Sasaeng [사생]

25.-Tu vida lejos de la mía (Parte dos)

-¡Holaaa!

Oh vaya, en serio.

Me quedo parada frente a la puerta sin reacción alguna, sin poder pensar en nada; o sí, sí puedo pensar en algo. Justo ahora, siento la manera en la que me quedo como una total idiota enfrente de mi puerta, mirando en dirección hacia afuera, sintiendo esta cosa acerca de la vergüenza otra vez y al mismo tiempo sintiéndome demasiado invadida. Pero, oh Dios, esto es... agh, no cabe dentro de mi todo lo que estoy sintiendo ahora. De verdad me siento confundida, viéndolo también me siento muy enojada. Incluso me saluda haciendo esa especie de V con los dedos, sobre su ojo; como si nada hubiera quedado mal desde la última vez.

Pero ante esto, estoy tan confundida que juro que sólo puedo quedármele viendo.

-Ahh... ¿qué es esto?

Genial Min Ah, ese fue un buen intento para mantener la dignidad que debes simular que aún tienes.

Ante mi débil contestación él sólo se me queda viendo, casual y extrañado a la vez. Toma aire para iniciar.

-Yo...-

-¿Qué rayos... haces en mi casa?-finalmente reacciono debidamente, y junto a ello también mi sentimiento de enojo empieza a resurgir. Escucho un suspiro desconcertado de su parte entonces.

-Ahh, ¿cómo puedes tratarme así? Definitivamente sigues siendo algo-encoje sus ojos decepcionado de mis acciones, a lo que yo bufo aún más indignada.

Oh claro, porque yo he sido la del maltrato.

-Lárgate de mi casa, Chanyeol-sentencio, aún sin tomar en cuenta su comentario dolido. Porque lo odio. Odio a Park Chanyeol. Odio que quiera venir a parecer como si nada.

Si bien este problema es entre Sehun y yo, Chanyeol también tiene mucho que ver. Oh, ese idiota en serio me hizo más que daño.

-¿Qué estás esperando? ¡Fuera de aquí!-alzo mi voz sin poder evitar que ese sentimiento de querer golpearlo se sienta demasiado vivo en mí, con mi voz chillona y estruendosa y a punto de hacer un berrinche. Pero aún así él es Park Chanyeol y sólo mete las manos en los bolsillos de su chaqueta, ni un poco inmutado con mi trato.

-Oh vamos, al menos dime hola o que estás feliz de verme. Debería ser emocionante para ti encontrarse con alguien como yo.

Oh.

Él no lo dijo.

Él no dijo eso, no lo dijo.

Me lo quedo viendo fijamente con mi cara indignada. Esa de ceño fruncido y mi mandíbula apretada en una mueca de rabia incontenible, empuñando el pomo de la puerta con rabia. En serio ahí está, es Park Chanyeol siendo un pedante odioso en todo su esplendor. Bien cubierto con una capucha y ropa oscura. Resoplo, indignada.

-¿Eres idiota? ¡Es obvio que no voy a hacer eso, no voy a decirte eso nunca jamás! ¿Y sabes por qué? ¡Porque no me da la gana de saludarte! ¡Mucho menos diré que me hace feliz verte! No me hace feliz verte. Más bien, ¡qué desgracia, de verdad! ¡Agh, largo de mi casa, pedazo de traicionero!

Y ahora es el turno de él de mirarme, por unos segundos sólo se mantiene con un rostro neutral, sin decir nada al respecto de mis insultos. Sólo mirándome ahí parado.

Hasta que una sonrisa comienza a surgir lentamente entre sus labios.

-Ahhh, extrañaba esto.

Agh.

-Por favor, no seas tan idiota...-ruedo los ojos. Vuelvo la mirada a él-Yo no, no estoy ni lo más mínimamente agradada de que estés parado en mi puerta. No te lo tomes personal pero lo que menos quería era ver tu fea cara. O no, mejor sí tómatelo personal, ¡porque te odio! ¡Te odio mucho, me heriste! ¡Heriste nuestra falsa amistad!