That's Enough ➳ Jimin {Save ME Book #1}

006.

Dos semanas habían pasado rápido, demasiado de hecho. Tanto Jimin como Jinyoung se habían adaptado bien; cuando tenían clases juntos, solían sentarse uno al lado del otro y hacer trabajos en equipo, pero cuando era hora del almuerzo, cada quien se iba por su lado.

Jimin no le había dado el privilegio a Hyemin de volverlo a ver. Esta vez eran sus reglas. Y a pesar de querer correr a llamar su atención, gritarle lo mucho que cambió y que no queda nada de aquel patético chico, sabía que sería mejor dejarla esperando y después dar el golpe fuerte. Claro, eso no evitaba que él se divirtiera y pasara el rato con otra chicas.

Por otra parte, Jinyoung se había hecho realmente cercana a Jungkook. Almorzaban juntos y una que otra vez, él tuvo la oportunidad de acompañarla a casa. Tenían gustos muy similares y expandidos en la música; se habían puesto como ley recomendarse un canción el uno al otro cada día en lugar de un típico saludo.

— ¡Jini!— Jimin entró gritando al departamento.— ¡Jini, ven!

— What up, baby.

Jinyoung salió del pasillo y fue directo a la cocina, estirándose para tomar unas galletas de la alacena. Jimin casi se le cae la cara al verla en tan sólo una gran camiseta de chico. Sus piernas.

— Eres un pervertido de mierda.— Dijo mientras metía una galleta a su boca y reía.— Traigo un short bajo esto.

— ¿Tamaño extra chico?

— Bueno, son boxers.

— ¡¿Qué?!

— Sólo bromeo.— Sonrió divertida y salió de ahí, aún con Jimin detrás.— ¿Cómo te fue hoy?

Dijo refiriéndose a su entrenamiento. Jimin nunca había dejado el box, además de la pintura, ese deporte era su pasión. Su entrenamiento era de casi cinco horas y realmente era muy pesado.

— Bien, gracias.— Sonrió mientras se sacaba su camiseta y empezaba a secar el sudor.— ¿Supiste lo de la fiesta de esta noche?

— Sí, algo así me dijo Jungkook.

— ¿Quién es Jungkook?

— El chico con el que he estado toda la semana.— Jimin encarnó una ceja, confundido.— Mi único amigo.

— ¿Tu único amigo?— Preguntó con falsa molestia, haciéndose el ofendido.— Okay.

— ¡No seas dramático!

Jinyoung lo siguió hasta su habitación, recargándose en el marco de la puerta y viéndolo con diversión.

— ¿Entonces qué somos tú y yo?

Siguió con su teatro. Jinyoung dudó si el chico se tendría que cambiar a Artes Dinámicas. Despegó su cuerpo del soporte, lista para irse.

— ¿Qué somos para ti?

Después de eso, Jini volvió a dormir toda la tarde; tuvo un lindo sueño. Ella viajaba por todo el mundo con su hermano, pero como era de esperarse, algunas cosas salieron mal y terminaron arrestados en Brazil. Jinyoung realmente amaba a su hermano, era tan sólo un año menor, pero sin embargo el parecía el mayor. Siempre cuidó de ella y sin duda, lo que más le dolió por haber dejado casa, fue su hermano.

Toda ella estaba bajo las colchas, de pies a cabeza. Aún con los ojos cerrados, bostezó y estiró un poco, iba a apartar las colchas, pero un gran golpe la frenó, la inmovilizó por completo. Jimin había entrado por la puerta y saltado sobre ella mientras le gritaba "Jini, despierta" con un tono tierno que parecía imposible que él tuviese.