En cierto momento cuando nos dirigíamos a la sala de estar para jugar, las luces de la casa vacilaron, se hicieron tenues, aunque no llegaron a apagarse. Chanyeol y yo fuimos en busca de velas, por si acaso. Encontramos una caja en un armario del ropero de una de las habitaciones y las dejamos a mano, en la mesa del salón de estar. Por algún motivo me sentía tenso y asustado desde que había visto aquella silueta en el cobertizo. Cualquier ruido me sobresaltaba, y hasta el aullido del viento se me hacía insufrible. Finalmente, Chanyeol y yo nos pusimos a jugar a las cartas en el salón, para distraernos un poco. El juego que elegimos era aburridísimo y, para colmo, parecía que la baraja no estaba completa.
– ¡No estamos jugando con toda la baraja! – declaré, haciéndome el gracioso.
Me respondió con un mero gruñido. Y luego dio un bostezo.
– Esto realmente apesta – se quejó Chanyeol tirando sus cartas sobre la mesa –. ¿Quieres que hagamos otra cosa? – sugirió.
– Todo menos jugar a las prendas – replique, lanzando una curiosa mirada.
– ¡Así pues, he captado bien! – confirmo Chanyeol –. Escuchemos música en la radio – propuso.
– Sí, buena idea. Hay demasiado silencio aquí – comenté.
Se puso de pie, y cuando estaba a medio cruzar la habitación oímos unos fuertes golpes.
– ¡Venían de la parte de atrás! – grité, levantándome como impulsado por un resorte.
Fuimos corriendo a la cocina y nos pusimos junto a la puerta, tratando de ver algo entre la oscuridad de afuera.
– ¿Ves algo? – pregunté impaciente.
Chanyeol se apartó de la cristalera con expresión de desconcierto.
– No hay nadie – repuso.
– Pero si hemos oído cómo llamaban... – objeté acercándome a la puerta.
– Lo sé – admitió Chanyeol –. Mira tu mismo. No hay nadie afuera.
« ¿De dónde procedía aquel ruido? –pensé–. Estoy seguro de que no había sido producto de mi imaginación, ni menos de la de Chanyeol. »
– ¿Lo has hecho tú? – le pregunté a Chanyeol con tono acusador –. ¿Otra de tus bromitas para asustarme?
– ¡Pero qué dices, Baek! – negó él con cara de sorpresa –. Estoy tan asustado como tú y no me apetece nada gastar bromas.
Escruté su rostro un instante, y luego los dos regresamos al salón.
– Tendríamos que encender el fuego – murmuré, dejándome caer en uno de los sillones de piel con la mirada puesta en la chimenea vacía.
– ¡Maldita sea! – susurró Chanyeol –. He salido por leña pero... – empezó –... joder no he podido traer las provisiones y la leña todo junto... deberíamos salir a por leña, al menos tendríamos algo que hacer. El cobertizo debe de estar...
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CHALET ↬ Chanbaek
Fanfiction»- Siempre hay una primera vez para todo - declaró Chanyeol. ‹‹ [Portada by bxngfxo]