Psicópata [Luke Hemmings] TERMINADA

Narra Luke parte II (editado)

EDITADO

_______ salió corriendo y yo no salía de mi asombro, ¿Hacía cuánto ella sabía la verdad?

Mierda, todas las ideas se me fueron a la mierda. Había planeado un futuro con ella y ella lo arruinaba así, ¡La puta madre!

—________, MIERDA, VUELVE AQUÍ. ¡MALDITA HIJA DE PUTA!

La puerta de abajo, que daba a la calle fue golpeada. Más le valía a la malnacida no haber salido corriendo porque no tendría más remedio que matarla o lastimarla mucho.

Corrí escaleras abajo, cegado por la ira. No iba a dejar que ella se fuera tan fácil. No, señor. Yo la amaba y ella despreciaba mi amor, ¿Por qué era ella tan PERRA?

La puerta estaba abierta, así que corrí hacia el patio delantero de la casa. ________ estaba mirando la reja, sacudiéndola y diciendo palabrotas en contra de mi persona. Malnacida de mierda.

Yo la amo, la cuido, le doy todo lo que quiere.... ¿Y ella quiere escapar de mí?

—¡maldita reja del demonio!

Me acerqué. Ella se giró y me miró. Su pecho subía y bajaba rápido, estaba agitada. Claramente estaba teniendo una descarga fuerte de adrenalina y eso no era bueno estando tan lastimada. Su brazo con yeso estaba sucio, como si se hubiera caído de ese lado.

—_______, __________— me acerqué a ella. Su cuerpo se pegó más a la reja, como si quisiera atravesarla— ¿Cuándo vas a entender?

—estás loco, ¡Eres un enfermo!

—no— golpeé la pared que tengo al lado, sin importarme el daño— ¡No estoy loco, maldita perra! Todos los demás son normales, ¿Entiendes eso?— quería que me mire pero su cara estaba centrada en el suelo— ¡mírame, mierda!

—enfermo de mierda— ella levantó su mano y la estrella contra mi cara. Oh, Dios, ella no hizo eso.

Por la mierda de persona que soy que iba a matarla.

La agarré por los hombros y la empujé hasta dejarla contra la reja. Ella no podía hacer nada, porque yo era más fuerte y ella, además, estaba lastimada, con un brazo roto. Sería una lástima que alguien aprovechara eso a su favor, ¿No?

Casi sin esfuerzo por mi parte, la cargué como un saco de papas en mi hombro derecho. Ella gritó y lloró— además de patalear— mientras la devolvía a la casa.

¿Ya dije que ______ tiene un muy buen culo? Tenía buena vista así. Tal vez la cargue más seguido.

—¡Bájame maldito psicópata enfermo!— gritó mientras que con el brazo enyesado me golpeaba.

—¡Deja de hacer eso! Vas a lastimarte.

—¡Tú me lastimas!— gritó.

¿Acaso creía que podía lastimarme con sus palabras? Lástima que no tengo sentimientos que puedan ser heridos. Bueno, ______ sí podría lastimarme, tal vez. Aunque ella jamás lo sabría. La muy perra podía ser mi kriptonita al mismo tiempo que podía salvarme la vida.

La tiré sobre el sillón, sin mucho cuidado. Ella no esperó ni dos segundos para pararse y tratar de irse de nuevo. No logró más que dar dos pasos y chocar contra mí.

—¡Déjame!

Era tan lindo ver como una chica como ella— de poco más de un metro sesenta— tratar de pegarle e intimidar a alguien como yo, de casi dos metros.

—¿O qué?— provoqué.

—no vas a lastimarme de nuevo, Luke. No te voy a permitir que me uses.

—¿USARTE? Yo te amo, ______. No te uso ni te usé jamás. Yo te amo— repetí.

—LO HAZ HECHO SIEMPRE, JODER.

Ella no iba a gritarme más. Tenía que callarla, debía hacerlo si no quería lastimarla.

He tratado de callar esa maldita voz que me decía que la mate, pero simplemente no podía. Ella me ordenó hacerlo.

Y yo quería escucharla.

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