19. "Llegaré sano y salvo aquí"

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N/A: Imaginemos que la del gif es Olivia porque ajá.



Viéndose al espejo, Dakota se sintió avergonzada de sí misma. De su comportamiento. ¿Por qué reaccionó así? No lo sabía, pero tenía algún leve presentimiento que le decía que Justin le importaba más de lo que firmemente creía.

Pero es que no tenía ningún sentido. ¿Es que en estos días en los que no había visto a Justin, él había empezado una relación con Mae?

No es que esto fuera ninguna abominación; muchos dueños de acompañantes pueden tomarlos como pareja, ya que su estructura es plenamente idéntica a la humana (y, hey, ¡si se pone muy pesada la puedes apagar!) pero no sentía que era algo que Justin; el desequilibrado, el de comportamiento infantil, el que tenía como prioridad la mejora de su salud, retomaría su vida amorosa tan rápido.

Entonces Dakota se dio cuenta de lo poco que sabía sobre él. Cuando pasaban el rato, nunca le preguntaba de su vida pre-Sognare. Simplemente hablaban de cualquier cosa que sucediera en el momento, y mayormente, Justin le hacía preguntas a la pelirroja sobre la vida en el exterior: ¿sigue existiendo esa fuente en la plaza principal? ¿Siguen usando los microaviones, o ya inventaron otro medio de transporte?

Pero Dakota podía encontrarse ahí riendo con el ojimiel y no sabía que quizás había una chica esperando a su esposo o novio por ahí, quizás con un retoño que se pregunta dónde se encuentra su padre. Quizás una familia preocupada, unos padres que sufren cada día al ver en las noticias el triste destino que le tocó a su hijo, prófugo y trastornado.

Fue entonces cuando Dakota, con el coeficiente intelectual más alto estuviese en el lugar que estuviese, se dio cuenta de que el chico al que le dedicaba sus tardes no era más que un desconocido.

—No vi a Justin cuando entré y me pareció muy raro —La voz de la hermana de Dakota, Olivia, sonaba amortiguada del otro lado de la puerta, calmada y condescendiente—. Vi lo mismo que viste tú. Por favor, abre la puerta.

Recuperando la compostura y reprimiendo su mal e inmaduro comportamiento, Dakota abrió la puerta para darle la cara a su hermana.

—No sé qué fue lo que me sucedió, en serio. Quizás estoy muy cansada, apenas dormí anoche.

—Dakota...

—¡La falta de sueño causa severas consecuencias en el sistema neurológico del hombre! —Aquella frase no la había dicho desde hace mucho tiempo, y cuando lo hizo, más bien la recitó. En su acto de graduación, frente a una audiencia en la que no se sentía para nada cómoda. Pero Dakota tenía quince años entonces, y se encontraba nerviosa, no como ahora, de veinticuatro y alterada, rabiando ante su hermana sin motivo alguno—. Lo lamento mucho, Olivia.

Está demás decir que Olivia la comprendió, sin embargo, no concordaba con ella en que su problema era la falta de sueño.

—Así que crees que Mae es perfecta para ti —Wade repitió las palabras de Justin, tratando, realmente tratando que no se notara la incredulidad en sus palabras. Y es que todo había sucedido de la noche a la mañana. La relación entre Justin y Mae había sido normal en estos últimos días y cuando menos se lo esperaba, se encontraban besándose en el sofá mientras Coco la Perezosa estaba en cortes comerciales.

—Sí. No sé... todo es tan confuso para mí desde hace tiempo. Y lo único que tengo claro es a ella. Es que ella me ayudó a salir de ese infierno, y siempre le estaré agradecido por ello.

Wade asintió, pero se quedó pensando. Probablemente no era amor ni atracción, sino mero agradecimiento. De una forma u otra, se encontraba feliz de que Justin encontrara un poco de luz en medio de todo el desastre.

Se encontraban en los jardines. Era de noche y las luces instaladas en lugares clave del jardín le daban un aspecto mágico, donde destacaban los azules y los vistosos colores de las flores. Sería un momento mágico para estar con Mae aquí, Justin pensó.

Pero no pudo evitar pensar por un tortuoso segundo cómo se sentiría estar con Dakota en el lugar. La última vez que pensó en ella mientras se encontraba en los jardines tenía la intención de regalarle una flor. Y bueno... aquello no salió tan bien. El pensamiento de la pelirroja pronto dejó su mente.

—Wade, ¿te importaría llamar a Mae y decirle que venga?

—Está bien, pero vine aquí a hacerte compañía por una razón, Justin, así que tendrá que esperar un momento. Tranquilo, no tardaré mucho —Añadió antes de que Justin pudiera protestar—. Quiero decirte que me ha surgido un viaje de urgencia y en un par de días tendré que partir fuera del estado. Créeme que es urgente y por eso me veo obligado a ir, pues si no, preferiría quedarme aquí y ver por tus progresos personalmente. Pero te dejaré a cargo de Dakota y Olivia, ellas se quedarán aquí mientras yo no esté y se esforzarán porque sigas mejorando. ¿De acuerdo?

Después de unos segundos, Justin asintió. Aunque para sus adentros, pensó que quizás a esa edad, ya las personas deberían ser capaces de estar por su cuenta en casa.

Wade se alejó hasta salir de los jardines, y en unos minutos Mae había tomado su lugar al lado de Justin, con la diferencia de que entre ella y él no había centímetros de distancia que los separaran. En un momento ya estaban fundiéndose en un beso, como si fuesen uno solo.

[...]

Tres días después Wade se encontraba más ansioso que una novia apunto de contraer matrimonio. Era el día de su viaje, y a pesar de que su equipaje ya estaba hecho y la lista de requerimientos para Justin ya estaba impresa en papel sobre el comedor y también en las tablas informativas, no paraba de parlotear sobre los pequeños detalles que no colocó.

—Si le suministrarán algo que no esté en la lista, bueno, no me pueden decir... quién sabe si están monitoreándonos. Lo más seguro es que sí. Pero mientras tanto no...

—¿Cometamos el error de convertirlo en un fanfarrón? —Dakota alzó las cejas. Esto hizo a Wade dejar de hablar— Somos científicas como tú, Wade. Sabemos lo que hacemos. Tan solo confía.

—Está bien... es solo que, ha sufrido tanto, ¿sabes? Incluso aquí dentro, con las metidas de pata que he dado. No quiero que su situación empeore.

—No lo hará —Aseguró Olivia. Le dio una mirada a Dakota y en seguida esta supo que debía darles un momento de privacidad. Se excusó, y se marchó a la cocina, evadiendo los jardines con recelo—. Quiero que te cuides muchísimo Wade, ¿de acuerdo? No olvidemos que todo este viaje puede ser una emboscada para sacarles información a ustedes, o para torturarlos hasta que den con una idea para levantar de nuevo Sognare. Sabes defenderte, ¿correcto? Si algo te pasa...

—No será así —Le aseguró Wade, aunque ni siquiera él mismo estaba seguro de aquellas palabras. Quizás si lo decía en voz alta terminaría haciéndose verdad—. Llegaré sano y salvo aquí, lo prometo.

Sin decir más debido al nudo en su garganta, Olivia rodeó a Wade con sus brazos, atrayéndolo hasta ella en un abrazo. Wade besó su frente, pidiéndole a Dios que no fuese la última vez.

No podía ser la última vez.

—Te amo, Olivia. Volveré pronto.

Olivia le susurró un "yo te amo más" antes de desprenderse de él y verlo salir por la puerta, viendo como su novio se enfrentaba a un destino incierto.

Sognare → j.bWhere stories live. Discover now