Capítulo 18

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"Rogerina May"

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"Rogerina May"

Ahí estaba su hija, la niña que había abandonado sin ninguna consideración. Brian tenía en frente a la mariposa que no vio volar, a la mariposa que ahora era toda una mujer, la niña a la que hubiese deseado criar, educar, darle todo ese amor que Brianna le dio por su parte.
Rogerina, la muy hermosa rubia y de ojos azules, la niña alta, delgada y siempre con una carita parecida a la de una muñeca de porcelana, tenía las mejillas mojadas de lágrimas, sus ojos brillaban, en realidad ella sólo estaba llorando de felicidad.

-Papá — susurró entre llantos y con una sonrisa dibujada en los labios — Eres mi papá

-Mi amor — Brian extendió los brazos y la joven corrió a ellos, como una niña de tan sólo seis años

Lo necesitaba, todo lo que le había dicho detrás de esa puerta le término demostrando que él siempre estuvo con ella, desde la vez en que le puso el nombre, hasta la vez en la que Freddie Mercury cuidó de ella, como si fuese su ángel guardián. La joven seguía dolida, sí, pero comprendía todo. Su padre y su madre eran tan sólo unos adolescentes de su edad, sin nada en la vida, sin pensamientos adultos, sin madures, ella en el lugar de su madre hubiese tenido tanto miedo de cuidar a un bebé sola, pero su madre, aquella mujer fachosa y flaca, salió adelante gracias a la ayuda que su madre y hermana le brindaron. Su madre era el más grande ejemplo de vida que ella tenía.
Rogerina abrazo a su padre y comenzó a llorar tan desconsoladamente en su pecho, se sentía protegida, siempre le había hecho falta una imagen paterna, siempre le había hecho falta alguien que le enseñara a defenderse, de alguien que la protegiera con unas manos tan fuertes y grandes. Sí Rogerina hubiese tenido a su padre siempre cerca, tal vez ella estuviese en otro país, estudiando, disfrutando de su adolescencia y no en donde estaba ahora... perdidamente enamorada de un hombre mayor.

Brian siempre había soñado con ese momento, siempre había soñado con abrazar a su pequeña, la bebé de cabellos rubios y ojos azules, la bebé que sólo pudo conocer por medio de una carta escrita con tinta negra. Era claro que Brian notaba que su hija se parecía mucho a él, y hasta había notado muchos gestos que él hacía en ella, la amaba tanto a pesar de que ella lo odiaba a él.

Brianna no soportó más y corrió escaleras arriba, al ver al hombre que amo y a su hija, unidos, abrazándose, llorando el recuerdo y falta del otro, se acercó a sus dos amores y también los abrazo. Brian al tenerlas a las dos, abrazo también a Brianna y a su hija, sintiendo que estaba completo, sintiendo que ese hueco en el corazón, que había estado vacío por dieciséis años, por fin estaba lleno, por fin tenía el pedazo que le faltaba para ser completamente feliz.

-¡Las amo! Las amo tanto a las dos, y le doy gracias al cielo por tenerlas aquí conmigo — agradeció Brian, después de limpiarse las lágrimas — Rogerina, mírame por favor — pidió

-¿Sí? — contestó la joven entre sollozos

-Perdóname, perdónenme las dos. Les pido perdón por haberlas abandonado, por dejarlas solas y por ser tan cobarde. Brianna perdón, por dejarte sola, por hacer que dejarás de creer en los hombres, en el amor, por las tantas lágrimas que derramaste por mí culpa — le dijo a Brianna, la mujer sonrió

I Want To Break Free •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora