Dulce Dolor (Thomas Sangster & Tu)

Capítulo 15

Pasaron alrededor de 40 minutos, tiempo en el que no dirigí la mirada en Thomas. No quería ver la expresión de ira que probablemente tenía por haber desobedeciendo.
Deseché mis pensamientos cuando la botella volvió a apuntarme.

Esta vez quien me preguntaba era un chico alto, tez morena y cabello castaño oscuro.
Tenía cierto atractivo, y su sonrisa expresaba confianza.

- ¿Verdad o reto? -pregunto.

- Verdad -conteste sin ninguna expresión.

- ¿Eres virgen? -me pregunto dejándome un poco sorprendida por lo directo que fue.
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*Flashback*

Desperté con un horrible dolor de cabeza. Traté de levantarme de la pequeña cama pero mi cuerpo estaba muy adolorido.
Cuándo por fin logre hacerlo me dirigí al baño y me saque la poca ropa que me quedaba.

Preparé la ducha y me di un baño rápido. Al salir caminé hasta mi habitación y cerré la puerta.
Me paré justamente enfrente del espejo de mi habitación y me observe detalladamente.

Tenia unas enormes ojeras, como si no hubiese dormido en días. Mis ojos estaban inyectados en sangre y mis labios resecos y sin color.

Inconscientemente lleve mi mano hasta mi mejilla, percatando de que tenía un gran golpe reciente.
Baje la vista hasta mi cuerpo; tenía marcas en todo el abdomen y pequeñas pero visibles mordidas en mis pechos.
Mis piernas también tenían pequeñas marcas rojizas y mis muñecas estaban marcadas por otras manos.

<<No, no, no>> <<Esto no puede ser real>>

Caminé aterrorizada hasta la pequeña cama y retiré la cobija con fuerza.
Ahí estaba la sabana, manchada con pequeñas gotas de sangre.
Inmediatamente mi vista empezó a aguarse y se volvió borrosa.

*Fin del Flashback*

- ¡Hey! Niñata, ¡reacciona! -me grito una chica de piel morena y ojos color verde de gran tamaño.
Todos comenzaron a burlarse, yo sólo tome aire y me dediqué a contestar;

- Por supuesto que no -dije rápidamente.

- Pues no pareces decir la verdad -dijo de nuevo la chica morena fulminandome con la mirada.

- Dejala en paz, ella no te ha hecho nada -dijo el mismo chico.

- No la defiendas, Lucas. Porque no mejor acepta que nadie se ha acostado con ella -dijo mientras me miraba con burla.

- Porque no mejor dejas de decir estupideces -contraataque dejando a todos atónitos.

- Lo siento, no quise reaccionar así....-dije disculpandome con la chica. - Disculpen....no me siento bien. -dije poniéndome de pie.

Me retiré de la sala con la mirada de todos sobre mi y sobre todo con una chica morena mirandome furiosa.

Estaba en el patio sentada debajo de un gran árbol.
Mi campo visual comenzaba a fallar gracias al maldito bocadillo que había ingerido hace aproximadamente 1 hora.
Me encontraba muy relajada, hasta que alguien interrumpió mi tranquilidad.

- Una chica cómo tú no debería de estar aquí sola -dijo aquel chico con la mirada perdida al frente.

- ¿Porque? -pregunte curiosa.

- Vamos, eres atractiva. Cualquier tipo que te viera drogada no dudaría ni un segundo en obtener algo tuyo. -dijo mientras me miraba serio.

- ¿Te parezco atractiva? -dije omitiendo sus últimas palabras.