Kuro&Mahiru

El favorito.

Ya no sabe que hacer con él mismo.

Un día despierta y sabe que está perdiendo la batalla para conservar su buen juicio, porque se siente atraído por su humano y de alguna forma eso está mal, muy mal.
Lawless, su hermano menor, se enamoró una vez de una humana y aunque no lo ha visto en siglos, aún debe dolerle.

La inmortalidad de los de su especie les permite conservabar un sentimiento por años, nunca cambiara. El sentimiento seguirá en su corazón hasta que aprendan a vivir con él, o hasta que uno con mayor fuerza lo oculte.

Entonces sentir estas cosas -lo que sea que fueren- por Shirota ¿Esta realmente mal?

Kuro creía que, mientras no sucediera algo, el no tendría porqué expresar lo que piensa o siente por su Eve. No quiere. No puede ponerle nombre a eso que hace latir su corazón cuando ve al castaño, porque hacerlo lo llenaría de felicidad, en caso de que Mahiru le corresponda. O le dará una agonía inmensa si no lo acepta.

Pero... ¿Como no sentir algo? ¿Como querer que los sentimientos desaparezcan o al menos disminuyan si el chico de mirada ambarina va por ahí llamándole compañero?

Después de conocer a Tetsu y reencontrarse con su hermano Old Child -ahora Hugh- Mahiru los invitó a su primera clase-de-manejo-de-Lead(nivel 1) a la que Kuro no prestó demasiada atención, ni entusiasmo hasta que la discusión de su hermano con el mayor de los Alicein llegó a sus oídos.

El debate principal era: ¿Quien controla a quien? Seguido de: ¿Quien da poder a quien? ¿Vampiro o Eve?

Fue entonces que Shirota expresó que no le importaba un carajo nada de eso -o eso sonó para Kuro. Está parafraseando- y dijo las palabras mágicas:

"—Y mi compañero es Kuro." Si bien, la oración en si ya tiene un poder sorprendente de Taquicardia para el corazón del aludido, no se detuvo ahí. Para bien o para mal, MahiMahi agregó: "—Si es acerca de un Servamp como él, no quiero escucharlo de alguien más que no sea él."

Poniendo su opinión ante la de cualquiera. Dándole felicidad como nadie. Como nunca.

A Sleepy Ash no le cuesta mucho recordar como era su vida antes de que Mahiru llegará a ella -¿O antes de que él entrara a la vida del castaño?-, porque, de hecho, no puede evitar compararlas constantemente.

Su vida ahora es más relajada, más luminosa, más... feliz. Y sabe que todo es gracias a su maestro actual. Por eso tiene miedo. Está aterrado, ya que si Mahiru se llega a dar cuenta de la clase de monstruo que... fue, probablemente lo odie. Y volverá a estar sólo. Con la sutil diferencia que ahora querrá a un humano.

Se había resignado a estar con el chico como lo que ha sido hasta ahora. Un Servamp, una  linda mascota... un compañero.

Pero Shirota sólo hace que su cariño por él crezca más y más con cosas simples.

Para cuando llegaron a casa es más de media noche y Kuro a tomado una decisión, la primera en años, y espera que sea la correcta.

Pero la llevará a cabo después. Ahora le duelen los músculos y tiene sueño, mucho sueño.

"—Mahiru... Baño..." suena su graznido-suplica y se sorprende un poco al escuchar el jadeo quejumbroso nada propio de Mahiru.

"—No, Kuro... estoy exhausto." Dice, pero sus pasos se dirigen al baño.

Para cuando el gato negro esta sentado en el tocador del baño, no hace más que ver cómo el chorro de agua caliente llena la tina con deliberada lentitud, pero un sonido lo distrae y voltea a ver a Shirota intrigado, sólo para ver el espectáculo de Mahiru desnudándose frente a él.