Psicópata [Luke Hemmings] TERMINADA

Narra Luke (editado)

EDITADO

La imagen de mi pequeña chica durmiendo era demasiado hermosa. Su respiración era tranquila, luego de haber llorado hasta la madrugada. No me gustaba verla mal, pero traerla a la fuerza era la única forma para hacerla venir conmigo. No tenía tiempo para enamorarla, estaba demasiado necesitado de ella como para esperar.

Mi chica empezó a removerse, inquieta y a balbucear cosas.

—suéltame— gritó— que me dejes, ¡No!— ella se giró aun dormida y sus ojos se abrieron, encontrándose con los míos. No había otra cosa que miedo en su mirada. Tratando de confortarla, la abracé, ella se aferró a mi remera y sollozó sin descanso —quiero irme, no quiero seguir aquí, por favor— siendo contraria a sus propias palabras se aferró más a mi camiseta.

—no puedo dejar que te vayas, pequeña.

—¿por qué yo, Luke? ¿Por qué?

—porque te amo, _____, te amo, pequeña.

—no me conoces, joder, no sabes nada sobre mi ¿cómo puedes amarme?

— si que te conozco, _____— respondí un poco brusco— ¡No tienes idea de cuánto te conozco!— le grité empujándola— te conozco jodidamente mucho y tú ni siquiera has notado mi presencia los últimos años de tu puta vida. Estoy detrás de ti y nunca volteas a verme, joder.

Ella me miró sorprendida y comenzó alejarse de mí, levantándose de la cama. ¿Por qué _____ siempre escapaba de mí?

—no te vayas, mierda. ¡Vuelve aquí!— le grité cuando la observé correr hacia la puerta. Ella no me hizo caso y frustrado, me levanté y la seguí, viendo como su pelo se movía mientras corría hacia la puerta principal. No me preocupé mucho, ya que sólo podría abrirla con la llave, la cual no poseía. Así que esperé a que se cansara de intentar abrirla en vano y la miré.

—¿has terminado?— le pregunté al ver su cara roja y agitada.

Ella se acercó, echando fuego por los ojos y me señaló con el dedo, viéndose ridícula.

—eres un imbécil, ¡estoy encerrada! me tienes secuestrada y pretendes que me quede tranquila como si no fuese la gran cosa— sus puños impactaron contra mi pecho— te odio, joder, te odio. Eres una jirafa odiosa.

Me reí. ¿Ella acababa de compararme con un animal?

—¿Una jirafa, pequeña? ¿No se te ocurre otro insulto un poco más fuerte?— me burlé de ella. Su cara se tornó roja, demostrando su furia.

—vete a la mierda— me dijo impactando su palma contra mi cara. No dolió tanto, en realidad.

—_____, no debiste hacer eso— dije sonriendo, ella me miró aterrada— deberías quedarte callada, porque ahora sé lo que piensas y no me importa en absoluto si me odias o no.

Ella retrocedió cuando empecé a acercarme y chilló cuando acerqué mi mano a su cara, tomando su barbilla. ______ se mueve y me empuja, solo moviéndome unos centímetros antes de que mi mano se enroscara en su brazo. Ella me mira aterrada, completamente asustada.

—piensa rápido,______— dije antes de golpear mis labios con los suyos. Sus dientes chocaron con los míos antes de morder mi lengua y alejarme por el dolor— eres una jodida perra.

Ella llevó su mano a su boca y me miró con los ojos muy abiertos.

—te mereces un castigo, pequeña.

Entonces, agarro su pelo y tiro de ella para que me siga hacia la habitación. ¿Ella quería escapar? Pues vamos a jugar al gato y al ratón.

_____, como vas a sufrir hija de puta.