-Si me es posible estar toda la vida lejos de ellos, no volvería nunca. Me siento bien así, Mary — dijo Roger, Mary Bowie lo miro de reojo, había tristeza en sus palabras

Los dos salieron del enorme edificio que formaba parte del teatro, las luces de la ciudad alumbraban una noche tranquila y relajante. Mary tomó del brazo de Roger y juntos atravesaron la calle, sin decir una palabra, se detuvieron frente a una tienda de vestidos de  novia, la luz de la ventana iluminó el rostro de Mary y Roger la miró con ternura. Ella era hermosa, su cabello rubio como el oro, sus ojos azules como el mar y su piel blanca como la luna, unos labios rojos como las rosas, Mary Bowie le era muy hermosa.

-¿Lo dices por Rogerina? — le preguntó por fin ella

-No. Esta vez lo estoy diciendo por mí, porque quiero ser feliz, no quiero que nada me detenga, quiero vivir tranquilo y al lado de la mujer que me ame realmente — Roger se dio la vuelta y se detuvo a mirar uno de los vestidos del ventanal

Mary suspiró ligeramente, cerró los ojos y negó, tenía miedo a que Roger le rompiera el corazón, a que le dijera que su corazón seguía siendo de Rogerina May y que su visita a Brasil no valiera la pena. Se dio la vuelta y se colocó al lado de Roger, también mirando el vestido de novia que él observaba.

-Mary — Roger suspiro de igual manera, sus labios temblaban y lentamente miró a Mary a su lado, entonces dijo — ¿Tú me sigues amando?

Mary Bowie rápidamente lo miro, no entendía nada de lo que él le había dicho, no lo entendía a él, no sabía si contestar a su pregunta o salir corriendo por miedo a lo que él le pudiese contestar si ella le decía que sí, que sí lo seguía amando como a nadie más. Tenía miedo al rechazo, tenia miedo a que Roger no sintiera lo mismo que ella, le tenía miedo a Rogerina May y al amor que algún día Roger sintió por ella. Pero tampoco quería perderlo si le decía que no, tampoco quería que él la dejara y sufriera por su error, así que ella se armó de valor, tuvo la valentía de mirarlo a los ojos y decirle que sí, que era lo mejor que aún no tenía.

-Sí, Roger — le contestó ella cabizbaja — Te sigo amando como el primer día en que te conocí

Roger sonrió, sonrió de una manera sincera, miró con ternura a Mary y dirigió su mano derecha a la barbilla de la joven, lentamente levanto su mentón para lograr que ella lo mirara a él, para regalarle una sonrisa y si le era posible un beso, porque en ese momento solo estaba deseando besarla. Mary logró mirarlo a los ojos y los ojos de Roger le sonrieron, una sonrisa que tranquilizó a la joven, que la hizo sentir amada, correspondida. Roger se acercó a ella y la rodeó lentamente por los hombros, bajando los brazos hasta su cintura y la abrazo, Mary lo abrazó a él también y juntos estuvieron así, abrazados. Era Roger quien no se quería separar de ella, ya nunca.

Había pasado ya un año más, Rogerina estaba a pocos días de graduarse y muy pronto iba a cursar la universidad, para preparar sus estudios como abogada. Su madre, Brianna y Brian, su padre, estaban muy contentos con el desempeño de su hija mayor, estaban orgullosos de Rogerina y en lo que se había convertido. No le podían pedir más a la vida.
La joven arreglaba unos cuantos libros en su habitación, acomodaba su librero y procuraba de dejar todo en orden, entonces encontró su libro de historia, de un momento a otro, tuvo la necesidad de hojearlo y revisar lo que tenia dentro, hasta que se encontró con algo que logro hacer que su corazón palpitara al cien.

“Me vuelves loco”

Roger, ese mensaje de amor era de Roger, de hace tres años. Su abuela Joahnna lo había encontrado entre sus cosas y leído en voz alta, aquel mensaje que Roger le había dedicado con tanto amor.
A Rogerina se le llenaron los ojos de lágrimas y llevó el pequeño papel hasta su pecho, para después cerrar los ojos, las lágrimas rodaron por sus mejillas blancas. Cuánto lo había amado, cuántas lágrimas derramó por él, cuántas veces no durmió por estar pensando en su único y verdadero amor, lo había amado con mucha fuerza ¿O era que aún lo seguía haciendo? Había sido muy feliz con él, pero debía olvidarlo, sobre todo por su bien.

I Want To Break Free •TERMINADA•Where stories live. Discover now