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En un pequeño pueblo de Texas, Fort Worth, vive un chico llamado David, este tomó el trabajo de ser bibliotecario en el pueblo, aunque no tenia de muchas carreras de donde escoger allí, con esta se conformaba, le gusta...
Después de cenar nos sentamos afuera a hablar un rato, Jonathan y yo nos sentamos en la silla que colgaba como un columpio, y los demás en sillas y mesedoras, era tranquilo, solamente se podían escuchar los grillos cantar y la leve brisa pasar, era desestresante.
-Bien, ¿alguien tiene una historia de terror que contar?. -¡Uh!, ¡yo!, ¡yo!.
Decía Joy levantando la mano.
-A ver, cuéntanos. -Vale, esta es la historia de cuando mi mamá me llevo a misa, uf, de tan sólo recordar se me pusieron los pelos de punta.
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-Fue tenebroso, todos ahí te miran como si conocieran todos tus pecados, es inquietante. -Ese si es un cuento de terror, ¿alguien más?. -¿Que tal sí cantamos algo?. -Buena idea, Lucas, ¿tienes la guitarra?. -Siempre. -Bien, y... 1, 2 y...
~La ciudad se llama duke,nuevo mexico el estado... entre la gente mafiosa,su fama se a propagado... causa de una nueva droga, que los gringos han creado~
Me quede asombrado por la repentina canción, mire a Jonathan quien estaba riendo y también siguiendo la canción a la vez y le dije en voz baja:
-¿Porque cantan canciones mexicanas?. -Les gusta el estilo de música de México, ya sabes, porque estamos en frontera y eso.
Me encojo de hombros y no nos quedo de otra más que aplaudir siguiendo el coro de la canción, podría acostumbrarme a esto.
~Dicen que es color azul y que es pura calidad... esa droga poderosa, que circula en la ciudad y los dueños de la plaza,no la pudieron parar.~
Era una canción pegadiza, y sin darme cuenta también empece a cantarla tarareando, de recordar como estaba cuando era más joven y decir ahora, valió la pena espera.
Cantamos un par de canciones hasta que decidimos disfrutar del silencio que había alrededor, era tan acogedor que mis párpados al instante se sintieron pesados, cuando empece a dormirme mi cabeza se recostó lentamente del hombro de Jonathan, haciendo que me despertara de golpe.
-¿Tienes sueño?.
Me pregunto él amablemente, yo sonreí y negué con la cabeza, quería dar una vuelta antes de dormir así que les pregunte.
-¿Puedo dar un corto paseo alrededor de la casa?. -Esta bien, pero cuidado, está muy oscuro y puedes tropezar.
Me contesto Bob, asentí y comencé a andar por alrededor de la casa, ¿que es lo peor que podría pasar?. Atravesé los frondosos arbustos y a lo lejos oí un "buuú", lo cual, supe al instante que era un búho. Al parecer hacía más frío en la noche, me estoy congelando aunque use mi sudadera, me acerque al árbol "especial" de los abuelos de Joy, y mire de nuevo las iniciales, es increíble como hayan durado tanto, al parecer si prometieron que no se separarían hasta que la muerte los separe, pero al escuchar a Joy, creo que ni la muerte podrá separarlos. Un escalofrío vino a mi espalda después de sentir una fría respiración en mi cuello, voltee la mirada y no había nadie.
