— Tengo una idea de ello,— Asintió mientras reía por lo bajo.— señorito con nombre de chica.

— Hoy es nuestro aniversario Jini. Hace un año tú llegaste a mi vida y yo a la tuya. Hoy es un día especial.

Jini sintió aquella molesta picazón de lágrimas en sus ojos y su sonrisa creció. Tan sólo por eso, esa escena que le hizo Jimin, le dieron ganas de llorar. Había sentido la sensación de los primeros días, aquel sentimiento familiar y hogareño que después fue desapareciendo pero que hace poco empezó a nacer nuevamente y esa vez se había manifestado por completo. En aquel momento, Jinyoung agradeció a lo más sagrado por tener a Jimin en su vida.

— Cada día que pasa me vuelves más sensible.— Se rió de ella misma, Jimin le limpió las lágrimas y besó su frente.— ¡Justamente por cosas como esas!

— Vamos a la azotea.

— Deja me cambio.

— No.

— Jimin, tengo una toalla enrollada en mi cabeza, no pienso salir con aspecto musulmán.

— Hace un año saliste igual al lobby, el lugar donde más transita gente en todo el edificio. En la azotea nadie nos verá, así que no tienes nada de qué preocuparte.

— Bien, bien. Vamos.

Salieron del dormitorio y subieron las escaleras trotando hasta llegar a la azotea, el fuerte sol chocó contra sus rostros. Jimin venía riendo porque Jini casi tropieza en las escaleras ya que la cabeza le pesaba. Ella lo golpeó para que se callara.

— Siéntate.— Le pidió él. Jini así lo hizo, dejó caer su trasero en la base de madera y se cruzó de piernas, mirándolo expectante.— Im Jin...

— Alto.— Ella lo cortó.— Jimin me siento súper fuera de lugar, tú te miras muy guapo y yo estoy con un camisetón y una toalla en mi cabello.

— ¡Eso no importa, Jini!

— Uy, está bien, no te enojes nomás.

— Como decía... Uhm, ya no me acuerdo... ¡Ah sí! Durante todo este tiempo he escuchado muchos sermones tuyos, como también me he dado cuenta lo que sientes por mí. Lo que soy para ti. Y a pesar de que siempre te demuestro mi cariño, nunca te he dicho lo que tú eres para mí y a llegado la hora de eso.

— Ay, Dios...— Jini se abanicó con sus manos. Las mariposas volaban por todo su ser.— ¿Y me lo dirás todo así de tirón?

— No, seguro digo dos palabras y se me enreda la lengua, es por eso que hice esto.— Jimin sacó un sobre de sus bolsillos.— Una carta.

Jinyoung luchó con todas sus fuerzas para no gritar y saltar en sus brazos en ese momento.

— Voy a llorar, tenlo por seguro.

— Yo estoy aquí para secar tus lágrimas, Jini.

— Bien, estoy lista.

Jimin asintió, sonrió nervioso y empezó a sacar las hojas en las que había escrito todo lo que nunca le había dicho a Jinyoung. Se paró justo enfrente de ella, aclaró su garganta y empezó a leerla.

That's Enough ➳ Jimin {Save ME Book #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora