Kuro&Mahiru

Kuro.

Hey, tú... ¿Qué crees que sea eterno en este mundo?
Los vivos mueren.
Los objetos se descomponen.
Los pensamientos se rompen.
Algo eterno en este mundo. Algo eterno, tanto como existan los humanos.
Eso es, ¡Los pecados de la gente!

Tlinc... Tlinc... Tlinc...

Una y otra vez el sonido rítmico del cascabel hacia eco en la oscuridad, moviéndose al compás que marca su mano.

Era una rutina desde que regresó a ese lugar, su interior. Lo ha convertido en su mecanismo de defensa, así puede ignorar un poco la molesta voz que le recuerda lo miserable que es.

Pero Sleepy Ash cree que es lo mejor. En el sentido de que no puede joder la existencia del mundo estando encerrado en su cabeza. El punto malo es que sí puede destrozarse él mismo con sus pensamientos y recuerdos.

¿Cómo fue que terminó así?

Gracias a un pequeño sobre. Pulcramente blanco y con un sello rojo granate, la misiva enviada por el C3 determina una sola orden:
Destruir al humano creador de los Servamps.

La primera persona que Pereza vió al despertar como un ser inmortal fue esa persona. Eso significa que, sin importar como se vea, el humano le devolvió la vida. Le dio fuerza.

Pero también le otorgó una inmensa sed de sangre.

Con la carta en el centro de la gran mesa, los siete hermanos debían decidir. ¿Qué era lo mejor? ¿Asesinar al creador de monstruos o dejar vivir al ser que les dio vida, que les dio un nombre -o algo así-, aquello más cercano a un padre?

Sabe lo importante que es esa persona para algunos de sus hermanos, en especial para Lawless. Sin embargo, también sabe que es importante no traer más monstruos al mundo.

Su decisión lo cambiará todo.

No le gusta pensar en esas personas como su familia, porque eso significaría que él es el hermano mayor y eso lo haría cargo de responsabilidades que no quiere. Y su padre sería una persona que crea seres a diestra y siniestra con el fin de perseverar una especie eternamente. Para que los pecados existan por siempre.

Pero, ¿Quién piensa en los pecados? Su creador no se pone a pensar que, cuando él ya no esté, ellos estarán solos como ahora. Que la inmortalidad es solitaria. Que es incómodo conocer gente que les agrade para verlos morir años más tarde. Su creador no pensó en lo aburrida que sería la vida eterna, sobre todo si era algo que posiblemente ellos no deseaban. Y todo eso con el peso extra del deseo ferviente a sangre fresca.

El dormilón Ash lleva años reprimiendo el impulso de beber. Era como un alcohólico, peor aún, como un heroinómano en recuperación. Excepto que él no está recuperándose, sólo intenta sobrevivir a la abstinencia aislándose del mundo exterior. Si duerme mucho, el tiempo pasa más deprisa. Así no se ve obligado a salir y pasearse entre humanos jugosos.

Esa no es vida. Si le hubieran dicho que algo así le esperaba se habría negado.

La cuestión es ¿Le dieron a él la oportunidad de negarse? ¿Se la dieron a los otros seis Servamps?
¿Tendrían otra opción los futuros monstruoso?

¿Cómo saber que un moribundo anhela vida? ¿Como estar seguro que un suicida rechaza su existencia?

¿Qué tan egoísta debe ser una persona para dejar eso de lado con tal de conseguir su propósito? ¿Cuál, exactamente es el propósito de esa persona?