MY SUGAR DADDY ➵YOONMIN

002.- A ÉL LE GUSTA OTRO

NamJoon mira por la ventana ignorando a YoonGi que habla como perico; algo muy raro en él. Joon no sabe que es peor: que YoonGi hable como mujer en peluquería o que lo han rechazado por segunda vez, ¡y el mismo chico, mierda! 

Está frustrado, nunca antes lo han rechazado y llega él y lo hace pero el desgraciado no bastó con sólo rechazarlo una jodida vez, sino que, también, se atrevió a una segunda vez. Y eso, a NamJoon, le jode como cuándo no alcanza un hit; a pesar de que eso le ha pasado pocas, casi nada, veces.

—¡Maldita sea, Nam! —Grita el mayor enfadado—. ¿Me estás prestando atención?

—Jódete, Suga —el rubio lo mira con el ceño fruncido, él nunca le ha hablado así.

Joon se levanta de su lugar mirando sus zapatos y murmurando cosas que ni el mismo logra entender, sabe que no debe desquitarse con su mejor amigo, menos cuando hace una semana él le compró un frappé. Pero Kim SeokJin lo tiene al borde de la locura; sus gruesos labios, su bello rostro, su forma de actuar, su ser entero lo tiene muy loco. Desquiciado, es la palabra correcta.

Por otra parte, YoonGi está demasiado preocupado, como NamJoon últimamente no está estable su desempeño en la composición decayó considerablemente. Y, lo que más le jode, Nam no le dice lo que lo tiene tan mal; hace varios meses que no está así, él realmente está preocupado por su amigo, no sólo por su carrera,  sino, también por su salud mental.

El rubio se dirige a la habitación del menor y golpea la puerta con delicadeza, el mayor, tras escuchar un «pase», muy desanimado por parte de Joon, entra a la alcoba desordenada. Yoon mira la pila de ropa sucia en el suelo, las cortinas cerradas; restándole luz al cuarto, y sus cosas desparramadas en el suelo. Aquel lugar necesita una buena limpieza, el mayor jura que algo murió allí dentro.

—Joonnie —dice, al ver a NamJoon sentado frente a su escritorio con las manos tirando su cabello—. ¿Estás bien?

«Vaya pregunta, YoonGi, por supuesto que está bien; mira su cara de felicidad». Se reprende el mayor

—Estoy mal, hyung —comienza el peli-rosa—. En realidad, mi corazón está hecho mierda.

—Tu corazón no está hecho mierda, Nam —toca el hombro del menor—. Tus sentimientos sí. No es lo mismo.

NamJoon lo mira con una ceja enarcada y vuelve su vista hacia abajo; YoonGi nunca se ha enamorado, ¿cómo va a saber cómo se siente?, a él nunca lo han rechazado. Él es NamJoon; el dios de la destrucción, nadie quiere estar con alguien que al tocar algo lo rompe.

—Lo siento —se disculpa el mayor—. Pero explícate, por favor. No todos tenemos un CI alto.

Se ríe bajito.

—Tu chiste, si es que lo fue, es muy malo, hyung —dice Nam deprimido y suspirando—. Verás, YoonGi, me gusta alguien pero ése alguien me rechazó... por segunda vez. Y jode mucho. No sé si me entiendes.

—¿Por eso estás tan deprimido? —habla sin creer aquel motivo tan absurdo. Joon va a reclamar pero Suga se le adelanta—: Primero que nada, es muy tonto, y no lo sabes. Segundo, eres Kim NamJoon; Rap Monster ¡por Dios! ¡El puto Dios del rap! Si te rechazó por segunda vez que se vaya a la mierda, no te merece. Tú puedes tener a cualquiera en la palma de tu mano, sólo con pedirlo.

—Sí, tienes razón —se anima NamJoon—. Puedo tener a cualquiera. Pero... yo lo quiero a él, no quiero a cualquiera, hyung.

YoonGi quiere, en éste preciso instante,  matar a NamJoon por no quererse en lo más mínimo, es eso o el idiota en verdad quiere a ese sujeto.