Capítulo 30

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“Eres mi mayor prioridad”

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“Eres mi mayor prioridad”

La sonrisa de Mary era sorprendente, le había dado mucha seguridad, sobre todo por sus hijos, quienes no tenían la culpa de los errores cometidos por su padre, quienes no debían presenciar una escena no apta para sus edades, aunque de hecho comprendían la situación, sobre todo Félix, quien a pesar de su corta edad, era bastante inteligente. Si Mary se alteraba o comenzaba una guerra entre ella y esa "señorita" podría lastimarse, no olvidaba que llevaba a un bebé en el vientre y, que a pesar del dolor y la tristeza, no quería hacerle más daño.

—Veo que me extrañaste, querido —Mary le dijo a Roger, sin dejar de mirar fijamente a los ojos a Rogerina—, mira que meter a una prostituta en tu cama sólo para llenar el vacío que te provocaba mi ausencia, es triste para ella

—Mary, deja que te explique —Roger comenzó a suplicar, pero Mary lo ignoro ágilmente

—Félix, Rory, vayan por favor al taxi, suban a él y díganle al chófer que me espere, yo bajaré en un momento

—Si mamá —Félix obedeció rápidamente a su madre, sin poner un pero o un contra, tomó a su pequeña hermana de la mano y la saco de aquel lugar, evitando contacto con su padre

Una vez que los pequeños salieron, Mary se aseguró que no hubiese rastro cerca de ellos y, de nuevo se volvió a Roger, para darle una merecida bofetada, sin decirle nada o derramar una sola lágrima.

—No quiero que te vayas sin que antes pueda explicarte las cosas, por favor, Mary —Roger se arrojó al suelo, abrazando las piernas de Mary y depositando besos sobre ellas—, Mary, por favor

—Quiero que me sueltes ahora mismo, Roger, por favor —le pidió ella, cerrando los ojos y suplicando por que su amor por él no interviniera, sabía que lo perdonaría y por eso debía mantener la poca dignidad que le sobraba

—No, quiero que me escuches, quiero que te quedes aquí, que hablemos, que nuestros hijos llenen de alegría este departamento —le seguía suplicando

Rogerina estaba escuchando todo lo que Roger le decía a Mary, la rabia le estaba comiendo el alma por completo, sus penetrantes ojos azules estaban llenos de lágrimas, una vez más Mary estaba ganando y no lo iba a permitir.

—Roger, levántate ya —le grito la rubia—, levántate y ten el valor de decirle que vas a quedarte conmigo, ¿o quieres que yo lo haga? ¿Quieres que le haga saber las promesas que me hiciste mientras me hacías el amor?

Mary soltó una gran carcajada que seguramente se había escuchado en todo el edificio, y no, no era para burlar a la rubia, ni con sarcasmo o para hacerle enojar, no, en verdad le había dado mucha gracia lo que acababa de decir.

—Chiquilla, ten un poco de dignidad, conserva la poca decencia que te queda, si es que realmente la tienes o la tuviste —Mary se volvió a ella lentamente, Roger la soltó y siguió en el suelo— ¿Qué no te das cuenta?

I Want To Break Free •TERMINADA•Where stories live. Discover now