LA OCARINA DEL TIEMPO

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—Arriba, sobrino, hora de continuar viaje —dijo Astor mientras sacudía sutilmente al joven arquero.

—¿Ya ha amanecido? Qué bien dormí —dijo Link levantando la mitad de su cuerpo y quedándose sentado.

—Toma, muchacho —Hood le ofreció un té caliente y un pedazo de pan de los suministros de la carreta.

—Gracias, Hood —dijo Link y bebió un sorbo—. ¡Wow! Está caliente en serio —agregó abanicándose la lengua quemada.

—Y sí, campeón, el té se toma caliente —dijo el viejo.

Link bebió su té de a poco y comió un pedazo de pan. Observaba que Hood y Astor ya habían prácticamente levantado el campamento. Hood se encontraba tapando, con tierra húmeda, las brasas rojas que aún ardían después de haber calentado el agua para aquel desayuno. Mientras tanto, Astor ajustaba las amarras de los caballos recién ensillados y se aseguraba rápidamente que la carreta estuviera en condiciones para partir. Link se incorporó del todo y colaboró con el orden. Lavó el jarrito en el arroyo, lo guardó en la carreta con el resto de las cosas del desayuno y pronto los tres estuvieron listos para continuar el camino.

—¡Bueno, Hylianos, listos o no, allá vamos! —dijo sonriente el viejo y con un golpecito a los costados del caballo, este echó a andar.

Durante unos minutos nadie habló. Link, que no olvidaba la promesa del día anterior, tosió dos veces y carraspeó con la garganta insinuándole a Hood que debía empezar a hablar, tal y como había prometido.

—¿Has oído hablar de la Trifuerza, Link? —dijo el viejo notando la intención de su compañero.

—No que yo recuerde —respondió el joven—. Aunque como ya sabes, hay muchas cosas que no recuerdo.

—Muy bien, comenzaré por el principio —dijo Hood—. Hace mucho tiempo, tres entes hechos de energía pura, conocidos como "Diosas", aparecieron en este mundo para moldearlo. Las míticas divinidades fueron reconocidas como "Din": diosa del poder, "Nayru": diosa de la sabiduría y "Farore": diosa del valor.

—No entiendo bien por qué sales con este extraño relato, pero digamos que tengo curiosidad por saber cómo esto deriva en el hecho de que estemos aquí. Por lo tanto, haré, si no te molesta, las preguntas que considere necesarias —dijo Link algo escéptico.

—Pregunta lo que quieras. Yo tengo todo el derecho de no responder si no quiero, o si no conozco la respuesta —contestó Hood sin darle mucha importancia al comentario del muchacho.

—De acuerdo... ¿Por qué diosas y no dioses? —preguntó Link.

—¿Esa es tu gran pregunta? Esperaba algo más elaborado. En fin, según dicen, es porque quienes las vieron, las describieron como seres femeninos —dijo Hood sin entrar en detalles.

—Era solo curiosidad —agregó Link encogiéndose de hombros con una sonrisa.

—Bueno. Se cree que estas Diosas abandonaron nuestro mundo hace tiempo, dejando unas piedras triangulares conocidas como las "Trifuerzas" —dijo el viejo—. Por lo que se sabe, cada trifuerza otorga al portador un conjunto de habilidades, de la misma naturaleza que la diosa a la cual representa.

—Si lo que dices es cierto, imagino que Ganondorf quiere conseguir las trifuerzas —conjeturó el muchacho.

—Ganondorf ya tiene una —aclaró el viejo.

Link abrió los ojos y la boca. —¿Qué?

—¿Puedes adivinar cuál? —preguntó Hood sin sobresaltarse demasiado.

Link, Salvaje NaturalezaWhere stories live. Discover now