Flashback

Stiles y Scott habían ido al bosque a jugar como tantas veces antes. Siempre subían a los árboles, podían quedarse en ellos durante horas solamente hablando. Ese día a Stiles se le ocurrió que quería subir más alto, y, sin prestarle atención a los gritos de su mejor amigo diciéndole que bajara, fue como en un momento se torció él pie y cayó de costado en una de las ramas, e iba a caer al suelo. Cuando pensó que moriría sintió como una mano lo agarra de su remera: Scott. Su mejor amigo lo agarra con fuerza y logra subirlo a su lado. Luego de eso, Stiles no recuerda muy bien como es que bajaron ni mucho menos como llegaron al hospital. Solo sabe que si no hubiera sido por su amigo, probablemente estaría muerto.
No imaginó ver a Erik en el hospital y mucho menos tan preocupado por él.
- Bueno yo... Los dejo. Iré a llenar unos papeles Stiles si me necesitas me llamas. - le dijo su padre antes de irse. - Erik.
- Señor.
Cuando el hombre se fue, la habitación quedó en un profundo silencio, ninguno quería hablar primero.
- ¿Qué haces acá? - Stiles fue quien rompió el silencio.
Erik sabia que el niño - así le decía él - estaba molesto. Le había dejado de hablar, se había alejado y todo por sus estúpidos miedos.
De camino al hospital estaba aterrado. No se había detenido a escuchar porque el castaño estaba ahí cuando el policía lo llamó y cuando llegó y le dijeron que no eran mas que unos huesos rotos, se alivió.
Le gustaba. Y ya no podía negarlo.
- Escucha niño, se que estas enojado y tienes todo el derecho del mundo a estarlo, pero estaba preocupado muy preocupado. Solo quería verte, quería saber que estas bien. - mientras hablaba iba acercándose poco a poco a la cama.
- Pues ya me viste y como ya te habrán dicho estoy bien. - Stiles estaba molesto, y como el mayor sabia, el chico no tendría ningún problema en mostrarlo.
El castaño estaba sentado en la cama con los pies colgando. Tenía la mirada fija en sus manos que posaban inquietas sobre sus piernas. Tenia el brazo derecho enyesado y varios golpes en el cuerpo. De pronto, sintió unos suaves dedos posarse sobre su mentón que lo obligaron a levantar la vista.
- Lo siento. - dijo Erik con tristeza. - Fui un idiota al alejarme de esa forma y no espero que me perdones tan pronto, de hecho no espero que lo hagas en absoluto porque te conozco y que no eres de perdonar. Pero quiero que sepas que de verdad lamento haberme alejado y haberte lastimado.

En algún momento de su disculpa, Erik paso su mano del mentón de Stiles a su cuello, haciendo le imposible que alejara la vista.
Stiles no sabia que hacer, no se esperaba una disculpa y el estar tan cerca del otro lo ponía nervioso; su corazón empezó a latir tan rápido que pensó saldría de su pecho.

- Si que fuiste, y aún eres, un idiota. ¿Por qué lo hiciste? - preguntó Stiles sin alejarse.
- Yo... No lo se.
- Si lo sabes. Y no me lo quieres decir.
- Dios niño, ¿qué haré con vos? - dicho esto Erik junto sus frentes. Quedando a tan solo centímetros de distancia. El mayor no hacia mas que mirar los labios del castaño. Ya no podía mas, sabía que eso estaba mal, tal vez demasiado, pero no podía. Necesitaba probar esos labios.
Sin darse cuenta, se fue acercando a Stiles.
- Erik...- antes de que Stiles pudiera decir algo mas, sintió como unos labios se posaban sobre los suyos.
Erik lo estaba besando. Fue un beso lento, suave. Quería demostrarle cuanto significaba para él.
Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, estuvo a punto de alejarse, pero entonces sintió las manos de Stiles en su cuello, acercándolo mas. Todo rastro de cordura abandonó a Erik y siguió besándolo.
Se separaron por falta de oxígeno. Se quedaron así, con sus frentes juntas, sus manos en el cuello del contrario y procesando lo que acababa de ocurrir.
Stiles no podía pensar; su cabeza era un desastre. Pensó que Erik ya se había cansado de él y que por eso se alejó, y ahora venia y lo besaba. Así de la nada, todo era tan confuso para él.
Erik, por otra parte, no podía dejar de pensar en lo que había hecho; lo besó. Al fin lo besó. Y se sintió tan bien. Pero luego vino la culpa; Stiles era 5 años menor, eso estaba mal. Sin contar que su padre era él sheriff de Beacon Hilos, ¡lo mataría! O peor, ¿qué tal si le prohibía estar cerca de Stiles? Aunque de cierta forma eso no le importaba, seguía pensando que lo que hizo estaba mal.
- ¿Por qué hiciste eso? - la voz de Stiles interrumpió sus pensamientos e hizo que abriera los ojos.
El castaño lo estaba mirando y por un momento, un pequeño momento, Erik se perdió en esos ojos tan hermosos y olvido todos sus problemas, todas sus dudas y solo quiso seguir besándolo; pero no podía.
- Me gustas. Me gustas demasiado Stiles. - Stiles lo miró asombrado, no creía lo que estaba escuchando.
- ¿Qué?
- Pero esta mal. - Erik siguió como si no lo hubiera escuchado. Y sabia que rompería el corazón del niño en mil pedazos, pero tenia que hacerlo. Tenía que decirle la verdad. - Esta muy mal. Vos todavía sos menor y en unos meses yo seré mayor.
- Erik yo...
- No. No me interrumpas por favor. De otro modo no creo ser capaz de decir lo que necesito que sepas. - Stiles solo asintió con la cabeza. - Yo... Hace mucho que vengo sintiendo esto por vos, pero que no es correcto. Dios Stiles, no sabes como se me parte el alma al decirte esto pero tengo qué. - Erik hizo una pausa. Sus manos agarraban las del castaño con fuerza. Suspiró y una lágrima cayó por su mejilla; el menor ya sabia que esto le dolería demasiado. - Me iré. -
Stiles lo miro como si estuviera loco. No podía creer lo que estaba escuchando; sintió como su corazón se partía en pedazos.
- ¿Cuándo? - fue lo único que pudo pronunciar. Erik seguía mirando sus manos entrelazadas.
- Estaba apunto de partir cuando tu papá me llamó. Deje todo y vine inmediatamente a verte. No supe que te había pasado así que solo vine corriendo; necesitaba saber que estabas bien. que tal vez me odies luego de esto, pero seguramente me lo agradecerás.
- Debes estar de joda. ¿Eso es lo que dirás para sentirte mejor? ¿Siquiera me vas a decir a dónde te vas?
- Yo... No.
- ¿No? ¿Erik me estas jodiendo? - Stiles estaba casi gritando y aunque su corazón se estaba partiendo en miles de pedazos pequeños, el castaño no iba a permitir que el otro lo viera llorando.
- Stiles lo siento. De verdad que lo hago, y no espero que lo entiendas, pero ojalá algún día puedas perdonarme. - dijo mientras se alejaba.
- Erik no me dejes. - el tono suplicante y la mirada triste que recibió por parte de Stiles hicieron sufrir al mayor. Se volvió hacia él y junto sus frentes de vuelta.
- Lo siento mucho niño. que te estoy lastimando, pero jamás olvides que te quiero, demasiado. - y con eso lo besó. Un beso que ninguno olvidaría.
El mayor se alejo y se fue sin mirar atrás.
Stiles se quedó quieto, sin saber muy bien que hacer. Al cabo de unos segundos toco sus labios; no era su primer beso, pero sin duda era uno que nunca olvidaría.

Blood HunterWhere stories live. Discover now