El futuro es el único momento que la humanidad no ha podido develar, se presenta ante ellos como un velo opaco que no deja ver más allá del momento y lo que está detrás de él nos asusta y nos causa curiosidad.
Ahora estamos en el año 2045, la hu...
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He vuelto a soñar con algo extraño. No sé si todo lo que Shaile me ha contado ayer me ha dañado la cabeza o me ha traumado de algún modo, pero este sueño fue diferente. No era estática ni una imagen sino que era yo, flotando y moviéndome entre miles de esferas geométricas, eran negras y parecían no tener fin, he despertado sudando frío y con el corazón acelerado. ¿Serán visiones?
Me levanto con dificultad de mi cama y recuerdo que hoy, al ser sábado, no hay trabajo. Decido salir y conocer los alrededores, comprar algunas cosas para mi casa, como comida, y despejar mi mente de lo que se me ha sido revelado ayer.
Voy al baño y configuro el agua para que salga caliente, me desvisto lentamente y entro a la ducha, la puerta de vidrio se empaña y dejo que el agua se escurra por todo mi cuerpo, me quedo un buen rato ahí, bajo el chorro de agua, esperando a que mis pensamientos se disipen o ebullan de algún modo con el agua caliente, pero no puedo dejar de pensar en los extraños sueños, en Shaile y en lo que ahora sé sobre mi empresa. Acabo de bañarme y cierro el agua. Cuando me percato de algo.
Si la empresa conoce mi destino, al igual que el de Shaile o el de cualquier persona, si conocen todo lo que voy a hacer, saben lo que me ha contado Shaile y cómo voy a reaccionar en el futuro. Si se ven amenazados por lo que Shaile me ha contado, ¿por qué no han hecho nada? ¿Por qué no nos han detenido o algo similar? No sé a quiénes me refiero con "nos", no sé a quién referirme ¿Al CEO? ¿A la empresa como alguien vivo? En fin, es alguien o algo que va a favor de estas desapariciones.
Salgo del baño y me pongo una sudadera que traigo desde la Academia la cual logra calentarme en estos días que empieza a hacer frío, cuando suena el timbre de mi puerta. ¿Quién podría ser ahora? Salgo de mi cuarto y me dirijo a la sala, abro la puerta de entrada y me encuentro a Shaile, vestida con una chaqueta de tela que le llega hasta las rodillas, parece abrigadora, y una bufanda color carmesí oscuro, estaba sosteniendo en su mano izquierda una bandeja con dos cafés y a su derecha dos cajas, su presencia, de una manera extraña pero agradable, me da un poco de tranquilidad.
—Hola Marcus —me saluda alegremente — pensé que no habías salido y te traje el desayuno, ¿hambriento?
—Muchas gracias —le respondo. Ese pequeño detalle por su parte me hace sentir extraño, algo en mi estómago que me resulta difícil de explicar pero que deseo sentir más a menudo. Tomo un café y una de las cajas, rozando una de sus manos en el acto y sintiendo una pequeña descarga en el lugar del roce— ¿dónde conseguiste esto?
