Despedidas

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Para cuando terminaron de ver los zapatos en unas 5 zapaterías, ya se había pasado la hora de comida (eran las 5pm) y al menos yo estaba a punto de morir de hambre, creo que inclusive me había dormido en uno de los sillones de los establecimientos, ocupados también por hombres y niños pequeños que venían con las otras compradoras; estoy segura de que más de una persona pensó que yo era lesbiana, ¿qué mujer se puede resistir a los zapatos? La verdad es que aunque tuviera otras preferencias sexuales, me encantaría ver los zapatos, pero para entonces tenía más de 50 pares de zapatos, entre botas, zapatillas, zapatos y tenis, así que decidí no acercarme a los aparadores, por el bien de mi cartera. Caminamos unos minutos, por suerte toda la vida he caminado con tacones o hubiera muerto en el intento, y como todas teníamos hambre, entramos en un restaurante italiano que estaba ahí cerca, ya era necesario un poquito de combustible porque de lo contrario no aguantaríamos la tarde que nos esperaba, al menos no yo.
Luego tomamos un taxi y minutos después llegamos a un club donde bailamos entre el mar de gente que llegaba poco a poco (por suerte ese lugar abría temprano a comparación de otros clubs), bebimos unas cervezas y otras bebidas (no todas con alcohol), nos quedamos unas 3 horas, lo que nos daban las 9pm en el reloj. Para entonces a Lauren ya se le habían subido un poco las copas y Constance iba por el mismo camino, pero no podíamos sólo ponerlas en un taxi y que se las llevaran, no en ese estado, así que optamos por seguir las 5 juntas y continuar la Ladies' night.
De nuevo nos subimos a un taxi y esta vez bajamos en un table con espectáculos Sólo para mujeres, Vanessa al inicio no quería entrar, pero al último logramos convencerla. Obviamente los bailarines se acercaron a nuestra mesa porque a Brianna le habíamos puesto un velo y sabían que era su despedida. Sobre las bebidas, tomamos algunas más pero en cuanto sentimos que se nos subía el alcohol, salimos y tomamos un taxi rumbo a casa.
Era poco más de medianoche cuando entramos por la puerta, básicamente ya era domingo. Para nuestra sorpresa los hombres ya estaban ahí, comiendo frente al televisor. Nos unimos un rato, y alrededor de la 1am decidimos irnos a dormir. Yo tomé mi antigua habitación y Loki se quedó conmigo, colocamos las bolsas de dormir en el suelo y nos metimos en ellas. Pero luego recordé que tenía la ropa puesta, así que salí de la bolsa y me desvestí, quedándome en ropa interior. Casi me caía encima de Loki al quitarme los jeans, ¿se me había subido el alcohol? No había tomado tanto.
-¿Estás ebria, Katherin?
Supongo que mi cara feliz me delataba. Tampoco estaba tan mal. Me senté junto a su bolsa de dormir, con las piernas enredadas en flor de loto.
-Sólo un poquito. No bebí tanto, unas 3 cevezas y 2 margaritas y 1 clericot y varios caballitos de tequila.
-¡Carajo, Katherin! ¿Cómo sigues despierta?
-Porque no estoy tan mal. La vez que me embriagué en la fiesta que organizaron tú y Helena, me tomé una botella completa de coñac y unas 5 cervezas, por eso me sacaron cargando. Debiste ver la maldita resaca que tuve la mañana siguiente.
-Demonios, ¿cómo puedes con tanto?
-Pues ya lo ves- estiré las piernas y me acosté junto a él, hecha un ovillo -. Además no bebo diario- de la nada se me ocurrió la gran idea de montarme sobre él, así que lo hice ante su mirada desconcertada, no sabía si moverse o quedarse quieto.
-Katherin, por favor, necesitas dormir. Mañana nos iremos antes de medio día.
-Pero no quiero dormir, quiero quedarme despierta, quiero que me hables y que te quedes despierto conmigo- me acosté sobre él y él me rodeó con sus brazos.
-Será otro día, nena, descansa por ahora.
Lo último que recuerdo es que me metió en su bolsa de dormir y me apresó entre sus brazos que me presionaron contra su cuerpo, recuerdo sus labios en los míos susurrándome un "Que descanses".

***

Cuando desperté, Loki seguía dormido, abrazándome. Yo estaba recargada en su pecho, subiendo y bajando cuando respiraba. Me separé un poco y admiré a ese hombre... ¿Cómo podía denominarlo? ¿Mi novio? ¿Mi amante? No importaba, era mi hombre, mío y sólo mío. Quería besarlo una y otra vez, que supiera cuánto lo amaba.
-Hola, hola. Te veo, mi amor- susurré quitando un mechón de cabello que estaba sobre su rostro.
Él gimió, y giró su cuerpo hacia el otro lado.
>Despierta, mi príncipe. Pronto nos iremos.
Me abracé a él, pegando mi cuerpo a su espalda. Tomó mi mano y la apresó con la suya.
-Katherin, duérmete otro rato.
-Pero nos iremos en unas horas, ¿recuerdas?
-Lo sé, pero quiero dormir. Déjame dormir.
-Por favooor, despierta.
Lo giré hacia mí pero sólo conseguí que mirara al techo, entonces me monté en él y comencé a picar suavemente su pecho y su rostro con los dedos. Frunció el ceño y cerró con fuerza los ojos.
-Katherin, ¿qué haces?
-Quiero que despiertes, antes de dormirnos dijiste que otro día hablaríamos y ya es otro día.
Entonces abrió los ojos, me miró como si fuera una niña pequeña haciendo berrinche. Rodó los ojos, se los frotó y puso las manos con los dedos entrelazados detrás de su cabeza.
-Bien, lo que digas, princesa. ¿De qué quieres hablar? No creo que haya nada de qué hablar.
-De las despedidas de ayer. Quiero saber qué hicieron y cómo te sentiste con los chicos.
-Fue una salida extraña, en definitiva no estoy acostumbrado a esto. Y aunque fue divertido convivir con ellos, no los odio menos.
-Por favor, no sigues molesto por las veces que te han encerrado, ¿o sí?
-¿Tienes que recordármelo?
-¿Qué tiene? Es la verdad. Además, sabes que te lo ganaste, no fue nada injusto.
-Quería probar que era mejor que ellos, quería que supieran que no era débil e inútil como ellos siempre creyeron.
-Loki... No puedes pasar tu vida tratando de probarle a otros de lo que eres capaz, las personas nunca están satisfechas con lo que hace alguien. Debes vivir tu vida como más te guste, haciendo lo que te gusta, sin importar lo que otros piensen, pero sin afectar sus vidas. Además, no está en tus manos hacerles creer en ti, vive y deja que tus acciones hablen por sí solas, más les duele saber que su desdén no te importa y que tú puedes vivir bien con o sin su apoyo.
-Es fácil decirlo, a ti no te abandonaron para que murieras cuando naciste.
-No, no lo hicieron, pero he tenido que crecer sin mis padres. Tú tenías a Frigga, quien te crió como si fueras su hijo, yo he pasado más de la mitad de mi vida sin mis padres, sola, asustada, luchando por salir adelante para ser el apoyo de mi hermana. Yo tampoco la he tenido fácil, Loki, pero realmente sabes de qué estás hecho si sigues de pie cuando la vida y los demás te golpean para que te quedes en el suelo, y depende de ti si te abres paso a través de la violencia o a través de esfuerzo y sacrificio.
Él me miró y me atrajo hacia él para abrazarme, giramos y se colocó sobre mí. Enredé mis piernas en torno a su cintura, pero no pasó nada, sólo nos quedamos abrazados, dejando que el mundo girara, porque para nosotros el tiempo se había congelado.
En eso tocaron la puerta.
-¿Kat, Loki? ¿Quieren desayunar? Estará listo en un momento- era Vanessa.
-Ahora vamos, gracias Vane.
Miré a mi compañero y le sonreí. Tenía las piernas enredadas en su cintura y al estirarlas decidió desplomarse sobre mí.
>No, Loki- reí mientras lo empujaba por los hombros, ya que su cabeza estaba descansando sobre mi pecho.
-Ahora no podrás ir a ningún lado, te quedarás aquí conmigo.
-Me estás aplastando- me quejé empujándolo aún más.
-Está bien, vamos.

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora