Capítulo:25

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Incapaz

El tiempo pasa, es inevitable, no podemos pararlo. Nuestra vida esta echa de momentos, momentos que se quedan el pasado. Algunos son olvidados los perdemos sin saberlos. Y otros son recodados no encontramos la manera de soltarlos, la manera de perderlos. Dafne y Harry compartían algún que otro momento que no podían soltar, como la primera vez que se besaron. Ambos recordaban la lluvia cayéndoles encima, como inconsciente Harry se acercó a Dafne, como sus labios se rozaron y como Dafne comenzó a besarlo. Sus labios encajaron a la perfección tal y como lo hicieron en la playa cuando Harry la besó a ella. Harry tampoco podía olvidar a la figura femenina de espalda a él. Su piel bronceada, un bikini negro en su cuerpo, su pelo largo y oscuro danzando tras ella. Era tan perfecta.

Todos en las gradas gritaron, Dafne levantó la mirada del libro que leía y Harry dejó de ver a la figura femenina mirando el horizonte, vio la realidad a los jugadores en el campo de football frente a él. Sus ojos volvieron a las letras dibujadas en el papel, no se había enterado de lo que sucedió en el campo. No era algo que le importaba, ella no estaba allí para ver el partido. Harry si estaba allí por el partido, no había razones ocultas, solamente quería ver el partido. Pero cuando el partido terminó y vio el escarabajo azul en el aparcamiento quiso hablar con la dueña del vehículo. Puede que después quisiera besarla y tenerla entre sus brazos pero primero quería hablar con ella. La vio acercarse al pequeño escarabajo con un pequeño libro pegado a su pecho. El corazón de Harry comenzó a latir con fuerza y ya no quería hablar con Dafne, quería tenerla entre sus brazos.

—Hola. — Le dijo ella cuando llegó a su coche y vio a Harry junto al vehículo.

—Hola. —Besó la frente de Dafne. —Te llevo a casa.

—Tengo el coche aquí no hace falta.

—Por favor Dafne, déjame llevarte a casa. —Dafne asintió incapaz de negarle lo que le pidió.

En silencio la llevó hasta su casa. Una vez que el Mercedes negro de Harry estuvo parado Dafne trató de abrir la puerta, pero no pudo, Harry había puesto el seguro en cuanto los delgados dedos de la muchacha rozaron la puerta. Dafne miró a Harry, este trataba de descifrar lo que el ceño fruncido de la chica significaba. "Tal vez me tenga miedo" pensó. No le hubiera importado que cualquier otra persona le tuviera miedo, pero si era Dafne le importaba, no quería que ella le tuviera miedo. Ella era diferente.

— ¿Me tienes miedo Dafne?

No era la primera vez que le hacia esa pregunta. No contestó, miró su regazo mientras se lo pensaba y cuando creyó tener la respuesta miró los ojos de Harry, pero no respondió.

—No deberías tenerme miedo yo nunca te haría daño.

— ¿Por qué no?

No supo lo que había preguntado hasta que lo hizo y se alegró de preguntar aquello. Quería la respuesta y preguntando a veces se consiguen respuestas, aquel momento sería una de aquellas veces.

—Porque te quiero.

Se estuvieron mirando a los ojos durante segundos hasta que Harry quitó el seguro para que ella pudiera salir. No salió, seguía pensando en aquel porque te quiero que no esperaba escuchar. Harry colocó una de sus manos en la mejilla de Dafne y le dio un beso en la frente, ella cerró los ojos al sentir el calor de sus labios. Cuando se alejó le sonrió y la mucha salió del coche.

Minerva estaba en la cocina con una taza de té entre las manos pensaba en sus hijas, en la perdió y a la que estaba perdiendo. No era tonta y sabía que cada vez estaba más lejos de Dafne, que la perdía por momentos. Recordó el día en el que Valeria se licenció "¡ya soy doctora!" le dijo con una gran sonrisa en sus labios y brillo en sus ojos. Apretó los ojos y volvió a sentir sus delicados brazos rodeándola, su olor. Lo había conseguido, Valeria era doctora. Escuchó la puerta cerrarse y abrió los ojos, Dafne había llegado y caminaba hacia las escaleras cuando Minerva salió de la cocina.

—Dafne, hija. — Dijo con suavidad.

La muchacha miró a su madre y susurró un qué. Seguía confundida, no entendía a Harry ni tampoco a su madre. Pero lo peor era no entenderse ella misma.

— ¿De dónde vienes?— Trató de sonreírle.

—Del instituto de ver un partido.

—Bien. —Minerva volvió a la cocina y Dafne aún más confundida subió a su habitación.

Harry llegó a su piso de lujo y se encontró a Louis tumbado, miraban la tele con una cerveza en su mano. Se miraron pero ninguno le dijo nada al otro. El de cuerpo de dios griego fue a darse una ducha y Louis se encogió de hombros, se bebió lo que le quedaba de cerveza y fue a por otra. Cuando Harry terminó de ducharse se sentó junto a su amigo. La ducha debió calmar sus sentidos pero no fue así. Louis lo miró como si llevara escrito aquello que le pasaba en la cara y pudiera leerlo.

— ¿Qué pasa?— Terminó por preguntar.

—Le he dicho que la quiero.

— ¿Qué tú qué?— Preguntó sorprendido.

Se colocó en el sillón, miraba fijamente a Harry, esperaba una respuesta que ya le había dado y quiera volver a recibir. Pero en la cabeza de Harry había una mezcla extraña de ideas difícil de ordenar.

— ¿Tío?— Dijo el de ojos azules. — ¿Estás en una especie shock o algo así?

—Quiero a Dafne.

—Ya, eso ya lo sabía ¿Se lo has dicho de verdad o te lo has soñado?

Con aquella pregunta Harry reaccionó. Movió su cuello para mirar al que lo miraba a él "se lo he dicho" susurró mirando los ojos de su amigo y volvió a girar su cuello. Louis cerró los ojos y dejó de mirar a Harry.

Le había dicho que le quería porque la quería pero ¿desde cuándo él quería a alguien diferente a sí mismo? Tal vez desde que la vio en la playa mirando el horizonte o puede que quisiera a otros desde mucho antes de conocerla a ella, solo que con menos fuerza.

— ¿Y ella que ha dicho?

—He intentado alejarme de ella pero no puedo.

— ¡Deja de decirme lo que ya sé y dime como ha reaccionado ella!

—Bajándose del coche.

Le besó la frente y ella se bajó del coche incapaz de decir nada, incapaz de entender a Harry, incapaz de entenderse a ella misma, incapaz de dejarle saber lo sus sentimientos. Él fue incapaz de pedirle que dijera algo.



Ella {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora