Capítulo Cinco

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LAUREN POV

La mañana pasaba lenta para su gusto, ordenando los casos pasados en su escritorio encontró una carpeta que le pertenecía a su jefe, la separó de las otras continuando con su tarea. Cuando todo estaba almacenado se levantó dirigiéndose a la oficina contigua a la suya, toco un par de veces para anunciarse.

-Alejandro encontré este caso dentro de mis archivos. Al parecer es tuyo. –Lo coloco sobre su escritorio. El hombre levanto su mirada, tomándolo entre sus manos, pasaba las páginas mientras fruncía el ceño.

-Seguramente olvide traerlo cuando hablamos de las nuevas políticas registradas en el código jurídico. –Se detuvo quitando el clip en la esquina superior para sacar dos páginas al final del caso. -¿Podrías sacarle copia a esto Lauren? Debo dejar una copia al menos y lo olvide por completo.

-Claro. –Se acercó acomodándolas en su mano. –En seguida regreso.

No era nada extraño olvidar sacarle copias a los últimos acuerdos en todos los casos, de esa forma se respaldaban lo dicho en las citas para evitarse un problema mayor a lo largo del proceso judicial. La fotocopiadora quedaba en el primer nivel justo en la recepción, por detrás del salón privado, era de poco uso. Por lo general cuando abogados o clientes del extranjero llegaban hasta el bufete eran atendidos ahí por Alejandro Cabello hasta finalizar su estadía en el país.

Camino hasta estar frente a la máquina, colocando unas tres páginas blancas, presionando los botones negros empezó a hacer su trabajo, no tardó mucho en darse cuenta que la tinta negra se había terminado dejando la mitad del papel en blanco. "Mierda" murmuro bajo rebuscando entre los cajones al menos un cartucho disponible para cambiarlo, cuando lo encontró, quitó el envoltorio hasta ubicarlo en el lugar correspondiente repitiendo el proceso de nuevo. Una vez finalizado, abandono la pequeña sala en dirección al ascensor, levanto su mirada y se encontró con el castaño de ojos grises Matt Hells.

"Lo que me faltaba" rodo sus ojos mientras se acercaba, conocía de sobra lo coqueto y risueño que podía ser. En un principio cuando estaba recién llegada, no dejaba de alabarle, piropearle y pedirle que salieran a beber algo. En todas y cada una de las invitaciones siempre declinaba por uno u otro motivo, admitía que tenía lo suyo, no era feo pero no era de su gusto, específicamente no era su tipo.

-¿Estás bien Matt, tienes tu rostro pálido? –No parecía nada bien. Su mirada estaba perdida en algún punto observando el ascensor.

-Es solo... Yo... -Hablo intentando explicarse. –Acabo de toparme con la futura madre de mis hijos. –Soltó sin más. Suspirando. – ¡Es una DIOSA! –Sonrió mostrando su dentadura.

-No debí preguntar. Ya está delirando. –Irritada paso al ascensor.

-Lauren es que si la hubieses visto. –Se llevó sus manos a la cabeza. –Su carácter, sus ojos, su boca, su cuerpo. Creo que me he enamorado. –Afirmo.

-Suerte con ello entonces. –Las puertas del ascensor se cerraron.

Se sentía extraño, el aroma que rondaba al interior del espacio metálico le resultaba familiar, muy familiar. Seguramente estaba delirando y su olfato le estaba pasando una mala jugada. Se encamino de nuevo a la oficina conocida de su jefe abriendo sin más, ya se había anunciado antes y seguramente Alejandro la estaría esperando, no contaba con que tendría a un cliente dentro, específicamente una mujer. Retrocedió disculpándose por la interrupción, a punto de salir cuando la persona frente a ella se giró encarándola. "Déjame presentarte a mi hija Camila Cabello" escucho a lo lejos como el eco de la voz de Alejandro las presentaba por segunda vez.

Her Heart Feels // (CAMREN)Where stories live. Discover now