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53 - 2 > Make you feel my love

LISSA WESLEY

Tan pronto como entré al cuarto de baño chequeé mi aspecto en el enorme espejo. Jadeé con horror al ver mis enormes ojeras y mi bonita blusa salpicada de pequeñas gotitas de vómito.

Intenté recordar la noche anterior pero fue en vano. No sólo por el hecho de que mi cabeza dolía de una forma horrible, sino también porque mis recuerdos estaban en blanco. La desesperación me invadió porque quien sabe qué podría haber llegado hacer. La última vez que había quedado en un estado inconsciente (no hace tanto) casi había tenido sexo con un desconocido y ni siquiera tenía protección. Yo borracha o bajo los efectos de cualquier droga era un completo peligro y si Justin no hubiese llegado, probablemente estaría embarazada y con veinte tipos de enfermedades de transmisión sexual.

Y en ese momento estaba tan desesperada. Salí del cuarto de baño, tirando de mi cabello con una ansiedad que asustaba y miré otra vez hacia la cama. Flynn seguía descansando plácidamente con su cara contra la almohada y desnudo por completo. Sólo estaba cubierto de cintura para abajo por una fina sábana blanca.

Me acerqué y me deslicé sobre el colchón hasta llegar a él. No sé para qué tanta suavidad, si terminé por zarandearlo de un lado a otro intentando despertarlo.

— ¡Despiértate, por favor! —supliqué empezando a perder la paciencia. Lo sacudí un par de veces más y sólo ahí se le ocurrió abrir los ojos al muy bastardo.

—Qué pesada—gimió— ¿Qué quieres?

—Que me expliques qué demonios pasó anoche—vociferé—. Tú no estabas tan mal. Dime que no es lo que parece, por favor...—me sentía al borde del llanto.

Flynn se sentó en la cama refregando sus ojos y tanteando con sus dedos quitando una que otra lagaña. Parecía muy despreocupado, todo lo contrario a mí.

—A ver, Lissa—suspiró y por mi me vio a los ojos—, por mucho que hubiese querido, anoche no pasó nada.

Mi alivio fue increíble. Solté una eufórica carcajada y me tiré boca arriba en la cama.

—No le menciones esto jamás a Justin—susurré— él va a matarte a golpes si se entera que he dormido junto a ti.

—Justin sabe que estás aquí, creo—Flynn levantó una ceja— está en la habitación contigua.

A la velocidad de la luz corrí al pasillo y me escabullí en la puerta siguiente. Y definitivamente él estaba ahí.

—No va a despertarse por un rato largo—Caitlin apareció detrás de mí, casi tan destruida físicamente como yo pero aunque sea un poquito recompuesta—. No te preocupes, yo me quedo aquí, tenemos que acomodar el desastre que hicimos anoche. Puedes volver a casa a darte una ducha.

Asentí en forma de agradecimiento y me dediqué a arreglar mi ropa para salir aunque sea un poco decente a la calle. Luego de verme un poco mejor, salí y me subí al coche, ignorando a los obvios paparazzis molestos que me acosaban escondidos tras algunos árboles.

David O'Connor / POV

Cuando llegué a la puerta de la casa los nervios me invadieron. Hacia muchísimo tiempo que no la veía, y según los comentarios que rondaban por allí, ella había cambiado mucho. Tenía miedo de lo que me encontraría, pero necesitaba verla de verdad.

Golpeé dos veces y crucé mis brazos sobre mi pecho, esperando que abran. Unos segundos después, percibí algunos pasos detrás de la puerta y mi estómago se retorció. Me puse detrás de mi escudo personal y entonces apareció ella.