10.

861 117 79
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Marcus, Marcus, ocúltate, no dejes, no dejes que sep

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Marcus, Marcus, ocúltate, no dejes, no dejes que sep...


Vuelvo a despertarme sudando, esta vez, estaba girando entre infinitos puntos negros en un cuarto sin fin blanco, y una voz que repetía lo mismo. Debería ir a algún lado a que me revisaran, ¿será que Shaile sueña con cosas iguales? Le preguntaré apenas la vea.

Me levanto de la cama y recuerdo la reunión en la empresa, por lo que enciendo mi pantalla y veo la hora: 08:23. Aún tengo tiempo por lo que entro a internet para husmear las noticias, ayer no hubo desapariciones al parecer, pero si hubo un revuelo en la Alcaldía por eso. Suspiro lentamente, al parecer esta situación irá para largo y estoy dentro de ella de algún modo.

Voy al baño mientras sigo leyendo las noticias, busco alguna que me levante el ánimo y encuentro que han inaugurado un puente intercontinental entre Canadá e Islandia, conectando Europa con América, sé que algún día viajaré a Europa y conoceré los exóticos lugares que hay allá, ¿Qué podría haber más allá de las enormes calles de la Capital Mundial? Me encantaría saberlo.

Voy a la cocina y reviso que podría prepararme para desayunar, un cereal no suena como mala idea, cuando el timbre suena y voy a abrir, aunque supongo quién es.

—Hola Marcus —me saluda Shaile con una sonrisa— ¿no olvidas mi promesa?

Su presencia me hace temblar por dentro y mi corazón empieza a acelerar, hoy lleva una falda color azul oscuro, una de las que se compró ayer, junto con una blusa color blanco, se ve hermosa.

—¿Cu-cuál promesa? —le pregunto sorprendido.

—Pues que te iba a enseñar a cocinar idiota —me dice terminando con una risa.

—Ah claro, esa promesa —le digo emocionado, creo que me he puesto rojo.

Volvemos a la cocina y ella saca unos huevos y agarra una sartén.

—Verás, coges el huevo y lo golpeas contra el borde del sartén —dice mientras coloca el sartén en la estufa y golpea el huevo con ella—, si lo quieres frito solo tienes que abrir la cáscara y...

Destino S.A.Where stories live. Discover now