i'm with you

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ay no puedo con esa cosa bella

-¡Harry!- escucho como Mila me llama desde la planta baja, termino de colocarme mi corbata y suspiro- bebé- me vuelve a llamar, bajo y veo como ella y Dylan me sonríen. Sonrío y dejo un pequeño beso en la nuca de el pequeño, el cual había cortado su cabello para ir a la escuela. Antes lo tenía en forma de 'hongo' y ahora lo tiene corto y bien peinado. Luce incluso mayor.

-Buenos días- murmuro y dejo un beso en la comisura de los labios de Mila, entonces me hinco ante ella y beso su vientre, ella sonríe.

-¿Cuándo nace mi hermanita?- pregunta Dylan tiernamente, Mila y yo tomamos asiento.

-Si todo sale bien, en cinco meses- Mila responde y Dylan asiente.

-¿Se llamará como tu, mami?

-No- responde levemente y Dylan hace una mueca.

-¿Por qué?

-Porque papi y yo decidimos que se llamará Destiny- responde y yo frunzo el ceño.

-Yo jamás supe que-

-Un nombre muy bonito, ¿verdad?- Mila me interrumpe, alzo mis cejas hacia ella y ella muerde un pan con chocolate, encogiéndose en hombros. Dylan asiente y sigue comiendo de su waffle.

-Papi, ¿podemos ir a los bolos?- Dylan pregunta y yo balbuceo.

-Mami tiene que descansar, porque el bebé la deja sin energía- respondo y él hace un puchero.

-Vayan ustedes, mientras el helado no se acabe, estaré perfectamente bien- Mila murmura e introduce un brownie en su boca. Río y asiento.

-Vale, te recogeré, y nos iremos directo a los bolos, ¿va?- pregunto y Dylan asiente emocionado. En cuanto él termina de desayunar sube a su habitación- ¿segura que no quieres ir, amor?- pregunto y ella niega con su boca llena. Traga.

-No quiero salir a ninguna parte así- dice y yo frunzo el ceño.

-¿Cómo?

-Gorda- responde, río y beso su mejilla- es increíble que haya subido dos tallas en menos de un mes.

-¡Estás embarazada!- exclamo y comienzo a reír, ella hace un puchero e introduce una galleta en su boca- sigues hermosa, amor- murmuro acariciando su barbilla. Ella bufa y sigue comiendo.

Es impresionante la cantidad de comida que Mila come por día. Pero lo raro es que no soporta las pastas, no la comida asiática. Ella amaba el sushi y el espagueti, ¿qué mierdas pasó? Ni puta idea.

-Quiero nueva ropa- solloza y yo alzo mis cejas.

-Vale- respondo y ella bufa.

-¡Pero como voy a comprarla si no puedo salir de esta casa!- exclama y yo frunzo el ceño.

-¿Porqué no puedes salir de nuestra casa?

-¡Por que soy gorda!- exclama y solloza, río y la abrazo.

-Yo la compraré por ti- murmuro y beso su nuca, ella se separa de mi y me mira incrédula.

-Entonces aceptas que soy gorda- dice incrédula. ¿Qué?

-No, amor. Yo-

-¡Como sea! Dylan apresúrate, papi se tiene que ir- exclama y yo niego. Eso es otro efecto secundario del embarazo, el mal humor y uso excesivo de sarcasmo de Mila. Dylan sale de su habitación y baja las escaleras con su mochila sobre sus hombros y su gorra de mickey mouse puesta.

-Campeón, sabes que la gorra se te puede perder- murmuro y él hace un puchero.

-¡Pero me gusta mucho, papá!- solloza y yo suspiro.

dulce tentación» h.s [mature] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora