Fuerza.

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Es interesante como puede cambiar tu perspectiva de la noche a la mañana, al menos eso es lo que Kuro piensa mientras pierde otra batalla Pokémon por no poder despegar la mirada de las muecas divertidas en el rostro de Mahiru.

Desde que el humano se propuso proteger a las personas que aprecia a estado practicando su manejo con el Lead.
El vampiro sabe que el chico es fuerte. Es todo lo que necesita saber.

Tal vez debería decirle al castaño que el hecho de no ser capaz de usar el poder, más allá de liberarlo del intrincado tatuaje en la muñeca a su forma original de escoba, es culpa suya.

No es a causa de falta de confianza por parte de su maestro; lo cual sorprende a Kuro ya que aún no hablan de lo ocurrido el día que ambos perdieron los estribos -Shirota por descubrir que su mejor amigo es un vampiro y Kuro por el mar de pensamientos negativos de su amo-.

Entonces, ¿Es el vampiro quien no confía en su Eve? No. No es eso. No del todo, al menos.

El Servamp de la pereza tiene secretos, como todo el mundo. Arrepentimiento y culpa consumen su alma. Y no quiere hablar de ello y expresarle al mundo lo miserable que lo hace sentir la oscuridad en su interior.

Mucho menos a Mahiru.

Mahiru: el quinceañero de corazón puro y sonrisa tan resplandeciente como el sol. MahiMahi es muy amable, lo suficiente para no ser capaz de dañar a otras personas. Lucha, pero no mata. Shirota cree que hay maneras más simples para solucionar un conflicto. Y es una molestia para Kuro, porque él a hecho cosas que posiblemente Mahiru no apruebe e incluso jamás perdone.

Por eso el vampiro prefiere callar y ser ese alguien que Shirota necesite, porque él sin duda necesita del castaño.

Se dió cuenta el día del festival escolar. La revelación vino después de que Mahiru saltara de la azotea con él y Sakuya, creyendo infantilmente que su escoba/poder/Lead volaría, como una pobre imitación de Kiki's Delivery Service, y terminaran los tres estrellándose contra un árbol y posteriormente cayendo al suelo, Kuro escuchó la conversación de reconciliación/promesa de los mejores amigos.

Una parte de él estaba inusualmente inquieta por dejar a Mahiru sólo con el subclase de Tsubaki, sobre todo por el rumbo íntimo que la situación estaba tomando. Tenía este deseo pequeño, casi irreal, de ir junto a ellos y alejarlos un poco. Estaban muy cerca el uno del otro, pero la culpa que aún latía por sus venas lo obligó a esconderse tras el árbol de aterrizaje.

Al final del día Kuro tenía claro dos cosas: La primera era que Mahiru maduraba poco a poco, de manera lenta pero latente. Su deseo de fortalecerse para proteger a aquellos que quiere es prueba de ello... Y la segunda es más complicada, problemática sin duda, ya que no puede dejar de pensar en Shirota Mahiru y en lo mucho que quiere salvarlo del miserable y cruel mundo demoníaco del que Kuro a salido, pero por otra parte alejarse no es una opción. Es decir, Kuro no toma decisiones porque no quiere responsabilidades, porque sabe lo que causa el sentimiento de culpa a un inmortal. Pero piensa que, sí es con el chico de sonrisa purificante, él puede hacerlo. Ambos. Juntos.

Mahiru es importante para Kuro. Cosa que asegura jamás dirá en voz alta.

"—Esa danza de conjuro tuya me está distrayendo. Detente." Dijo, aunque lo único que veía desde que llegaron al parque era al protagonista de dicho baile. Ya casi no le quedan Pokémons.

"—¡¿Cuál danza?! Es práctica." Mahiru se acercó "Ven tú también, Kuro. Es práctica de los dos, después de todo."

"—Que molestia." Responde, pero aún así se desliza alegremente por el tobogán que acupaba para llegar a su lado "—¿Te cuento mis debilidades? Práctica, esfuerzo, fervor... o en otras palabras, ."

Esa frase esconde muchas cosas y muchos sentimientos que Kuro aún no pude etiquetar porque jamás -en todos sus siglos de vida- ha experimentado tales emociones. Todo es nuevo y refrescante. Y quiere disfrutarlo a plenitud.

Es por eso que, cuando Mahiru se disculpa por el incidente pasado -donde él debería ser el que ofrezca perdón, por eso de ser el monstruo que casi lo mata- y le agradece por salvarlo siempre, Kuro cree que algo anda realmente mal con él. Esas palabras no deberían provocarle tanta calidez y felicidad como si hubiese querido escucharlas desde siempre, pero lo hacen y goza de sentirse un poco más humano.

Sin embargo, todo se derrumba con las siguientes palabras de Shirota: "—Realmente quiero hacerme más fuerte."

"—Volverte más fuerte, ¿eh?" Baja la cabeza con impotencia "—No tenemos tiempo para eso." Dice "—No puedo con eso." Nunca había dicho con tanta sinceridad esa frase.

A Kuro le agrada de verdad el talento innato que Mahiru tiene para no preguntarle demasiado. Aún cuando usualmente no es capaz de mantener su nariz fuera de asuntos ajenos, es capaz de esperar pacientemente a que su gato se sincere y a Kuro lo hace sentir mal, porque sabe que lo tendrá esperando más y más.

Entiende que Shirota quiera proteger y, por supuesto, requiere de fuerza para utilizar su poder correctamente.

Es el hecho de que Mahiru se adentra cada vez más a su mundo lo que preocupa al vampiro. Mientras más información tenga el de mirada chocolate de ellos, más cerca estará de descubrir el pasado que tan desesperadamente quiere ocultarle.

Mahiru es su Eve, su maestro, su amo, su dueño... Quien toma decisiones por él. Al que sigue sin replicar. Su opuesto, pero es la persona que lo acepta sin dudar.

El blanco y el negro han coexistido en el mundo por mucho tiempo. Siempre en la misma paleta de colores. Necesitamos de uno para distinguir al otro. No puedes ver la luz de Shirota sin tener en cuenta la oscuridad de Kuro.

¿Y que es Kuro para Mahiru? Realmente no se atreve a preguntar. Desde que llegó a la vida del chico como su Servamp ha hecho lo que se espera de él. O eso cree.

Los Servamps son vampiros sirvientes. El contrato con un humano garantiza su obediencia absoluta. Él ha protegido y salvado a MahiMahi muchas veces. Y ayuda en la medida de lo posible -y cuando no tiene escapatoria- en los quehaceres de la casa...

La verdad es que, aunque no lo parezca, Mahiru tiende a consentir su flojera un variadas ocasiones. Otra cosa que lo hace feliz... Y nunca faltan las papas fritas y la coca-cola en casa.

Se harán fuertes juntos. El humano buscará su camino para proteger aquello que le es importante y el vampiro buscará la fuerza para abrir las puertas de su corazón...

... Antes de que Mahiru rompa incluso las bisagras.

🍒🍒🍒🍒🍒

¡Hola!
Vengo a presentarme hasta el capítulo 6. Lo siento por eso. ¡Muchas gracias por votar y por cada uno de sus comentarios!

Ahora a lo que vengo:
Sé que aquí muchas -o todas(?) ¿Tengo lectores hombres?- estamos actualizadas con los capítulos del manga, o tal vez no. Lo que me hace pensar en que quizá debería específicar en que capítulo baso cada One-Shot (Debería quitar eso del titulo ya que se esta volviendo un fanfic completo), así que en consideración de ese porcentaje tal-vez-no quiero saber su opinión sobre eso.

Por ejemplo:

Fuerza: Adaptado al comienzo del capítulo 10 del manga "Hermano mayor"  -ligera referencia al capítulo 9 "Sakuya".

Por favor, decidan.

De nuevo ¡Muchas gracias por tomarse la molestia(?) de leer!

Yo soy RenRen.
ByebyeNya~ 🐾

Kuro&MahiruWhere stories live. Discover now