Lokison --- Terminada.

Bienvenida a Asgard, mi Lady

Hola humanos :D cómo les va? ¿Cuántos hijos creen que vayan a tener Loki y Kat? Jajaja yo pienso que esos locochones van a tener muchos mini Lokis y mini Kats xD ya quiero pasar a la parte en que les dice a las chicas que ella también está esperando un bebé.

PDV: Loki.
Hacía mucho que no usaba esta cosa, me causó una extraña sensación. Ahora Katherin estaba abrazada a mí, estrechándose contra mi cuerpo, sin duda estaba aterrada pues no paraba de temblar. Le pasé el brazo por la espalda y la abracé con delicadeza, y deposité un beso en su cabeza. Estaba tan feliz de que estuviera conmigo en ese momento.
Me pregunté en lo que podría pasar, ¿qué quería Odín? ¿Acaso concernía también a Thor o simplemente lo mandó conmigo para darme la entrada? Más aún, ¿por qué mandó por Katherin? Ella no tenía nada que ver con el asunto que se le pudiera ofrecer al Padre de Todo, quizá era lo que me ponía más nervioso... Sin duda esto era importante si quería vernos a todos. Mi insípido hermano iba un poco más adelante que nosotros y Thomas junto a mí, tomándome la mano.
Finalmente llegamos a la cámara donde se encontraba el portero.

PDV: Katherin.
Estaba mareada, no quería repetir ese paseo nunca en la vida, la cabeza me daba vueltas y las piernas me temblaban. Menos mal que estaba abrazada a Loki y él me sostenía por la cintura, de otro modo me habría caído sin remedio. Tal parecía que a ellos tres no les había afectado en lo más mínimo el viajecito interdimensional o interplanetario o lo que fuese, odié mi situación, ¿tenía que pasarme todo a mí?
Más allá, con una espada clavada en un especie de altar, estaba un hombre de tez oscura, ojos naranjas y un casco que simulaban unos cuernos, pero no como los de Loki, estos eran distintos. Le sonreí timidamente porque nos miraba con una expresión neutral y él fugazmente me sonrió de vuelta.
-Bienvenidos a Asgard, Thor Odinson, Loki Laufeyson y Katherin Logan.
-Buen Heimdal, ha pasado un tiempo desde que me viste en Asgard- saludó Loki con un tono burlón y una sonrisa cínica.
-Desde que te pensamos muerto en Svartaheim- le contestó el guardián.
-Así parece.
-¿Qué?- estaba demasiado sorprendida, me separé y lo miré con los ojos muy abiertos -. ¿Te moriste una vez y no lo mencionaste?
-No lo creí importante porque no morí... Mi amor, sólo hay que dejarlo por la paz, te explicaré luego- pidió Loki. Me crucé de brazos e hice un puchero. ¿Por qué les gustaba ocultarme las cosas? ¿Era por ser mortal y que no confiaban en mí o porque no consideraban necesario que supiera lo que pasaba? Sentía que la estadía no iba a ser tan placentera como yo esperaba unas horas antes.
-Heimdal, ¿qué noticias hay del Padre de Todo?- inquirió el dios del trueno.
-Los espera en la sala de tronos, hijo de Odín.
-Bien, vamos Katherin- escuché decir a Loki, pero yo estaba más intrigada por el lugar en el que me encontraba -. ¿Katherin?
-¿Qué es todo esto?- pregunté mirando a mi alrededor.
-Es donde custodio la entrada a Asgard por medio del Bifrost- explicó Heimdal, giré para verlo, pero él mantenía la vista en el espacio, se veían miles de estrellas brillando en la distancia -, y desde donde vigilo lo que ocurre a años luz de aquí.
-Debe ser interesante- dije acercándome hacia el espacio que dejaba ver las constelaciones -. Y agotador.
-Es el trabajo que me encomendaron- suspiró y me miró de reojo -. Ya deben irse, el Padre de Todo los está esperando.
¿Nos estaba corriendo? Miré a los varones que me acompañaron, esperaban pacientemente a la entrada del lugar. Más allá se veían unas construcciones, ¿esa era Asgard? Loki caminó hacia mí y me ofreció su brazo para caminar, su mirada mezclaba diversión e impaciencia, ¿era por mí o porque no quería estar en Asgard? Lo tomé y lo seguí hacia la entrada sin decir más.

La ciudad se veía bellísima, resplandecía en dorado cuando los rayos de luz chocaban con las estructuras. La vista simplemente era magistral. Lograba ver a lo lejos algunas esculturas, posiblemente de antiguos reyes, y también unas placas flotando... Eso no tenía sentido, ¿dónde habían quedado las leyes gravitacionales? Mejor ni me quebraba la cabeza pensando en eso, estaba en otro planeta o dimensión, era difícil de entender lo que pasaba ahí. El cielo estaba cruzado por nubes del color del atardecer y allá habían... ¿Planetas? ¡Quería volver a la Tierra en ese instante!
Unos metros al frente, esperaban unos guardias con lanzas y unas arqueras, seguramente eran las Valkirias, tenían un par de caballos listos para nosotros. Hicieron una ligera reverencia y le entregaron las riendas a Thor y a Loki.
-Hermano, ¿estaría mal si le mostrara la ciudad a mi futura esposa?
Espera, ¿de qué me perdí? Hasta donde me quedé, habíamos terminado y por ende, el compromiso se había roto. ¿Debía darlo por restaurado por el asunto del bebé? Creo que esto no estaba muy claro, tenía que sentarme con Loki para hablar con calma.
-Naturalmente no me opondría, sin embargo Padre nos espera ya. Podrán ir después de la reunión. Hay que apresurarnos.
-Estoy segura, señor del trueno, de que unos minutos no harán la gran diferencia- intervine, haciendo uso de mi más refinado lenguaje, todos hablaban tan propios que me sentiría rara sino lo hacía también -. Además, no estoy en la mejor condición de galopar rápidamente.
Ambos me miraron con el ceño fruncido, ¿era tan raro escucharme hablar así?
-Como gusten, por mi parte me adelantaré. ¿Permitirían que llevara conmigo a mi sobrino?
La cara de Loki se transformó por un segundo, dejando ver que odiaba que consideraran a Thomas como familiar suyo; recordé cuando pasó lo mismo en la visita de Odín, cuando el niño lo llamó "abuelo".
-No tengo inconveniente, adelante- aceptó en tono serio.
Thor ayudó a Thomas a subir al caballo y él montó tras él, resguardándolo con su cuerpo. Las Valkirias, que iban a caballo, galoparon al mismo ritmo que ellos mientras se alejaban, flanqueándolos. Los guardias retiraron de mis hombros la capa y el casco, e hicieron lo mismo con Loki.
>Mi Lady- dijo Loki haciendo una reverencia y señalando galantemente hacia el caballo. Tomé la mano que me ofrecía y me acerqué al animal.
Uno de los guardias hizo que el animal comenzara a agacharse para hincarse y permitirme subir más fácilmente, jalando de las riendas, pero lo detuve.
-¡No! Por favor, puedo hacerlo yo misma.
Metí el pie en el estribo y tome el pomo para impulsarme y subir. No me fue difícil, a pesar de haber pasado años desde la última vez que monté un caballo, aún recordaba cómo hacerlo. Loki subió detrás de mí y me rodeó la cintura con un brazo mientras tomaba las riendas con la mano contraria. Presionó gentilmente al caballo con los talones y comenzamos a avanzar despacio. Todo en conjunto parecía un sueño, me pregunté si no etaba muerta.
Los guardias caminaban situados en los puntos cardinales; a pesar de ser sólo una invitada, me sentía tan importante al ver todas esas atenciones.
-Supongo que todo esto te resulta totalmente extraño.
-Sólo un poco, no es precisamente lo que acostumbro hacer cuando voy de visita a algún lugar.
-¿Por qué de repente decidiste comenzar a hablar así, mi Lady.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué me dices "mi Lady"?
-Mero protocolo, es como acostumbran hablar en este lugar.
-Ahí tienes tu respuesta, dios del Engaño, la razón por la que hablo así. Sería demasiado extraño si yo no hablase de esta manera.
Me incomodaba que los guardias escucharan nuestra plática, no estaba acostumbrada. No paraba de mirarlos a uno y a otro.
-No te preocupes, los Einherjar son la guardia real. No se inmutan a no ser de que los llames.
-¿Estabas urgando en mi mente de nuevo, Loki?
-No estoy obligado a responder eso, no puedes cuestionar las habilidades de las personas fuera de Midgard, es de mal gusto.
-¡Acabas de inventar eso!
-Puedes creer lo que gustes, pero sigue siendo una pregunta de mal gusto.
-También lo es entrometerse en mis pensamientos, podría estar pensando cosas inapropiadas que no quisiera que vieras.
-No tienes remedio, mi Lady.
-¿Por qué "mi Lady"? ¿Así les llaman a todas las mujeres aquí?
-No, se reserva para las mujeres con un lugar alto en la pirámide de la sociedad.
-¿Y yo qué?
-En términos generales sigo siendo unos de los príncipes de Asgard y aunque no es reconocido, soy el rey de los Gigantes de hielo del reino de Jottunheim, ya que mi padre, Laufey, falleció hace bastantes años. Y, en vista de que eres mi prometida, eres casi una reina.
Juro que si Loki no me hubiese sostenido, me habría caído del caballo. ¿Una reina? ¿Qué me estaba diciendo? Ahora estaba asustada... No, estaba aterrada ante la idea. Me metí en un tubo de luz cósmica y ahora resultaba que era ¿qué? Quería regresar, ya no quería estar ahí. Pensándolo bien, Asgard me asustaba un poco. Guardé silencio durante el resto del camino, hasta que finalmente llegamos al palacio... Esto se estaba poniendo feo.

Muero de risa, Kat casi casi se desmayaba jajaja xD no puedo, juro que llevo 15 minutos riendo por imaginarme su cara de pánico O.O
Bueno, anímense a dejarme comentarios, me gustaría saber lo que les parece mi descabellada historia :) también si gustan votar y seguirme, es gratis n.n
Nos vemos en 3 días, besos :D