#14

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HARRY

Durante el viaje Kath durmió, la noche daba unos de los mejores paisajes que Austria me podía otorgar era relajante pero mi mente solo pensaba en los que pasará en los siguientes días, Kath se veía tan joven como para llegar al altar así de rápido o incluso para ser madre. Me encanta la idea de formar una familia y más con mis 23 años pero ella... era frágil... delicada que me daba miedo imaginar que le podría pasar algo durante el parto. Bese su frente y me dedique a cerrar por un momento los ojos para encontrar paz interior, la encontré tan fácil que Morfeo me tumbó.

K: Harry -movió mi hombro- Harry -me beso- Ya llegamos
H: lo se -dije sonriendo mientras habría un poco los ojos ya que el sol estaba en su apogeo - me gusta la idea que me levantes con besos querida
K: así será de ahora en adelante
-sonreímos-

La ayude a bajar del carruaje, observamos el maravilloso paisaje que nos regalaba la pradera con el reciente verano, la casa totalmente rural, salir de los enormes pasillos o de las finas paredes de mármol nos relajaba un poco. Algo así es donde me gustaría vivir pero debía renunciar al trono y a lo que conlleva eso era una tragedia inmediata.

K: es hermoso -tomó mi mano- siempre he querido vivir... así
H: de niño aveces veníamos, muy rara vez, para pasarla en familia cuando los abuelos aún seguían vivos.
K: yo nunca había tenido el privilegio de salir a un lugar como este -me miro - siempre había sido castillo, castillo, jardín
H: -reí- espero que éstos días sean de tu agrado amor -bese su frente-

Bajaron nuestras maletas, entramos a la casita y era como me lo esperaba, seguía intacto cada cosa que había olvidado aquellos días. La humildad que aveces no tenían mis padres estaba reflejado aquí, nada de oro sólo madera y vasos de ceramica por eso y más me gustaba este lugar. Kath estaba fascinada, tocaba todo con delicadeza.

K: ¿esto es tuyo? -se me acerco con un conejo de peluche-
H: si -sonreí- me acuerdo que ese día le hice un enorme berrinche a mi padre para que regresará por el Sr. Bigotes pero... nunca volvimos -suspire-
K: ya regresaste -se acurruco contra mi pecho- es relajante estar aquí
H: por eso me gusta el campo -bese su coronilla-

Desempacamos algunas cosas entre ella la comida que Marie nos había puesto para aproximadamente 3 días. Salimos a comer al pasto, una sombra con una manta era espectacular para un momento como este. Kath me platicaba sobre lo difícil que era su madre al momento de hablar sobre su futuro o lo increíble que era el Joven Louis.

H: ¿entonces no quisieras ser reina de Austria? -acaricie su mejilla-
K: no, pienso que gobernar dos Naciones importantes es difícil además está Louis y se que sería un excelente Rey
H: con Miranda -mire el paisaje- serás en algunos días futura reyna de Gales
K: si -sonrió- futuros Reyes de Gales Harry
H: nos irá bien -la bese-

La conocí mas incluso la manera en que dormía, tomaba el te o el entusiasmo que tenia al platicar sobre algunas memorias de su niñez, me gustaba la manera en que disfrutaba el día o simplemente la forma en cómo me miraba, con la mirada más amorosa y tierna que alguien me hubiera podido regalar. El día de su cumpleaños me levanté lo más temprano que pude, saque los panecillos, los junte en torre y lo adore con la frutilla que habíamos recolectado el día anterior, prepare tè de limón (su favorito) una rosa y todo quedó perfecto. Tuve que ir con cuidado hacia la recámara ya que mi equilibrio era el peor y no quería arruinar la bonita sorpresa.

H: feliz cumpleaños a ti -sonreí- feliz cumpleaños querida Kath, feliz cumpleaños a ti

Se levantó con la sonrisa más bella del mundo, tallo sus ojitos y aplaudió.

K: cantas hermoso Harry -rió- gracias por la linda sorpresa
H: de nada querida -me senté a su lado- espero que te guste lo que prepare
K: -me miro- ¿tu lo hiciste?
H: por supuesto -presumí- soy un excelente cocinero
K: ¿como los hiciste? -sonrió-
H: pues ya sabes... c-con -tartamudee- mantequilla, aceite ya sabes como se elabora un pan
K: primero Príncipe así no se hacen -beso mi mejilla- y segundo conozco demasiado bien la comida de Marie. Mentirosito
H: -me sonroje- me has descubierto, me declaró culpable
K: mentiroso -bese su hombro-
H: te tengo otra sorpresa -mordí un panecillo- tenemos una caminata nocturna
K: bueno, el día lo tenemos libre y hace un sol tremendo ¿podemos quedarnos acostados?
H: lo que quieras amor -retire la charola y nos acostamos-

El sueño nos invadió hasta que un bichito molesto mi oído, tuve que levantarme, me di cuenta que ya eran las 6 de la tarde, muy pronto a que anocheciera, Kath se levanto al poco rato que yo lo hice y se vistió con un vestido blanco. Se veía hermosa como siempre. Tome su mano y salimos al lugar donde su sorpresa estaría. Platicamos hasta que unas velas alumbraban el caminito a un círculo de árboles.

K: es hermoso Harry -me miro-
H: se que en unos días nos casaremos pero -guarde silencio un momento- nunca te lo pude pedir formalmente, sólo fue un anuncio y eso no me gustó así que Katherine -puse la postura- Princesa de Austria ¿quieres hacerme el gran honor de casarte conmigo y hacerme el hombre más feliz del planeta?

Me lanzo esa sonrisa que más me gustaba de ella, mientras tapaba su boca con sus manos expresando sorpresa, vi claramente como sus ojos estaban llenos de lagrimitas. Quería cumplir mi palabra como le había prometido y asegurarle que nunca iba hacer algo impropio pero a decir verdad siempre me había emocionado la idea de pedirle alguien matrimonio de una forma tradicional y no como había sido.

K: Por supuesto que si Príncipe Harry, seria un honor ser su esposa.

Sonreímos, bese el anillo que semanas antes había adquirido, me puse de pie, le di un beso largo y tierno después de este me dedique abrazarla, quería protegerla, cuidarla y tenerla siempre a mi lado cosa que cumpliré. Lo prometo.

Princesa. Where stories live. Discover now