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No he reaccionado hasta que Gale me ha tomado del brazo y me ha sacado de la confusión que se ha armado luego de la declaración de Lake. Han cambiado la regla de los juegos otra vez en unos pocos días, el presidente Snow debe estar muy desesperado por atrapar nuevamente la atención de los distritos hacia sus maravillosos Juegos del Hambre. Estoy atónito y no puedo concebir alguna palabra, miro con algo de nostalgia a mi compañero. El cual luce tan fuera de su lugar como lo estoy yo ahora. ¿Alguja vez se habían empezado los Juegos justo a medianoche? No, jamas había pasado.

Las puertas del ascensor se cierran y el movimiento nos indica que empezamos a subir con rapidez. Me pregunto que sera de nosotros dentro de esos Juegos. Nadie sabe qué puede pasar ahora que han cambiado tanto las reglas, inclusive nos han quitado esos pocos días los cuales nos quedaban y yo pensaba disfrutar con la persona con la cual deseo estar. Gale me besa nuevamente con la pasión con la cual lo ha hecho durante este tiempo, sus labios emiten ese calor el cual me abraza.

—Peeta, recuerda que todo dentro de la arena, es un show de televisión.—me dice un segundo antes de que el ascensor se abra nuevamente.

Por primera vez estamos en la azotea del Centro de Tributos, es un lugar algo cuidado para ser solamente la gris azotea que me podría imaginar. Un aerodeslizador nos espera para llevarnos a nuestro destino. Hemos sido el último distrito en subir así que me reúno a un equipo distinto al de a Gale ya que es el protocolo a seguir. Cada grupo sube a su aerodeslizador correspondiente y cierran las puertas.

Cada tributo toma asiento en un sillón hecho de metal el cual es tan frío como el hielo. Una mujer de color se acerca a nosotros mientras el aerodeslizador despega con un estruendo.

—Tributos, llegaran a su unidad de lanzamiento a Los Juegos. Allí los esperara su estilita el cual les dará su vestimenta apropiada para la ocasiones. —nos dice, sonando tranquila. Ella no despierta sensación en mi hasta que nos dice: —Y que la suerte siempre esté de su lado.

Las son las palabras del Presidente Snow justo para cuando los Juegos empiecen. Empiezo a sudar frío luego de un rato y entiendo que llevamos mucho tiempo en esta cosa. El viaje debe ser largo, debe ser una arena algo nueva. En la escuela tienen la obligación de enseñarnos que las arenas son hechas con mucha antelación para los Juegos. Recuerdo que no he tenido la oportunidad de despedirme de Haymitch, Effie y mi equipo de preparación. Mi corazón sufre un arrebato al dejar una lágrima caer, la misma se mete dentro de mi uniforme de entrenamiento y desaparece. Veo la cara de perplejos que todos tenemos en este momento, inclusive el grande muchacho Cato tiene algo de miedo. Todo esto nos ha tomado por sorpresa a todo, tengo por seguro que es algo irregular en las ceremonias. Teníamos mucho más de una semana hasta que el día de Los Juegos llegase, pero todo es diferente ahora.

No se cuando vería a Gale nuevamente, pero guardo en mis más ocultos recuerdos ese último beso en el ascensor. Me gustaría tenerlo frente a mí para agradecer lo que me ha enseñado en este día. Su ayuda me sera valiosa hasta que volvamos a reunirnos en la arena, recuerdo que Gale y yo no hemos hecho algún tipo de plan el cual pueda ayudarnos a sobrevivir juntos, no hemos tenido tiempo para esos preparativos. Snow está haciendo todo lo posible para hacer la diferencia en estos Juegos. ¿Como se lo tomaran en los distritos? ¿Los forzaron a dejar sus obligaciones para reunirse y ver cómo todo comienza? Los días pertenecientes a Los Juegos son demasiado grises en Los distritos. Todos deben sentarse y esperar hasta que todo termine sin dejar de ver una sola cosa, Los Juegos del hambre me han creado pesadillas las cuales han durado por semanas. Ahora que soy parte de ellos, mis sueños ya no me pertenecen. Intento pensar en pinturas, óleos y el olor del pan recién horneado. Recuerdo ese olor claramente como recuerdo que mi color favorito es el Naranja, no el naranja chillón como la ropa usual de Effie y de las personas del Capitolio. El naranja el cual me gusta proviene del amanecer al cual en muchas ocasiones me quedo despierto para esperar, aquellos días en los cuales era sinceramente feliz con mi soledad y ahora los cuales nunca volverán. Aunque debo agradecer por lo poco que me ha quedado con mi compañero de distrito Gale, gracias a él he descubierto todo lo que soy y lo que espero de esta vida. Aunque no sea muy larga ahora.

Los 74ºJuegos del Hambre (Peeta & Gale)Where stories live. Discover now