No te olvides de MÍ.

Capítulo 1

Ella

Al fin me decidí a venir al parque. Muchos me han dicho que quizás observar la naturaleza es lo que me haga falta para encontrar de nuevo mi inspiración.
He estado aquí sentada como media hora solo pensando y observando a las personas a mi alrededor.
Niños que juegan con sus madres.
Adolescentes manejando bicicleta y patineta.
Jóvenes estudiando con libros o portátiles.
Incluso vi algunas parejas de ancianos caminando agarrados de la mano por el parque y me pareció tan bello...
Y mientras tanto yo aquí, sin saber qué hacer con mi vida. Tomé como carrera la pintura porque desde pequeña es algo que me apasiona. Antes no tenía problemas al crear algo, ahorita que es mi vida no soy capaz de hacer NADA. Y eso me tiene un poco frustrada, por eso acepté lo que me dijeron y voy a probar nuevas cosas para hallar mi inspiración...

Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando se sentó frente a mi un chico. Ese chico. No voy a decir que es el chico más bello del mundo, no lo es. Sin duda es atractivo, pero no es eso lo que me llama la atención de el, es su mirada... La forma en la que ve el mundo con pasión mientras toma su café como si fuera un ritual y no como algo cotidiano de la vida. Lo miro porque observa a las personas con esa mirada en sus ojos que me hace pensar que así me veía yo hace un momento. Veo que está desconectado del mundo exterior como si fuera solo un observador y esta fuera una obra de teatro o algo así. Ese chico me tiene cautivada y solo llevo cinco minutos de haberlo visto. Me detengo a observarlo más de cerca, y culpo a mis dotes de artista, pero lo detallo paso a paso. Piel blanca, mejillas de un tono más suave, labios delgados pero lindos, ojos marrones y grandes, cabello oscuro y unos estúpidos y sensuales lentes de hipster que he criticado en todas las personas pero parecen haber sido creados solo para él.
Dejo de mirarlo cuando él se levanta a botar el envase del café y me doy cuenta que quizás lo estuve mirando por demasiado tiempo, así que recojo todas mis cosas y me voy...
Definitivamente este experimento tampoco funcionó, pero sí que valió la pena el venir a este lugar.