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Hago silencio, y solo apoyo mi espalda de la fría pared. Gale tampoco dice nada. Pero empieza a buscar algo como un loco por todos los cajones de la habitación con desesperación, tanta que escuchó los cajones caer al suelo con un estruendo.

Mirando todo de reojo puedo ver que también es una especie de oficina, y puedo ver el escritorio volcado donde Zeke se había escondido para que nosotros no pudiéramos verlo. ¿Se estaría escondiendo de las sombras de sus amigos de lo persiguieron hasta su muerte?

Mientras Zeke me miraba a los ojos pude ver una mirada turbia, llena de miedo y rencor. Sus palabras han dicho cosas que no tienen sentido, cosas sobre mi que me han hecho sentir muy mal. Como si algo dentro de mi se diera a conocer... Como si hubiese tenido una revelación que cambiaria mi vida para siempre. Tengo la extraña sensación de que Zeke sabia algo que no quería decirme. Trato de pensar que ha mentido, que solo quería llamar mi atención para que no lo matara ya que tenía la guardia muy baja y yo tenis el control, pero ha sido cierto lo que ha dicho. Se que no ha mentido, me gustaría saber que ha sido lo que Snow le ha hecho ver para que dijera esas cosas, cosas que inclusive Gale quizá no ha dejado de pensar ya que no puede verme a los ojos. O ¿Ha sido porque me he vuelto loco y he lanzado a un hombre desde el último piso de un edificio?

Me miro en el reflejo de un pequeño espejo pegado a la pared, y allí no veo el Peeta que ayudaba a su padre muerto en la panadería. En el reflejo puedo ver un joven fuerte pero machacado, un joven que ha perdido peso, que tiene sin dormir bien durante días, con moretones en su rostro y que ha sido victima de las circunstancias. Este chico es capaz de hacer lo que sea por las personas que ama, inclusive hasta cambiarse a si mismo y no volver a ser el chico que era antes: un inocente. Niego varias veces intentando entender que esto es opcional.

Gale parece encontrar una pequeña caja de cartón en la cual hay unas gasas y algunos ungüentos. Saca todo con sus manos rápidas y arma una pequeña capa de líquidos que se apoyan en la gasa. Se acerca a mí lentamente como si con cada movimiento que hace empieza a lastimarme. Suavemente limpia la sangre, y sigue intentando no hacerme daño. Pero hago una pequeña mueca al sentir el ardor sobre mi frente que termina recorriendome toda la cara, Gale se muerde el labio inferior al ver que me tenso un poco bajo sus manos.

Cuando termina de detener la sangre pone encima de mi cabeza una gasa la cual me hace dar otra arcada por el ardor y presiono mis dientes para evitar darle un improperio. En los ultimos días he intentado dejar atras mis sentimientos frágiles, intentando de formar al hombre fuerte que quiero que Gale conserve en su memoria al ganar los juegos; el debe ser el ganador. Ahora mirandole otra vez como si fuese la primera vez me doy cuenta que no puedo proteger a alguien que puede protegerse a si mismo. Siempre ha sido una persona autosuficiente, por mas que Gale diga que me necesita... Puede sobrevivir sin mi. ¿Como se que si salgo con vida de aquí no podre vivir sin verlo? La sensación de estar sin Gale me sube hasta la garganta junto a mi bilis. Aprieto los labios dejando de pensar en eso, porque duele.

Gale da unos pequeños pasos atrás como si yo fuese a hacerle daño. Una punzada dentro de mí pecho hace que el dolor de mi frente no me duele como su rechazo. ¿Estará sintiendo miedo de mi? Es tonto ya que Gale es dos o tres veces mas fuerte que yo, aunque tengamos la misma masa muscular. Aunque, Gale tiene algo diferente a mi.

—¿Estas bien? —Le preguntó, obviando la verdad.
—Peeta... -Empieza aunque le levantó un dedo para que se detenga.
—Soy un asesino Gale... Lo sé, solo intento sobrevivir.

Gale se lo piensa durante un momento haciendo que cada segundo que pasa sea peor que el anterior, rodea los ojos lentamente tratando de esquivar el tema en el cual estamos. Se acerca un poco a mi y con sus fuertes manos aprieta con suavidad mi camisa y me atrae hacia él dándome un suave beso en la mejilla. Sonrió al tomar sus caderas y unirlas con las mias. Sentir a Gale tan cerca de mi es algo que me pone contento y me hace olvidarme de todo lo que nos sucede.
—Deseo que estuviesemos lejos, en otro lugar. —me susurra al oído.
—Yo deseo mucho mas. —le doy un pequeño guiño, haciéndolo sonreír y el rubor sube a sus mejillas.
—Ahora que los habitantes de este lugar ya están fuera del mapa. Solo quedamos cinco.
Gale carraspea.
—Cinco Peeta... Solo quedamos cinco.
Algo dentro de mi se detiene a analizar lo que ha dicho.
Esa es la razón por la cual el no ha despertado a mi lado. Gale ha salido a matar tributos sin mi, para que yo no lo haga en su lugar.
—¿Quien ha sido? —pregunto, sutilmente.
Gale se mira la punta de las botas que están mojadas. Ahora que lo notó me pica un poco la nariz por el olor del oceano.
—Solo quedan cinco. Es lo que importa. La chica rubia esta muerta. Es todo. —Me dice, presionado sus palabras.

Los 74ºJuegos del Hambre (Peeta & Gale)Where stories live. Discover now