Dulce Dolor (Thomas Sangster & Tu)

Capítulo 2

Baje del avión y me dirigí a buscar mis cosas, después de un buen rato me las entregaron y me dirigí al baño para arreglarme un poco. Al abrir la puerta del baño, rápidamente camine hacia el espejo y note que tenía mas ojeras que rostro.
Saque mi maquillaje que llevaba conmigo y me comencé a delinear un poco los ojos y a tapar esas horribles ojeras que tenia con un buen corrector, luego me aplique un poco de rubor y por ultimo me pinte los labios de rojo cereza.

Note que mi cabello estaba muy alborotado; así que me hice un recogido muy sencillo colocando unos pequeños broches a los lados y también ondule un poco las puntas. Me gusta mucho mi cabello, es rubio natural y es bastante lacio.
Mis ojos son color miel y son de un tamaño mediano por eso me va muy bien el delineado.

Cambie mi ropa por unos jeans claros ajustados y una camiseta negra de mi banda favorita (tu banda favorita) y me puse unos tacones altos color rojo.
Salí del baño y me enseguida fui a buscar un taxi, luego de unos segundos lo encontré; subí al auto y le di la dirección que mamá me había mandado durante el vuelo en un mensaje de texto.

En el trayecto a casa de mi madre y mi nuevo "padre" observe la gran ciudad, era sorprendente. Vi cada detalle de cada edificio, los restaurantes, las tiendas de ropa, los autos que pasaban por un lado de nosotros, todo era maravilloso.
Pensaba en como seria la casa de mamá cuando el chofer interrumpió mis pensamientos;

- ¿Viene de vacaciones, señorita?-me dijo mirándome por el retrovisor.

- Algo así -le conteste con una media sonrisa.
La cuál me devolvió.

- Pues bienvenida a New York, es una hermosa ciudad.

- Si que lo es, muchas gracias. -le respondí -viendo de nuevo por la ventanilla.

Después de 10 minutos de trayecto por fin llegamos, baje del vehículo junto con mis cosas, las cuales no eran muchas mas que 2 maletas; una de ruedas y otro de mano. Ambas eran juego y de color violeta. Le pague al conductor, el cuál me deseo un buen día, le di las gracias y camine hasta quedar justo al frente de mi nueva casa.
Era enorme, de color blanco con una marquesina color oro, era muchísima mejor que mi viejo departamento. Se notaba que esa familia tenia un muy buen gusto, contaba con la planta baja y 1 piso, pero apuesto a que de a dentro era muchísimo mas grande y bonita. Por un momento me sentí fuera de lugar y hasta estaba pensando en irme a buscar un departamento en cualquier zona, pero la puerta se abrió haciéndome pegar un salto. Al parecer era la..¿sirvienta? ¿Tienen sirvienta? Vaya, esta familia si que tiene dinero. -Dije para mis adentros.

- Usted es la señorita, Miller? -me pregunto viéndome de arriba a bajo, tenia una expresión neutra.

- Así es, me llamo (tn)_____Miller. -le dije con una sonrisa. -¿ Aquí es la casa de los..Sangsters? -pregunte señalando la casa con la mirada.

- Si señorita, pase la están esperando. Debe haber tenido un largo viaje. -dijo mientras sostenía mis maletas.

Le di las gracias y me apresure a caminar hacia la entrada de la casa, antes de entrar deje pasar primero a la sirvienta para que me indicara a donde debía ir. Nos adentramos a la casa y....Dios! Era una hermosa y elegante. Tenia un jardín precioso, todo era perfecto, caminamos un poco mas y llegamos a la puerta principal donde había una mujer de espalda platicando con un hombre. Cuando escucharon mis tacones voltearon a verme y me sonrieron de oreja a oreja.
Al parecer era mamá, venía directo hacia a mi con largos pasos.
Lo primero que note en ella era felicidad de verme luego vi que tenia los ojos cristalizados.

- (tn)_____! Mi amor, que bueno que ya estas aquí -me dijo al oído mientras me abrazaba con fuerza.

- Yo también me alegro de verte -le dije -mientras le devolvía el abrazo.

- Ven, te presentaré a tu nueva familia -dijo- agarrándome del brazo y dirigiéndose hacia el hombre.
¿¡Mi nueva familia!?