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"Si A Todo"

"Si A Todo"

¿Alguna vez han estado enamorados?

¿Saben lo que es no poder dejar de pensar en aquella persona en todo el jodido día?

Si alguna vez lo han sentido entonces podrán comprender el como me siento ahora mismo.

Sé que puede parecer un tanto extraño lo que diré a continuación pero, es simplemente imposible el tratar de ocultarlo.

Yo, Kevin Graells, a mis diecisiete años de edad estoy completa y perdidamente enamorado, es que él es tan lindo, adorable, agradable, inteligente, tierno y guapo que es simplemente imposible el verlo y no caer en su telaraña.

Lo más curioso de todo este asunto es que apenas hice contacto visual con el y siento que no puedo vivir sin el.

No se lo que me está pasando, pero tampoco quiero averiguarlo.

Quizás parezca un auténtico loco y acosador, pero simplemente no puedo evitar el mirarlo, es que es tan encantador.

El es un chico de estatura medianamente alta, de cabello azabache, con un gorro de lana color negro y con dos franjas blancas a su costados, una radiante y bella blanca sonrisa y unos hermosos ojos azul, es como si a través de sus ojos pudiera ver el mar.

Me encontraba en el centro comercial en busca de un nuevo pantalón cuando lo vi. Se encontraba justo en la sección de ropa a la que me dirigía y estaba acompañado de dos chicos más, uno más alto que el y el otro notoriamente más bajo, pero el resaltaba entre ambos, seguramente era por aquella blanca sonrisa que adornaba su rostro e iluminaba mis ojos.

Sus amigos se retiraron después de unos minutos, dejándolo completamente solo, está de más mencionar que me fue simplemente imposible el tratar de evitar mirarlo.

Sin dua era mi momento para actuar.

A paso lento, pero seguro me acerqué hasta el.

Una vez que estuve a su lado me pude percatar de que en verdad era más lindo de lo que aparentaba desde lejos.

- Acabo de conocerte y ya no quiero separarme de ti.- dije rápidamente después de soltar un suspiro.- Me gustas.

Después de decir aquello sentí un peso menos en mi cuerpo, pero grande fue mi sorpresa cuando aquel bello chico ni siquiera se digno a mirarme, él seguía mirando las prendas de la tienda.

- Me gustas tanto que me basta con lo que siento yo.- volví a hablar.- Me da igual lo que sientas tu.- dije sin más mientras miraba al chico.

Después de un par de largos segundos, aquel encantador chico por fin se giró a mirarme, retrocedió un par de pasos al notar nuestra cercanía y me miró con confusión y un tanto de miedo, me atrevería a decir.

El azabache me dedico una sonrisa de lado y comenzó a mover sus manos de un lado a otro mientras hacía un par de gestos.

No me lo creía, de todos los chicos del mundo, él tenía que ser sordo.

¿Porque me pasa esto a mi?

"Porque eres un cabronazo."