Duncan.

Capítulo 22

Theo y yo bebiamos una cerveza, cuando la chica que me curo se acerco, ahora sabía que se llamaba Ginger, Ginger Castaño. Era hija de un importante colombiano.

-Hey.-saludo.

-Hola.-dijimos Theo y yo al unísono, reímos.

-Ire afuera, luego nos vemos Gin.-se despidio Theo.

-¿Como sigue tu brazo?.-pregunto.

-Bien, gracias.-le sonrei, ella asintió.

-¿Cuando podre ir a casa?

-Cuando tu papá venga a por ti.

-¿Cuando venga por mi o cuando él hable sobre Dereck?.-su tono de voz se elevó.

-Cuando decida cooperar.-me miro y asintió.

-Dijiste que no nos harían daño.

-Y así es, por lo que se esto es mucho mejor a como las tenía Dereck.

-Eso no hace que deje de ser secuestro.

-Tu no lo entiendes.

-Entonces explicamelo.-dijo mirándome a los ojos.

-Solo puedo decirte que sus padres nos ayudaran a cortarle la cabeza a Dereck, ya sea por la buenas o por las malas.

-¿Como es por la malas?.-me miro dudosa.

-No quieres saberlo.-volvio asentir.

-Yo puedo ayudarte.-me dijo.

-Habla.

-El hombre al que mate, era algo así como el segundo al mando de Dereck.-abri los ojos como plato.

-¿Qué? ¡¿Por qué no me dijiste?!.-grite.

-¡Porque no crei que fuera importante!

-Mierda.

-El caso es que se donde están, ese infeliz me llevaba hasta allá todo el tiempo, solo para...-la corte.

-No es necesario que me expliques.-sonrio agradecida.

-Ellos estaban en la casa de la tal Cira, pero por razones que desconozco se fueron de ahí, ahora están en un albergue, bueno antes era un albergue, ahora es solo una casa comun y corriente.-quede asombrado.

-¿Dónde está?

-Cerca de la estación de tren, la que está cerca de la Piazza del Campo, hay unas pequeñas casa cerca, ahí se están escondiendo.

-¿Estás segura?

-Si, el mismo me lo dijo, me contaba sobre la historia de Italia, algo que realmente no me interabsa mucho.

-Tengo que avisarle a Jason.-hable más para mi mismo.

-¿Duncan?.-me llamo.

-Si.

-Ten cuidado, Dereck esta loco por ella, no la dejara ir tan facil. Y sé que tienen a Elene, utiliza a tú favor, ella no es tan mala como parece.

-No puedes perder algo que nunca tuviste, y ella nunca fue suya.-sali corriendo en dirección a mi motocicleta, Jason estaba en casa. Y sobre lo de Elene, no sabía que decir.

Comencé a conducir por lo menos diez minutos,  deje la motocicleta lo más rápido que pude y casi sali volando.

Entre a casa y se oían voces provenientes de la sala, fui ahí y Jason no estaba, entonces me dirigí a su despacho, entre sin tocar. Él bebía una cerveza. Me miro mal.