Capítulo 18

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Él:

Luego de que la chica se va, empiezo a leer el libro que dejó en mis manos.
Al instante me siento confundido, porque sale una foto de nosotros dos, que parece muy reciente y nos vemos muy juntos y felices, así que no entiendo nada.
Se titula "¿Empezamos la historia?".
Conforme voy leyendo, más me voy emocionando y menos voy entendiendo, dice que ayer nos encontramos en una galería de arte, yo la invité a ver un lugar especial, la llevé al teatro St. Frank, vimos una presentación y salimos juntos.
Cierro el libro por un momento. Me encanta cómo está escrito, si es eso lo que la chica quería que viera, su narración está muy bien hecha, pero qué demonios? ¿Algo de esto será verdad? Estoy muy confundido en este momento...
Aún así, decido abrir de nuevo el libro y continuar la lectura. Me convenzo de que sí, tiene que ser cierto, porque la llevé a comer en el restaurante donde trabajó mi tía Daniela, le dije que era muy especial para mí, le conté por qué. Y eso no pudo haberlo inventado. Y además, cuando leí el nombre de mi tía fue como si algo se hubiera encendido en mí, tuve un recuerdo: Daniela, que lindo nombre. No lo olvidaré, porque así se llama mi tía.
¡se llama Daniela! ¡Me acordé! ¡Todo es verdad!.
Quisiera salir corriendo hacia ella y decirle que ya me acordé, pero decido terminar de leer el libro y seguir sus instrucciones...
Le conté lo de mi enfermedad, ella se negó a rechazarme por eso, empezó a bromear sobre formas de evitar que la olvidara, le dije que no quería hacerle daño y me dio permiso para hacerle todo el daño que quisiera... Por Dios, esta chica...
Al final me dice que me estará esperando al otro lado del parque. Y que si aún pienso que es buena idea seguir con esto y quiero ir con ella a conocer un lugar, ella estará allí esperando por mí.
Obviamente si voy a ir, pero primero voy a mi casa corriendo porque tengo dos cosas por hacer, uno: quiero ir y guardar bien esta copia. Y dos: voy a buscar un libro que quiero que ella lea y así cumplir una de las cosas que le dije ayer.
Mientras voy en camino pienso en que en ningún momento del libro ella mencionó su nombre, se refería a ella como "Esa chica" y a mí como "Ese chico", quizás para que yo mismo hiciera el esfuerzo de recordar su nombre. Y lo hice, de hecho lo hice.

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Tardé más de lo planeado en mi casa y estoy corriendo como un loco al otro lado del parque con el temor de que haya sido demasiado tiempo de espera y haya decidido irse.
Cuando por fin la veo, está recogiendo sus cosas, llegué justo a tiempo, de seguro habrá pensado que no me iba a presentar, que no lo quería intentar o quien sabe qué.
Cuando estoy lo suficientemente cerca, le digo:
-No creo que huir sea una buena idea, Daniela.
Y noto como se tensa de inmediato, seguro porque pensó que no vendría, o porque se dio cuenta de que logré recordar su nombre.
Se da la vuelta lentamente, como si temiera que fuera una broma y no era realmente yo quien estaba allí. Pero al verme, su expresión cambia de inmediato y sonríe completamente. Por Dios, esa sonrisa...
Nos quedamos mirando fijamente por un largo tiempo, hasta que doy el primer paso y le digo:
-Gracias por no olvidarte de mí-, luego de eso la abrazo, y esto se siente como lo suficiente para hacer estallar mi pecho y mi respiración se agita. Cuando nos alejamos, parece haber perdido su nervio inicial y me toma de la mano, y dice:
-¿Podemos irnos ya? Tengo un lugar que mostrarte, y no tenemos el tiempo a favor.
Asiento y sonrío. Y así vamos, de la mano al lugar que prometió llevarme. Y por mas incómodo que pensé que sería este encuentro, en realidad me siento más tranquilo y en paz que si estuviera en cualquier otro lugar...

No te olvides de MÍ.Where stories live. Discover now