15. "Dakota, yo también sé de parejas"

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Dakota retrocedió un par de pasos por el impacto. Para su hermana Olivia fue como ver un hombre de tres cabezas. ¿Esta era ahora la forma de saludar a las visitas y no les habían comunicado?

No. Lo cierto era que Justin la había besado porque le había provocado, además de que antes la recibió con un "mi amor". Tal como un novio lo haría con su novia... o un esposo con su esposa.

Wade le dio una mirada elocuente y suplicante a espaldas de Justin. Síguele la corriente, quería decir. Mae, por su parte, se había quedado estupefacta. Había subido las escaleras de nuevo, se acostó en su cama y se programó para dormir una hora con la esperanza de que cuando despertara Justin se comportara como una persona normal de nuevo.

O al menos, ya tuviese las manos lejos de Dakota.

—Estoy genial, cariño —Dijo Dakota, colocando sus brazos alrededor de los hombros de Justin—. Por supuesto que te extrañé.

—¿Se puede saber qué coño está pasando aquí? —Le susurró Olivia a Wade, adelantándose a su hermana para entrar. Examinó el rostro de su novio, lucía culpable por algún motivo.

—Lo he jodido... yo cometí un error y se puede decir que he empeorado su situación —Replicó Wade de manera cansina y sin ganas de seguir explicando el asunto. Pero era obvio que tendría que darle una buena explicación a Dakota.

—¿Qué? —La pelirroja sacudió su cabeza, claramente aún confundida— ¿Y eso que tiene que ver con él lanzándose a Dakota como si fuesen Romeo y Julieta?

—No quiero hablar de eso ahora mismo, ¿sí? No con él tan cerca. Luego te explicaré.

Y aunque a Olivia no le gustó el tono que su novio empleó para responderle, lo ignoró ante la llegada de Justin y Dakota tomados de la mano a la sala de estar.

—¿Por qué no hay ningún aroma viniendo de la cocina? —Preguntó Justin con el ceño fruncido. Estaba actuando tan optimista que casi ni parecía real— ¿No hemos cocinado nada?

—¿No lo recuerdas? —Se apresuró a preguntar Wade— Estabas en los jardines con Mae y yo acabo de venir del... supermercado, así que no hemos podido cocinar nada.

—¡Cierto! —Los latidos de Wade fueron menos deprisa ahora que sabía que podía manipular la información pasada de Justin, al menos por ahora— ¿Y dónde está ella?

—Durmiendo. Estaba exhausta.

—Ya. Pero, ¡debemos cocinar! Acostarse con el estómago vacío es malo, ¿verdad, Dakota? —Se volvió hacia ella, quien ni siquiera había abierto la boca para decir algo cuando el prosiguió— Já, ¡Y como lo vas a saber! Si es que te puedes olvidar de todo menos de comer. Mi querida esposa es como el monstruo de las galletas, pero con todo en general —Y entonces rió como si hubiese conseguido decir un chiste asombroso—. Claro que consigues mantenerte perfecta sin ningún esfuerzo.

Justin presionó los labios con Dakota y ella sintió morir. Pero no se confundan, no es por el romántico momento, sino que de un día para otro él se había convertido en el chico fanfarrón de la secundaria que siempre llegó a darle náuseas. ¿Dónde estaba el Justin al que le había tomado tanto aprecio? ¿Qué hizo Wade con él?... ¿O Mae?

—Nosotros haremos la cena —Le dijo ella—. Así podremos hablar un poco, ¿te parece?

—Por supuesto, cariño —Replicó Justin.

Entonces los latidos de Wade volvieron a aumentar. Joder.

Sin poder argumentar mucho, Wade se llevó a Olivia a los jardines para poder explicarle lo sucedido, mientras que Justin y Dakota partieron a la cocina para tomar el recetario que había sobre el mostrador y ponerse manos a la obra.

Sognare → j.bWhere stories live. Discover now