11.

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-¿Qué le pasa? -preguntó Jennifer preocupada. Shawn, rápidamente, dejó su guitarra de lado, y corrió hacia la castaña, quien no recobraba el conocimiento.

-Está muy pálida. Y está ardiendo. -dijo Shawn tocando su frente y sus mejillas.- Creo que tendremos que cancelar la presentación de hoy. -dijo mientras levantaba la cintura de Camila.

-¿Por qué está así? -preguntó Jennifer. Shawn se sentó en el piso y ubicó la espalda de Camila en sus piernas, y su cabeza la sostuvo en sus manos.

-No lo sé... Lleva rara todo el día. -dijo el chico haciendo memoria.

-Está bien. Tú asegúrate de que esté bien y, si es posible, llévala a una clínica que la revisen. -dijo Jennifer, mientras llamaba a su productora, para que avise que se cancela la presentación de ese día.

Shawn obsevó a Camila y pudo ver las grandes ojeras que traía bajo sus ojos, su rostro estaba tan blanco y pálido, su temperatura había aumentado notablemente.

Colocó sus manos bajo la espalda de la chica, atrayéndola a él, y la alzó con suma delicadeza, mientras la cabeza de Camila y todo su pequeño cuerpo, ahora sin fuerza, se acomodaba en la posición que el chico la había colocado.

Con Camila en brazos, casi corriendo, se dirigió a la camioneta, que ya lo esperaba ahí.

-Disculpe, joven Mendes, pero no se irían dentro de 1 hora? -preguntó el conductor.

-Camila está delicada. Vamos al hotel rápido, por favor. -habló Shawn nervioso.

Era muy raro que una persona no vuelva de un desmayo en tanto tiempo. Camila ya llevaba más de 10 minutos inconsciente y eso ponía a Shawn nervioso.

Al llegar al hotel, Shawn, rápidamente, salió de la camioneta y se dirigió corriendo, con Camila en brazos, a la habitación que LA Reid había reservado para ellos. Al llegar a la habitación recostó a Camila en la cama, recién tendida, y corrió a buscar una tela para remojarla en agua e intentar que se le baje la fiebre. Al hacerlo, fue a buscar alcohol para que recobre el conocimiento.

Unos minutos después Camila comenzó a moverse suavemente, aún inconsciente, y luego abrió sus chocolates ojos, intentó moverse pero el intenso dolor de cabeza que tenía impidió que haga un movimiento.

-Oh, mierda... -gruñó mientras se llevaba una mano a la cabeza pero sintió algo sobre esta.- ¿Qué es esto? -se preguntó a si misma.

-¿Camila? -preguntó Shawn saliendo del baño con alcohol en la mano. Camila intentó mirarlo sin moverse y frunció su seño.

-¿Hola? -dijo confundida y Shawn se acercó a ella.

-¿Cómo te sientes? -preguntó el chico claramente preocupado. Camila cerró sus ojos por unos minutos, intentando parar el dolor de cabeza que estallaba dentro de ella.

-No muy bien. -susurró.- ¿Qué pasó? -dijo insegura de recordar lo que pasó antes de caer en aquel profundo sueño.

-Te desmayaste, Camila. -dijo Shawn mirándola directamente a los ojos lo que causó que Camila se intimide un poco.- ¿Estás bien?

-Sí, sólo... -dijo la castaña.- Olvídalo.

-Iré a prepararte algo en la cocina para que disminuya el dolor de cabeza que seguro tienes ¿Está bien? -la chica asintió sin moverse.- ¿Quieres algo?

-No, gracias. -dijo Camila segura y Shawn se dirigió a la pequeña cocina que estaba dentro de la habitación.

Camila localizó, con un poco de dificultad, su iPhone y rápidamente le comenzaron a llegar menciones, de los fans, teatros cancelados, revistas, música... Esperen, ¿teatros cancelados?

Frunció el ceño y rápidamente entró a esa mención y los tweets de su presentación cancelada comenzaron a invadir aquella mención.

Sabe que habrá críticas, sabe que lo lamentará, sin embargo necesitaba leer aquellos tweets que estaban ahí.

"Lo hizo porque tampoco quiere actuar con Shawn. Es una egoísta" "Quiere toda la atención, desubicada" "Tan necesitada de cámaras estás, Camila?" "Ella ya no quiere a sus fans, solo los quería por fama" y más tweets así reinaban, una vez más, su twitter.

Sin darse cuenta el dolor de cabeza que tenía antes aumentó, sentía como si la hubiesen golpeado con un martillo, sentía que su cuerpo, poco a poco, perdía fuerza pero lo que más le asustó fue que el aire no llegaba a sus pulmones.

-¡Shawn! -intentó gritar sin obtener resultado, su garganta estaba seca y de ésta no salía sonido.- ¡Shawn! -volvió a intentar mientras sentía que las lágrimas eran incontables y bajaban por sus blancas mejillas. Un sudor helado recorrió su espalda y eso causó que se desespere más. -¡Shawn! -gritó con todas sus fuerzas, sin resultado.

Sus ojos se comenzaron a entrecerrar y, la fuerza con la que sostenía su IPhone, se perdió, logrando que éste caiga al piso causando un fuerte sonido.

-¿Camila? -salió Shawn de la pequeña cocina y, al ver a Camila en ese estado, se asustó.- ¡Camila! - exclamó.

Camila se sentía en una maldita nube, todo se oía lejano, se veía todo muy borroso, y aseguraba tener toda su blusa mojada de sudor, al desesperarse por el aire que no llegaba a sus pulmones.

-Dios mío. -exclamó Shawn acercándose a ella corriendo.- Tranquila, por favor. -dijo nervioso. Comenzó a desabrochar los primeros botones de la blusa oscura de la chica y comenzó a echarle aire con un folder.

Su nerviosismo aumentó cuando la chica comenzó a cerrar lentamente sus ojos y su mirada se mantenía en un punto fijo, de la palidez de su blanca piel no volvía.
Al ver que el haberle desabrochado su blusa no servía, la alzó en ambos brazos, como si de bebé se tratase, y comenzó a correr hacia la salida del hotel.

¿Qué pasa? ¿Por qué todo está tan raro? Shawn corre realmente rápido, podía obsevar su silueta preocupada bajo aquella capa borrosa. Intentó articular palabra, pero la falta de aire se lo impedía. Sus pies bailaban en el aire, su cabeza estaba aferrada al formado abdomen del chico y, aunque no lo quiera admitir, se siente realmente bien. Shawn huele delicioso.

-Camila, no cierres los ojos, por favor. -le dijo y ella no pudo decir nada.

Jamás se había sentido de esa forma, bueno, excepto a los 5 años, cuando le dio una crisis asmática. Pero después no.

Es todo tan raro.

Just Leave [Shawmila]Where stories live. Discover now