Capítulo 32. "Esto es un final"

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3 días después.

Su habitación, aquella que se veía tan viva, llena de color, libros, posters. Ahora se veía tan fría y vacía.

Sus cosas, eran tan ordenadas y desordenadas a la vez, su alfombra de hello kitty, su gran almohada en forma de corazón. Antes podía entrar y no prestarle atención a estas pequeñas cosas, pero ahora, ahora todo era tan diferente.

Me senté en su cómoda cama, y admiré todo a mi alrededor, sonreí tristemente.

—¿Estás bien? —la cálida voz de mi madre hizo eco en la habitación, bajé la mirada.

—No lo estoy, mamá —mis ojos se inundaron de agua.

—Oh mi pequeño —se acercó y se sentó a mi lado—, se que esto es muy duro para ti, lo es para todos —hizo un pausa, no dijo nada más, se quedó callada, mirándome, me abrazó, y simplemente no pude evitarlo. Las lágrimas salieron.

—Ella lo era todo para mí mamá, y no lo sabía, no lo sabía del todo, ella iluminaba mis días con todos sus regaños, con todas sus ocurrencias. Ella me hacía estresar, con seguir la corriente. Ella.. —lloré, el nudo en mi garganta se hacía mas fuerte.

—Aquí me tienes mi amor —me abrazó aún más fuerte.

—Ella, era una gran persona, sabía como hacerme reír, hacía que me sintiera feliz de verdad, y ella nunca lo supo. Cuando discutíamos, se veía tan hermosa cuando arrugaba la nariz. Cuando me miraba con esos ojos azules, hacían que mi mundo se moviera. Sabía que sentía algo por ella, pero por cobarde, por orgullo nunca me atreví a decírselo. Y ahora estoy arrepentido mamá, la extraño demasiado —solloze.

—Tranquilo cariño, estoy segura de que ella lo sabía —acarició mi cabello— al igual que sabía que hiciste todo lo posible por salvarla, para que estuviera bien.

—¡Pero no fue suficiente mamá! —dije muy fuerte—. No tuve tiempo de despedirme, no tuve tiempo de decirle que la amaba. ¡Simplemente fui un idiota!, debí ir con ella, no debí haberla dejado marcharse.

—No es tu culpa hijo —dijo y me miró, besó mi frente—. No te tortures, ella estará siempre aquí —señaló mi corazón— ahora ve a dar una vuelta para que te calmes un poco, por favor Connor —suplicó.

Asentí.

Bajé las escaleras y salí de casa, me dirigí a mi auto, pero luego miré el de April, sonreí por lo bajo y me acerqué, estaba abierto. Me senté en el asiento copiloto, y respiré el aroma a fresa, había un pequeño cajón en la parte delantera de este. Lo tomé en mis manos y lo abrí, en el había un pequeño cuaderno, era como un pequeño diario.

Lo miré, un pequeño sobre sobresalía del pequeño block de notas.

—Connor Rowling.

El nombre estaba grabado al frente, lo abrí.

Bien, no como empezar, se que esto es algo tonto, pero si algún día quiero decirte esto y no puedo. Tendré esto a la mano.

Eres un arrogante y fastidioso, pero eres muy tierno, eres sobreprotector, eres muy listo. Tengo que admitir que estos días que hemos estado juntos la he pasado muy bien.

"Intercambiando diferencias"Where stories live. Discover now