Capitulo 23:

19.8K 1.5K 328
                                    

Ya llevo 1 años y 7 meses con Jonathan, la única relación más larga que he tenido, literalmente, ¿porque cuento los meses?.

Hace dos semanas no se nada de Jason, espero que no lo haya lastimado, ¿que haré cuando vuelva?, no quiero estar con él pero tampoco quiero romper sus sentimientos. Puede que me haya dicho muchas cosas pero en verdad lo aprecio como un buen amigo, a veces soy demasiado amable con las personas y quizás después de esto no deba serlo tanto en exceso. Mientras estaba ocupado mi móvil sonó, no conteste pues ahora no puedo, debo entregar algo que dice la cantidad de libros leídos este año y en verdad, ha aumentado drásticamente a comparación con el año pasado, si es Jonatha lo entenderá, pero después recibí un mensaje también, y cuando paso más de 2 minutos lo ví. ¿Mamá?.

Mamá: David hoy pienso ir a visitarte, me preocupas cariño, y también tenemos algo de que hablar, te ama, mami.

¿Hablar de que?, no recuerdo que me haya dicho algo sobre un tema pendiente, ¿y preocupada?, ahora volvemos a la mamá sobreprotectora, necesito avisarle a Jonathan antes para que... No se, ¿actúe normal?, bueno, llevamos un muy buen tiempo juntos y aún no le digo sobre que él es... Ya saben, ¿sería buena idea decircelo hoy?, o quizás debería esperar un tiempo más, no lo se.

David: Jonathan, mi madre vendrá hoy a casa, quiero que seas amable por favor.
Jonathan: claro, con tal de que me acepte y me deje estar contigo lo que sea, pero debo decir que no me cae nada bien.
David: sólo acostúmbrate.

Quiere agradarle a mi madre sólo por mi... Es muy tonto. Sonreí sin darme cuenta y volví a lo que estaba, a veces creo... Que tengo algo se suerte, más de la que tuve en el pasado...

*-N... Nadie podrá aceptarme como soy...*

Al menos eso es lo que pensaba en ese entonces cuando era un adolescente, creí que mi futuro sería solamente el sufrimiento, pero jamás vi esto llegar, no se me podría haber pasado jamás por la cabeza que en el futuro estaría saliendo con un hombre, uno no muy particular que solamente sirve para darme problemas. No creí que esto sería posible en ninguno de los aspectos.

Al terminar, me dirigí directamente a casa, supongo que mamá ya está en casa... Y... Jonathan también, los dos solos. Hay no. Camine lo más rápido que pude, quien sabe lo que puede pasar, y creo que a mamá tampoco le agrada mucho Jonathan.

Con la respiración un poco agitada, llegue y al entrar los vi a ambos sentados en el sofá, debió ser un momento incómodo para ambos. Pues la tensión se sentía a millas.

-Hola David, cariño.
-H... Hola mamá... Veo que Jonathan y tú ya se llevan bien.
-Eso creo, ¿cariño podrías traerme un vaso de agua por favor?.
-Esta bien.

fui a la cocina a buscarle a mi madre lo que me había pedido, siento que algo paso entre esos dos antes de que llegara.

*punto de vista de Jonathan*

-No soy tan estúpida como para creer que en verdad eres un "amigo" de mi hijo...
-Yo tampoco.

Sabía que esto terminaría mal.

En tan sólo unos minutos, David volvió con el vaso de agua en sus manos dándoselo a su madre.

-Y, ¿de que han hablado?.
-Oh, no cosas muy importantes cielo, ah, ¿podrías dejarnos solos a Jonathan y a mi?, tenemos un asunto que resolver como buenos amigos que somos.
-Eh... bien.

Cuando David se fue, ambos nos quedamos viendo muy fijamente, lo dije una vez y lo vuelvo a decir, no me agrada esa señora.

-Sólo quiero decir unas cuantas cosas, no quiero que lastimes a mi hijo, ¿entiendes?.
-Jamás dije que le haría daño.
-No, tu no entiendes, no sabes por lo que tuvo que pasar.
-Que me quiere decir.
-David tuvo una infancia muy dura... No tenía amigos, siempre estaba sólo, incluso su padre y yo pensábamos que padecía depresión al pasar todo el día encerrado en su habitación, nunca salía, casi no comía, siempre se la pasaba leyendo... A veces lo oía insultarse a si mismo al espejo, incluso lloraba por las noches... Tuvo muchos problemas en su niñez y adolescencia.
-...
-Por eso no quiero que estés con él, ya ha sufrido lo suficiente como para que rompas lo que le queda de su débil corazón, y ahora que es alguien feliz no quiero que estorbes, y no te lo digo de mala manera, no quiero que lastimes a mi hijo.
-Señora... Hay una pequeña parte que usted no entiende. David me ha echo feliz, reir, algo que nadie logró hacer, él es lo más importante en mi vida, y aunque usted quiera o no, yo lo amo, y le aseguro que jamás me atrevería a hacerle daño, ahora, discúlpeme.
-¿A donde piensas ir?.
-Con David, a desmostrarle por millonésima vez cuanto lo amo.

Los opuestos se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora