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03 > Make it happen

LISSA WESLEY

Iba en mi carro conduciendo a mi departamento. Al parecer, Caitlin se había ido a pie o en taxi dando por sentado que volvería tarde. Tan malditamente positiva.

Mi teléfono vibró pero no le presté atención, mi mente estaba en otro lado.

Al llegar, estacioné en la playa de estacionamiento del complejo de departamentos para luego subir al ascensor y marcar mi piso. Mientras subía me miré en el espejo. Tenía el cabello alborotado. Solté un quejido y bajé cuando las puertas metálicas se abrieron. Mientras caminaba hacia mi puerta y ponía la llave en su cerradura con una mano, revisé mi teléfono con la otra. Di vuelta dos veces la llave y moví el picaporte abriendo la puerta mientras entraba al mensaje pendiente.

"Linda charla, ¡qué bonita eres!

-Justin."

Y ahí me quedé. En shock, mientras Caitlin me miraba en sus pijamas desde el sillón.

—Lissa, ¿estás bien?—preguntó levantándose y viniendo hacia mí.

—Cai..stin.. Justinlin, Cait, estuve con Justin...—mi voz salió con dificultad y sentí como mi corazón se aceleraba. Caí en todo lo que había pasado. Lo había conocido, abrazado, tocado. Había conversado con el y había sacado un par de risas suyas, sinceras y hermosas. Tomamos café juntos, me hizo cumplidos, me habló de su vida. Y me había había enviado un maldito texto.

Logré calmarme y Caitlin me miraba muy sorprendida y feliz. 

—O me lo cuentas todo, o me lo cuentas todo.—Me llevó del brazo al sillón y nos sentamos juntas.

 Luego de contarle todo por vaaarios minutos logré terminar. Caitlin reía de felicidad mientras me abrazaba. 

 —¿Y POR QUÉ NO LE HAS CONTESTADO?—agarró mi teléfono y miró el mensaje haciendo una mueca exagerada— te ha dicho bonita, hija de puta—zarandeó el teléfono en mi cara.

—¿Y qué se supone que debo decirle?

—No lo sé, un cumplido de vuelta, qué se yo.—sus ojos brillaban como si fuese el mejor día de su vida.

—Le contestaré mañana. Ahora debe estar durmiendo.—sonreí  y nos acostamos en el sillón a ver una película.

JUSTIN BIEBER

 —BBBBIZZZZLE—Lil Za entró en mi habitación y se subió en mi cama haciendo un gesto triunfal como si tuviera una espada en su mano.—¡A LEVANTARSE!—Empezó a saltar.

—Son las 8 de la mañana, déjame dormir una hora más.—me quejé.

—Nope.—contestó él—Vamos, a levantarse, hay muchas chicas que ver aquí y mucho trabajo por hacer—hizo una risa algo parecida a un jeje. 

Reí y me senté en la cama. Agarré mi teléfono para ver la hora y divisé un mensaje de texto pendiente.

 —¿Un mañanero?—dijo Lil extendiéndome el porro que acababa de armar. Lo recibí ya encendido y lo puse en mi boca. 

"Y tu eres encantador. Fue lindo hablar contigo :)"

 —Oh—sonreí y solté el humo placenteramente. Za me miró.

—¿Qué?— preguntó.

Reí antes de contestar.

—Ayer conocí una chica y conseguí su número. Es muy bonita en todo sentido de palabra, pero aún así sólo será para pasar el rato, quiero decir, nos vamos mañana por la noche...