— Basta, Jimin. Para eso falta mucho.— Jini derrumbó mis ilusiones mientras empujaba la puerta del lugar.— Andando, tengo mucha hambre.

— ¡Síntomas de embarazada!— Acusé.

— Síntomas de que son casi las cuatro de la tarde y no hemos comido. Vamos.

La comida estuvo normal, como siempre; charla, coqueteos, insinuaciones, regaños. Todo como solía ser. Pee po, ¡¡¿por qué?!! Es mi cumpleaños y ella ni siquiera me ha dicho "feliz cumpleaños" o un misero "feliz día". ¿O no lo era y yo estaba confundido por los días? Saqué mi celular y en la pantalla se resaltaba el 13 de Octubre. ¿Qué demonios, Jini? Tú novio está de cumpleaños. Yo en su lugar, estuviera cada cinco minutos, si no es que segundos, deseándole un feliz cumpleaños y besándola o abrazándola.

A ver, recapitulemos y sin rodeos.

Anoche-hoy, como sea, llegamos a casa siendo un poco más de media noche, o sea ya en 13 de Octubre, hicimos el amor, eso que ni qué, sin embargo, no creo eso haya sido mi regalo y en el acto nunca hizo referencia a ello.

Se despertó, tampoco menciono algo relacionado, me hizo el desayuno y eso es algo que pasa siempre. Revisó el calendario y sólo le importó su cita.

Esta mañana había dicho "tenemos muchas cosas que hacer hoy". Llevarme de compras o invitarme a comer pudo haber sido algo, pero ninguna de las dos cosas pasó. Si por "muchas cosas que hacer" se refería a gastarse mi gasolina, bueno, sin duda lo estábamos haciendo. Todo este tiempo habíamos estado en vueltas, sus pendientes y aún nos faltaban unos cuantos.

¿Jini en verdad había olvidado mi cumpleaños?

Jini bajó del auto y yo tras ella. Veía su cuerpo temblar del frío. El clima helado de Octubre se hacía presente a estas horas.

— Bebé, toma.— Le pasé un suéter que tenía en el maletero. Ella me sonrió agradecida y se lo puso rápido. Se abrazó a sí misma, tratando de conseguir calor y yo aproveché, abrazándola por la espalda y arropándola con mis brazos.— ¿Cuánto nos falta para volver a casa? Estoy cansado.

— Sólo compraré el material que necesito aquí, vamos a la casa de un compañera por unos marcos que me prestará y listo.

— ¿Qué compañera?— Pregunté curioso. Deshice el abrazo y caminé a su lado, entrelazando su mano con la mía. Ambos entramos a la tienda.

— Bang Kyo Ri.

— Oh...

La compra se alargó a dos horas, ya que eran varios materiales y en su mayoría ocupaban una extensa búsqueda en esa grandísima tienda de lienzos y pintura. El paraíso de Jini. Incluso tuvimos que llamar al encargado; afortunadamente, Jini había conseguido todos los materiales que ocupaba para su clase. Salimos de la tienda siendo un poco más de las nueve de la noche. La casa de su amiga no quedaba tan lejos. Jini iba con su cabeza recargada en mi brazo y yo descansaba mi mano que no estaba en el volante en su muslo, ella estaba cambiándole a las canciones y después de tanto skip dejó Walls de Kings of Leon. La pinta del barrio se me hacía conocida, pero mi cabeza no estaba para pensar en esos momentos. De verdad, quería llegar ya a la residencia.

Paré enfrente de la casa que Jinyoung había señalado, ella bajó corriendo, yo la observé en todo momento, había tocado el timbre y ahora estaba esperando a que abrieran la puerta. No esperó tanto, cuando una chica en pijama la recibió, ambas se saludaron alegres y Jini entró a la casa ante la invitación de Kyori. Tiré de mi cabeza y cerré mis ojos, soltando un cansado suspiro. Días como estos me dejaban en claro que los chicos no siempre podían seguir el ritmo de las chicas; estaba tan cansado, que incluso olvidé que era mi cumpleaños y que Jini lo había olvidado.

That's Enough ➳ Jimin {Save ME Book #1}जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें