya que se habia quedado mirando la llovizna en el ventanal. Dio un brinquito de susto.

H: ¿estas bien? -susurre en su oido-
K: no -suspiro- no se como eres tan fuerte con todo esto
H: por ti, por Charlotte, por nuestro Reino -le di vuelta y la estreche entre mis brazos- no puedo creer que mi padre este muerto pero debo de llevarlo con tranquilidad todo para lo que nos conlleva desde ahora en adelante
K: eres tan fuerte -lloro en mi pecho- no debería estar así pero Henry fue una gran persona Harry
H: lo se amor -se me cayeron algunas lagrimas- fue un ejemplo fantástico

Deje que Kath sacará todo, tardó algunos minutos hasta que acabo, le di un pañuelo y se limpió la nariz. Me sonrio. La bese ya que necesitaba algo para alegrar mi corazón. Necesitaba a mi pequeña princesa. Necesitaba a mi padre.

N: ¿Harry? -se acercó a nosotros-
H: ¿que pasó mi joven amigo? -pase un brazo por sus hombros-
N: ¿aviso que se encarguen de la limpieza del sótano y de cualquier lugar donde estuvo su padre?
H: sería una gran ayuda -sonrei- después que me asegure que está todo limpio traeré a mi hija.
N: muy bien -sonrio- en un momento regreso.

Se retiro con un paso sencillo pero lleno de elegancia, me sente y Kath se sentó en mis piernas. Milagro que su vestido no era tan amplio.

H: ¿ya te sientes mejor? -inhale el aroma vainilla-
K: si -beso mi frente- no puedo creer que seamos Reyes...
H: ni yo, no pensé que llegaría tan rápido -la mire- ¿estas preparada?
K: lo estoy -sonrio- sólo tengo miedo
H: ¿miedo? ¿de que? -pregunte con curiosidad-
K: de no... -me miro- de no traer al heredero, ahora creo que de mayor importancia
H: para mi no -sonrei- esperemos un año más o espero tener autocontrol contigo
K: espero yo también eso.

Nos quedamos acurrucados escuchando la lluvia, su olor a vainilla era un tranquilizante, Niall llego avisando que estaba limpio donde estuvo mi padre. Encargué a Kath con Niall para inspeccionar todo.

Camine por los largos pasillos que me acunaron durante 23 años, mi padre se la pasó conmigo todos esos años. Era cierto cada rincón olía a producto químico y las ventanas totalmente abiertas.

H: ¿doctor? -toque su hombro-
D: ¿que pasó su Majestad? -dijo con un poco de dificultes por el acento aleman-
H: ¿el lugar es seguro para mi pequeña hija? -mire la habitacion-
D: no puedo asegurar eso -expreso- tengo una idea, esta área del Castillo puede ser para los sirvientes y vemos como evoluciona asi no ponemos en peligro a la princesa
H: confío en usted -estrechamos manos-

Regrese a la habitación y se escuchaban varias voces. Ingrese y estaban los antiguos consejales de mi padre. Hicieron una reverencia.

K: Harry -me abrazo- ¿todo bien?
H: muy bien querida -bese su frente- caballeros
Agustin: rey -se inclino- vengo a presentarnos y regalar nuestros servicios si nos necesita
H: es muy amable de su parte -busque con la mirada- Niall será mi mano derecha en todo asunto, con el se tratará, preguntará y se confiara ¿entendido?
Agustin: muy bien -sonrio- iré ha darle algunas ideas al Joven Niall.

Al retirarse para platicar con mi amigo, me dedique abrazar a Kath, seguía con el hueco el corazón y ella me curaba.

K: ¿podemos traer a Charlotte? -dijo entusiasmada-
H: -suspire- mandaré a Niall por ella después que se desocupe pero si hay gente infectada...
K: cosa que no habrá -me interrumpio-
H: pero puede se irán a la casa de campo ¿esta claro?
K: si -beso mi mejilla- ¡gracias, gracias!

Se desocupo Niall, le di instrucciones y fue de inmediato por el encargo que pedí. Subimos a mi recámara que habíamos compartido durante el embarazo de Kath. Los recuerdos nos invadieron a los que sólo sonreimos. Kath entro al baño y yo me acosté en la cama necesitaba un descanso.

No se cuento dormí para decir verdad, sólo sentí las manos de Kath moviendome con emoción o algo... abrí los ojos con dificultad. ¿que pasaba? ¿que?

H: ¿estas bien? ¿que pasa? -me asuste-
K: llego -sonrio- ya llegaron.

Bajamos corriendo, habían carruajes por todos lados que me costó trabajo encontrar ese deseado pedido, observé que ayudaban a bajar a Nial y  a Marie. Mi pequeño bultito venía sano y a salvo. Mi corazón se tranquilizó. Me la dieron y la abrace de inmediato.

H: angelito -sonrei- no puedo estar sin ti jovencita, no más amor, no más.

Me regaló una sonrisa con dos adorables hoyuelos.
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