Dulce Dolor (Thomas Sangster & Tu)

Capítulo 17

El camino a la institución era silencioso. Abrí la ventanilla para que entrara un poco de aire fresco; al hacerlo el aire me dio en la cara y me despeino solo un poco, me acomode los mechones de pelo alborotados y mire al frente.

- ¿Como te sientes? -pregunto Thomas sin apartar la vista del camino.

- ¿A que te refieres? -pregunte mirandolo con la ceja levantada.

- Me refiero al entrar a un nuevo Instituto... mamá me conto sobre tu comportamiento en tu antigua escuela. -dijo apenado.

- Bueno, yo...he cambiado, Thomas. Nada de que preocuparse. En cuanto a como me siento...puedo decir que estoy un poco emocionada. -dije con media sonrisa.

- Cualquier cosa.... -comenzó a decir, pero lo interrumpí.

- Estare bien -dije segura. Aunque para Thomas eso no resulto ser muy convincente.

Pase los 20 minutos de camino pensando en lo que mi madre le pudo haber contado a Thomas sobre"mi comportamiento" en mi antigua escuela.

Me preguntaba una y otra vez que le pudo haber dicho, ¿realmente le conto todo? O solo la parte que ella sabia sobre mi y mi comportamiento en aquel entonces.
Mi madre no es tonta, la conozco demasiado bien, apuesto un millón de dólares a que comenzo a inventar cosas sobre mi; a exagerar todo, como a ella le encanta hacerlo y hacerse la víctima siempre que puede.

Eso era lo que más me jodía de mi madre, que siempre se hacia la víctima, la debil, la única lástimada de la historia.

Siempre veía los errores de papá o incluso los míos, se encargaba de hacernos sentir mal recordandonos nuestros fracasos y los problemas que teníamos, pero nunca, nunca veía ella sus propios errores, sus grandes errores...los mismos que hicieron a papá alcohólico y mala persona. Esos mismos que me llevaron a mi a la perdición.

- ¿Vienes? -interrumpio Thomas mis pensamientos. No habia notado que ya había salido del auto y se encontraba justo al lado mío recargado en la ventanilla.
Tampoco había notado que nos encontrabamos justo en el estacionamiento del Instituto.

- Si, solo dame un momento -me apresure a decir mientras tomaba mi pequeña mochila y mi cartera de mano que se encontraba por mis pies.
Mientras lo hacía, me preparaba mentalmente para tomar fuerzas y salir del auto.

Era bastante difícil para mí entrar de nuevo a una institución después de todo lo que pase.

No sé como lo hice ni mucho menos de donde saque la valentía, pero lo hice, baje del auto y me encontraba caminando al lado de Thomas justo hasta el frente de la dichosa institución.

Caminabamos sin parar, todo mundo se nos quedaba mirando pero yo solo estaba concentrada contando los pasos que dabamos. Veinticinco, veinticinco pasos, veinticinco malditos pasos para estar justo al frente de la intimidante Institución.

<<Vuelve>> fue lo único que formulo mi mente en ese momento.
<<Vuelve al maldito auto, ya!>> <<¡Corre!>>

<<No, basta ya!>> <<Basta de huir>> -grito mi subconsciente.

- Vamos, es hora -le dije a Thomas y me sorprendí yo misma de la seguridad con la que lo dije. El solo sonrío y avanzamos hacia el interior de la institución.