Gale marca la PB y las puertas se cierran de golpe.

Me tiro en el suelo del ascensor escuchando el débil sonido al descender, intento respirar, tomar aire puro pero mis pulmones fallan y pareciese que hubiese corrido mucho más de diez kilómetros. Mi cabeza me da vuelta y no puedo contenerlo más, dejo que todo lo que tengo en la barriga se expulse por mi boca. Gale se arriba sobre mí tratando de darme algo de apoyo y yo sostengo su mano cuando llegamos a planta baja y las puertas se abren. Ambos salimos corriendo del edificio que se queda cada segundo que pasa más atrás de nosotros, los gruñidos de los tributos muertos nos llaman la atención y cuando los veo descender por la fachada del Edificio me detengo y los veo caer de plano hacia el suelo. De golpe

—Peeta! —me grita Gale. Su voz está lejos.

—Ellos están muertos... —susurro, mientras ellos corren hacia mí —. Yo los mate...

—¡Peeta! —me grita otra vez.

Pero ya el pánico cubrió mi cuerpo. Gale lanza una flecha que me pasa justo por la cara y me roza la mejilla dejando ardor con algo de sangre cubrir mi cara pero le pega a la cabeza a una chica rubia que cae al suelo de golpe; sin embargo el resto de los tributos siguen moviéndose, pero ella no. Se ha quedado inmóvil y no intenta ponerse de pie para perseguirnos, eso me da una esperanza.

Doy la vuelta con rapidez y sigo los pasos de Gale sobre las piedras que entorpecen nuestro camino. Él que corre mas rápido que yo me espera un segundo para ponernos juntos en marcha, rosa mi hombro con rapidez y masculla una disculpa por la flecha que ha rozado mi cara, pero niego restando atención. Intento desviar mi arma a mis espaldas, intentando disparar pero las ganas de seguir corriendo no dejan que tenga buena puntería y pueda pegarles balazos justo en la frente.

Gale da vuelta en la tercera esquina hacia la tercera avenida la cual aún tiene grandes charcos de agua salada por la ola de hace unas horas. Nuestros rápidos pies de entierran en el suelo y empiezan a dolerme los talones, pero continuo corriendo. Gale me hace una seña y me pide que me dirija hacia otra calle.
—Debemos perderles —grita Gale.
Le asiento con la cabeza. Rapidamente. Volteo hacia los tributos muertos pero están muy cerca de nosotros, corren tan rápido que hacen que parezca sencillo. Me quedo por un segundo notando que algunos tributos aún conservan sus heridas de muerte, puedo fijarme en Clove que aún tiene el balazo en la mejilla que le quito la vida... Balazo que yo le he dado. Maldigo! Si no me hubiese dejado consumir por los celos hacia Katniss esto no hubiese pasado. Ella quizá, estuviese con vida. Clove me da otra sonrisa y puedo ver como su mirada inocente cubre su rostro. Su cuerpo esta haciendo usado por Snow para llegar a nosotros y matarnos... ¿Alguien en casa querrá que yo regrese? Gale me lanza una mirada asesina al saber que es lo que estoy pensando, el pone atención.
—Tenemos que separarnos... Cubriremos mas espacio. -le gritó.

Él niega. Una y otra vez. Ya es tarde cuando le escucho decir alguna cosa ya que doy vuelta en un pequeño callejon. Mientras lo veo alejarse de mi con ojos brillosos Gale dice algo que no logro descifrar. ¿Quizá me ha dicho que me ama?

Le respondo también. Le grito que sin el no podría vivir. Que sin Gale, mi vida no sería nada.

No lo grito por simpatía hacia los televidentes, ni por buscar la aprobación de alguien. Le grito esas palabras por el amor que ahora siento y sobretodo por la promesa que me hice. Devolver a Gale vivo a casa.
—¡Vengan por aquí malditos! —les espeto.
Me doy cuenta que he tomado una pésima decisión ya que el callejón donde me he metido, no tiene salida.
Las paredes están hechas de ladrillos los cuales no podre escalar ya que están en mal estado. Rechino los dientes mientras llego al final del callejon y me doy de golpe contra el bote verde de basura industrial. Pongo mi arma sobre la tapa y me subo a ella con una maniobra que hace doler hasta el hueso de mi cuerpo mas pequeño. Hago una mueca de tristeza al ver que todos los tributos se han venido sobre mi.

No veo a lo compañero de tributo por ninguna parte, mantengo la respiración al no escuchar el cañon, Gale sigue vivo, Gale sigue vivo. Me repito una y otra vez.

Los tributos están a unos metros mi cuando puedo ver una pequeña escalera que conecta hacia el segundo piso de un pequeño edificio a mi derecha. Me llevo el arma a mi hombro cuando salto con fuerza hacia un peldaño que tomo con fuerza, me impulso hacia arriba. Cuando estoy subiendo los peldaños de la escalera puedo observar como los muertos hacen lo mismo, copian mis pasos para tratar de alcanzarme, pero me detengo y tomo el arma entre mis dedos. Pongo el dedo en el gatillo y disparo hacia sus frentes y veo caer a unos cuantos entorpeciendo el camino de los demás.
Puedo escuchar como sus cuerpos se dan contra el piso, me lamento mucho por lo que estoy haciendo pero es algo que debo hacer.
¿Donde estará Gale? Debió darse cuenta que nadie le sigue y aún así no se ha devuelto. ¿Que lo detiene? ¿Cato? ¿Mutos? ¿Otra cosa? En estos juegos se han perdido las reglas y inclusive han llevado el termino "Juegos" a otro nivel ya que los muertos vuelven a caminar, correr e inclusive quieren matarme de nuevo. Esto es crueldad adicional.
Sigo subiendo ya que he ganado algo de tiempo. Llego al segundo piso pero la ventana esta sellada y me llevara demasiado tiempo abrirla así que continuo subiendo con rapidez, con tanta que llego a la azotea en unos segundos. Disparo hacia abajo unas cuantas veces mas poniendo balas en frente de muertos. Solo me quedan unos ocho objetivos cuando escuchó el grito de Gale venir del otro extremo, venir de la calle...

Corro rapidamente hacia la otra esquina de la azotea, mirando hacia los lados en busca de ese grito. Un grito que ha hecho que mi corazón corra con rapidez.

Veo a Cato golpear el rostro de Gale, en múltiple ocasiones. Pongo en la mira su cara pero ambos se mueven tan rápido que no conservo la visión del cuerpo de Cato dentro de mi mira por mas de un segundo en el cual se me es suficiente para disparar. Gale ha perdido su arma ya que la veo a metros de él, tirada en el piso. Gale suelta otro grito mas al segundo en el cual Cato mete un cuchillo en su hombro. Suelto un gemido de dolor y mis ojos se llenan de lagrimas. Busco una salida para bajar a ayudarle...

Pero Clove muerde con fuerza mi pierna.

Los 74ºJuegos del Hambre (Peeta & Gale)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin