006.- ¡ÉL LO SABE!

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—Sí... mi padrastro... 

El rubio no sabe qué sentir, el sólo hecho de imaginar que el padrastro de Jimin lo golpea lo enoja y entristece a la misma vez pero también lo frustra ¿Desde hace cuánto tiempo Jimin ha soportado ese abuso?

—¿Por qué lo hizo? —pregunta.

—Pues, le estaba ayudando a ordenar el garaje cuando él estaba limpiando o sacando algo, qué sé yo, y yo me puse detrás de él y sin querer me pegó con una herramienta allí... Pero no es nada de qué preocuparse, daddy

YoonGi al escuchar la historia suspira aliviado, pensó que el padrastro de Jimin golpeaba de él pero no, sólo fue un accidente. O eso espera; por esta vez confiará en Jimin.

—Jimin, ¿te llegó el dinero que te envié? —Dice observando la hora en su celular—. Y apúrate que vamos tarde.

—¿Dinero? No lo sé, no sabía que me enviaba dinero —Jimin se pone los pantalones.

El rubio en ese instante quería golpearse la cara ¿Cómo es que no sabía que le enviaba dinero si en el contrato decía aquello? Al parecer alguien no lo leyó.

—Daddy, ya estoy listo —sonríe al ver la mirada inquisidora de YoonGi.

—Ven —le dice al ver que se abotonó mal la camisa—, eres un desastre. 

YoonGi comienza a desabotonar la camina de Jimin de arriba hasta abajo, haciendo con sus manos contacto involuntario con la piel del menor, logrando que se estremezca por el frío de sus manos. Jimin no puede evitar pensar en una escena caliente al ver a la altura a la que está el rostro de YoonGi. 

La mente del peli-naranjo está tan concentrada en sus sucias fantasías con el rubio que no se da cuenta que YoonGi ya le ha abotonado de nuevo la camisa y éste le está moviendo las manos frente a su rostro para que le preste atención.

—Hey, Jimin —le llama, sin recibir algún indicio de vida—. Planeta Tierra llamando a Jimin, Grrp.

YoonGi, aburrido y hastiado, le da un zape en la cabeza.

—¡Dios! —Jimin agranda los ojos—. Necesito usar el baño.

 YoonGi al notar la notoria erección en los pantalones del menor y que éste trata de escapar lo toma por el cuello de la camisa, atrayéndolo hacia él y para luego empujarlo en su cama bruscamente.

Jimin gimió de dolor al sentir el choque de su espalda con la mullida cama, si bien es suave y todo el cuento, hay que destacar que YoonGi tiene una fuerza descomunal... Y que él sólo tiene dieciséis años.

El rubio con el ceño más que fruncido se pone a horcajadas sobre Jimin, haciendo que el menor trague grueso y se ponga nervioso. Nunca ha visto a YoonGi tan enojado. El peli-naranjo siente que va a explotar cuando siente la cálida respiración del rubio en su oreja.

—¿Cómo te atreves a tener una puta erección cuando estamos atrasados? —Le dice con voz grave, haciendo que Jimin se encoja en su lugar—. Necesitas un castigo.

—¿C-castigo? —Repite asustado, temblando bajo el mayor—. Daddy, ¿qué le pasa?

YoonGi se queda mirando por largos lapsos de segundos el acongojado rostro del menor que miedoso no logra sostenerle mirada. Jimin no reconoce a Suga, pues él no es así, y siente miedo de que con castigo se refiera a golpes, a Jimin no le gusta que lo golpeen. Pero si eso llegara a pasar, él no lo permitiría; es sólo un chico y es obvio que se calienta más fácil que un adulto.

El rubio al sentir un forcejeo por parte de Jimin para que se baje de su cuerpo parece despertar, moviendo su cabeza y tocando con su mano su sien. Un fuerte dolor le invade y no sabe por qué, tampoco sabe por qué está encima de Jimin.

MY SUGAR DADDY ➵YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora