Sweet Sixteen.

Capítulo 18

Después de que Luke abandonara el salón, pensé en seguirle y preguntarle en qué demonios pensaba al no decirme lo que estaba pasando, pero me pareció que quizá sería demasiado evidente si salía justo después de él.

-- Luke se ha instalado en la habitación verde, chicas, de modo que si vienen invitados, a partir de ahora irán al otro cuarto -- dijo papá. En casa siempre había habido dos habitaciones de invitados, porque nunca se sabía quién podía venir. La habitación verde era la más acogedora de las dos, ya que nunca utilizábamos la otra. A mí me dio igual, ya que, siempre que venían mis amigas, dormían en mi habitación.

-- Oye, papá, ¿cuándo será la boda? ¿Ya hay una fecha? -- preguntó Katie con curiosidad.

-- Lo cierto es que no. Antes de celebrar la boda, deseo que Sophie conozca a mis amigos, que se... adapte a nuestro círculo social. Después buscaremos la fecha adecuada y comenzarán los preparativos. De todos modos, no creo que Sophie tarde demasiado en conocer a todo el mundo; el hecho de tener a Luke en la escuela le brindará la oportunidad de conocer a las familias de sus compañeros de clase.

Pensé en cómo reaccionarían los alumnos del Columbus ante la entrada de Luke al colegio; él podría hacer amistades fácilmente, yo lo sabía bien. Era guapo, rico y sociable. Sin embargo, el hecho de tener una madre joven y muy atractiva, y el desconocimiento de todos de quién era su padre... Esos chicos podían ser muy crueles con alguien como él. Casi todos se conocían desde la más tierna infancia, y lo sabían absolutamente todo sobre cualquiera que frecuentara sus círculos. ¿Cuántos comentarios podían hacerse sobre un chico cuya madre podría pasar por su hermana? Matt no diría nada, por supuesto, por respeto a mí y a mi famlia, de la que ahora Luke y Sophie formaban parte. Pero él no podía contener a todos los chicos de la escuela.

Por otra parte, ¿qué hacía yo preocupándome de que pudieran meterse con Luke? ¡Que se las arreglase solo! Ya tenía sufiicente con preocuparme por lo que las alumnas del St. Stewart's pudieran decir sobre mí. ¿Cuántos rumores volarían cuando saliera a la luz que el serio y callado padre de Summer y Katie Graves iba a casarse con una alegre pelirroja? Las chicas siempre han sido más crueles que los chicos; les sale por naturaleza, y no quería ni imaginar todo lo que podría decirse sobre un caso así, cuando en mi escuela ya era noticia el hecho de que alguien se presentase con unos pendientes de imitación.

El timbre del teléfono me sacó de mis pensamientos. Al cabo de unos instantes, Charlotte se presentó en el salón.

-- El señorito Nichols ha llamado, Summer -- dijo, tan pomposamente como si anunciara la entrada de un miembro de la casa real. Insistía en llamar a Matt "señorito Nichols", a pesar de que le había pedido miles de veces que utilizara su nombre de pila.

-- Lo cogeré en mi habitación -- dije, y me dirigí a papá --. Enseguida vuelvo.

Subí rápidamente las escaleras y descolgué el teléfono azul de mi mesilla de noche.

-- ¿Matt?

-- Hola, Summer. Me ha dicho Amy que estás enferma. ¿Te encuentras bien? Te he llamado al móvil, pero no lo coges.

Saqué el móvil de mi bolso y me encontré con tres llamadas perdidas suyas.

-- Lo siento, lo tenía en silencio. ¿Querías algo?

-- Tan solo saber cómo te encuentras. ¿Va todo bien?

Por un momento dudé en contarle lo que de verdad estaba ocurriendo. No lo de Luke, por supuesto, pero sí lo de que mi padre iba a casarse. Sin embargo, no me pareció el mejor momento para hacerlo.

-- Sí, claro. He dormido un rato y ya me encuentro mejor -- mentí, atrapando el teléfono entre el hombro y la oreja, mientras me quitaba las medias reglamentarias del uniforme.