El Gran Día

11.1K 408 42
                                    

KATHERINE

Los parpados se me abrieron de sopetón por culpa de Marie, me quede unos minutos acostada asimilando el día que había llegado, fuera de mi ventana el cielo estaba con un color gris y después se volvió azul, un lindísimo azul. Me pusieron un vestido demasiado simple, me trajeron el desayuno, estaba demasiada nerviosa para tener interés en comer. Mi padre entro ya cuando había dado la última mordida, nos sonreímos.

K: Padre -me limpie la boca- no se te olvide que hoy debes estar vestido correctamente y presentable

Enrique: -soltó algunas carcajadas- pues no tengo muchas cosas más que hacer cariño, no creo que se me olvide la única cosa que me dejo hacer tu madre.

K: mi madre -- sonreí con melancólica mientras nos sentábamos en la cama -- pensaba que iba hacer ella la que me arreglara, ya sabes... Una tradición pero parece que no seré yo a la que arregle, sino hasta la verdadera princesa de Austria.

Enrique: cariño -- sostuvo mis manos -- tu madre es un poco complicada pero te aseguro que al final vendrá a verte, tiene corazón de pollo pero también la tienes que comprender, es duro para ella saber que todo lo que tenía planeado para ti ya no está y más saber que ya no te veremos por un largo tiempo.

K: ella me obligo hacer eso padre -baje la mirada, no debía llorar- es un día importante y no debo deprimirme ¿no? -se me corto la voz- perdón

Me abrazo mientras mis lágrimas se empapaban con su camisa, mi padre era amoroso, tierno y más comprensible que mi madre, ¿mejor padre que él? nunca en la vida. Tocaron mi puerta y di el paso aproximadamente a 8 personas, increíble, ya era hora.

Marie: ¡Demonios Katherine! -reprocho- ¡mírate los ojos! te dije que no lloraras, eres una necia.

K: Perdón -reí- es inevitable

Marie: en serio Katherine eres... -me fulmino con la mirada- Ahora debemos prepararte, así que Rey por favor

K: Y tú crees que es fácil -me acerque mientras hacia una mueca- Marie no me va a soltar en todo el día.

Se levantó mientras lo acompañaba, asintió pensando que no le había pasado la peor parte de todo este lio. Se inclinó para darme un beso en la frente y luego camino por el largo pasillo. Ingrese de nuevo a mi alcoba donde mi mejor amiga y las otras personas me esperaban ansiosas para empezar con este pequeño teatro. La primera que me hicieron fue sentarme en el baño por horas.

K: Señoritas ¿realmente hace falta todo esto? -refunfuñe-

M: Lo es Kathe, así que calla y déjanos el trabajo sucio

Me daba miedo su cara de psicópata no quería más regaños así que preferí dormitar un poco mientras me ponían mascarillas, pulían y sacaban brillo a cada una de las superficies de mi cuerpo. No se cuento tiempo duro hasta que Luisa entro con un hermoso vestido y una pequeña corona de flores.

Luisa: Harry ya está casi listo -sonrió-

M: ¡mantelo fuera de aquí! -grito- todo debe de estar perfecto Luisa.

Luisa: No creo que se cruce por aquí, estaba platicando con tu hermano Kath -nos miró- ¿necesitas ayuda Marie? Puedo arreglarle el pelo.

M: Claro Lu, así yo la termino de maquillar -le contesto despreocupada- puedes empezar con las trenzas, quiero que estén muy bien tejidas, el velo va aquí, justo debajo -le explico mientras le ilustraba lo que quería de resultado-

Una vez que Luisa termino, recibió los elogios de todas las personas que estaban presentes en ese cuartito, Marie la mando a traer el vestido, me sacaron lista para ponérmelo. Se escuchaban voces en el pasillo pero les reste importancia. Me pusieron de pie ya en mi alcoba, me temblaban los pies ya que cuando abrocho la hilera de botones de mi espalda la seda temblaba haciendo pequeñas ondas hasta llegar el suelo.

M: respira Katherine -me recomendó- e intenta controlarte, todavía te queda el vestido.

K: lo intentare -aguante mis ganas de llorar-

M: Yo tengo que arreglarme ¿puedes estar sola unos minutitos?

K: es posible... -pusieron los ojos en blanco y salieron disparadas-

Me concentre para no mirarme en los espejos que tenía, porque al verme vestida de novia entraría en pánico, escuche golpes en la puerta, deje que entraran y para mi sorpresa mis padres con Louis estaban entrando a mi alcoba. Mis nervios aumentaron aún más. Mire el suelo mientras veía mis manos. N O L L O R E S.

Elizabeth: Katherine... -dijo soltando todo el aire- estas increíblemente hermosa, Marie hizo un excelente trabajo, es tan perfecto, cada detalle

Louis: Harry es un chico afortunado hermana -sonrió- te ves preciosa Kathy

K: y ustedes se ven muy elegantes -replique- más tu padre, es raro verte así

Enrique: es cosa de Marie y sus cómplices cariño -sonrió-

Elizabeth: ¿ya es hora? -sonó nerviosa- todo ha sucedido tan rápido, me siento un poco mareada -los volteo a ver- déjenos solas por favor

Antes que saliera Louis le dio una cajita, me senté en con ella en la mesita de té. Se quedó pensando un poco mientras me habría aquella pequeñez y sonrió al ver lo que había dentro de esta.

Elizabeth: te falta con este maravilloso vestido algo azul y también algo viejo -reímos mientras me mostraba unos aretes- pertenecieron a tu abuela, tenían esmeraldas pero los cambiamos por zafiros como los ojos de tu hermano, quería que tuvieras un pedacito de nosotros en Gales -se le corto la voz- perdón por mi comportamiento pero imaginar que mi bebita ya se va por un largo tiempo de mi lado es muy mortificante cariño pero te lo digo con todo el amor que te tengo -sollozo- tienes mi amor y apoyo, siempre serás mi princesa

K: madre -solloce y nos abrazamos-

Marie interrumpió el bonito momento que pasábamos las dos a solas, me retoco de nuevo el maquillaje, ella se veía espectacular ya entendía por qué Niall estaba loco por ella. Nos apresuramos para entrar al carruaje, todo el pueblo estaba ansioso de vernos, me saludaban o agitaban las pequeñas banderitas. A los minutos dio paro total el carruaje, mis padres bajaron al igual que Louis, me quede sentada algunos minutos, baje con cuidado recordando dar un paso a la vez, tan pronto mis pies pasaron las traicioneras escaleras me le quede mirando a la entrada de la Iglesia, apenas podía ver que Henry estaba atrás de él.

Todo lo que ahora podía observar era el rostro de Harry, sus ojos brillaban como la mantequilla derretida, en todo su esplendor verdoso y su rostro perfecto parecía casi sereno con la profundidad de la emoción. Cuando su mirada se encontró con la mía, su rostro se ilumino con una sonrisa que a todos los presentes le quitaba el aliento. Llegue con Harry, el cual extendió su mano, la roce y me sentí como en casa. La marcha para el altar fue lenta, la sangre se me subió a las mejillas ya que podía escuchar los murmullos y susurro de las personas.

Hicimos votos sencillos con las palabras tradicionales que nuestros antepasados habían dicho millones de veces, en el momento que el sacerdote recitaba mire los ojos de Harry, brillantes, triunfantes y supe que yo también había ganado, que me quedaría por mucho tiempo con él.

K: Si acepto -sonreí-

H: Si acepto -dijo orgulloso-

Los cardenales nos declararon Príncipes de Gales. Harry acuno mi rostro en sus manos cuidadosamente, como si fuera los pétalos de la rosa más bella que pudiera existir. Intente comprender, a través de las lágrimas que me cegaban, el hecho que esta persona maravillosa fuera mía, sus ojos verdes también parecían llenos, inclino su cabeza hacia la mía y ... me beso con ternura, adoración, me olvide de la gente, del lugar.. Lo único que sabía era el amor que nos teníamos y que desde ahora ya nos pertenecíamos...

Para Siempre

Princesa. Where stories live. Discover now