Capítulo seis: Si fuera así.

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El inconfundible sonido del huevo siendo frito iniciaba una mañana muy agradable. Lazuli hacia el desayuno para ambas dejo un plato con huevo y chorizo revuelto junto al vaso de naranja. En la habitación de Peridot, esta seguía dormida abrazando a su peluche de marciano hasta que los cálidos rayos del sol se filtraron por sus cortinas.

-Sol, ¡Serás hijo de tu madre cinco minutos mas!...- Quejo cubriendo sus ojos con el antebrazo fue cuando notó la ausencia de Lapis. Se levantó con únicamente su pijama de alíen y camiseta blanca entonces miro los vidrios de su ventana. Soltó un suspiro cansado posponiendo el recogerlos.

Bajo las escaleras sintiendo como pesaban los párpados. Cuando finalmente llegó a la cocina después de tropezar en las escaleras y caer de cara quedó impresionada al ver un desayuno completo.

-¡Comida de verdad!...- Grito feliz poniendo cara de gatito con las mejillas rojas.

-Tuve que ir al oxxo por ingredientes sólo tienes chatarra para el microondas..- Comentó Lapis disfrutando de un café negro mientras leía el periódico.

-Sin duda, Serás una gran esposa..- Elogio Peridot comiendo su huevo con chorizo revuelto sin medir el impacto de esas palabras, pues Lazuli casi escupe el café.

-Gracias...- Contestó contenta, pero con su típica cara de emo limpiando los restos con el antebrazo tomando la taza y vaso dejándolos en el lavaplatos.

-De nada...- La pequeña comía feliz de la vida. Tomó nuevamente el periódico Lapis terminando de leerlo.

-Oye, ¿Salimos a ciudad imperio?..- Preguntó Lapis mirando el anuncio del diario.

-¿Cómo llegaríamos?..- Devolvió Peridot con la boca llena.

-En autobús ovbiamente...- Contestó tranquila tomando el plato ajeno para echarlo igualmente al lavaplatos.

-Vamos, Hoy se supone mis padres enviaron dinero..- Peridot se levantó para ir a revisar su buzón.

Estuvieron una hora esperando al condenado autobús hasta que finalmente llegó y para su suerte tenía aire acondicionado, sin casi pasajeros el sueño de cualquier pobre.

Lapis vestía normal con una camisa negra, pantalón del mismo color y una gargantilla, en cambio Peridot llevaba una chaqueta verde con pantalón azul y una medallita del Team Instinc. Finalmente después de un buen rato en el se entretuvieron viendo como un señor peleaba con el camionero por cincuenta centavos llegaron a su destino. La pequeña miraba fascinada todo el panorama que aunque de dia no lucia del todo como la noche seguía siendo una hermosa ciudad.

-Bien, Vamos a la plaza...- Decia Lapis mirando un mapa de turismo para comenzar a caminar mientras Peridot la seguía emocionada.

-Lapis, ¿No vamos a perdernos, cierto?...- La mencionada con su usual mirada sería negó entonces sin aviso Peridot tomó la mano de Lazuli temerosa.

-No quiero perderme..- Reafirmo sintiendo como Lapis entrelazada sus manos en una firme unión.

Caminaban por las calles contestas y Lazuli luciendo una diminuta sonrisa. En la plaza primeramente fueron a comprar algunos videojuegos y artículos de Camp Pining Hearts donde Lapis golpeó a una chica que insulto a Paulette así que huyeron, por supuesto primero pagaron. Siguieron su recorrido cuando los ojos verdes de Peridot miraron curiosos un puesto de flores, sin ninguna duda comenzó a caminar hacia el sitio mientras Lapis seguia sus pasos. Entraron a la tienda llena de flores con distintos colores a lo que Peridot no dudo en dar un fuerte respiro por el dulce aroma del lugar dejaron las bolsas en unos sillones para ver mejor.

-Mira, Qué lindas rosas...- Decía encantada la pequeña apreciando unas flores rojas brillantes.

"Tu eres mas hermosa..."

Imperfectas - LapidotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora