Psicópata [Luke Hemmings] TERMINADA

Narra _____ (editado)

EDITADO

Luke no me entendía y estaba segura de que jamás lo haría. Él no sabía que yo no lo amaba, o no lo entendía. Sé que él necesitaba ayuda, pero yo no podía dársela si seguía encerrada aquí.

—______, si no bajas te prometo que haré tu vida miserable — lo escuché gritar desde la cocina.

Sé que no era culpa de mi bebé, pero yo no quería darle una vida tan horrible como sabía que sería teniendo a Luke como padre.

La puerta de la habitación se abrió y Luke apareció.

—mira, _____. Me importa una reverenda mierda si quieres o no, pero vas a comer. No eres solo tú, también es mi hijo— gritó y tiró de mi mano hacia su cuerpo, haciendo que salga de la cama— deja de ser tan infantil.

No dije nada. Él no iba a entenderme. Yo no quería esto, ¡Por Dios! ¿Él era siquiera consciente del daño que me hacía?

—siéntate— ordenó una vez que logró que bajara a la cocina a base de tirones por su parte — y deja de llorar, _____— pasó su mano por mi cara, sacando los restos de humedad— estás embarazada, amor. Necesito que comas bien, que estés bien— puso su mano en mi vientre— que estén bien.

Luke estaba demasiado ilusionado con esto. Yo solo quería morirme. ¿Podría ser tan valiente como para suicidarme?

—come— volvió a decir. Mi cabeza esta en otro lado, así que no le presté mucha atención— ¡Come, mierda! COME, ______. No voy a consentirte en esto, mujer— agarró mis hombros y los sacudió— ¿Quieres que te lleve a un hospital y te conecten una sonda para que así te alimentes? Lo haré, créeme que lo haré.

No reaccioné, no me importaba. Él podría hacer lo que quisiera, para cuando lograra llevarme a un hospital yo ya me habría muerto.

—no me obligues a meterte la comida a la fuerza— Luke puso ambas manos en mi cara y la giró para así verlo— por favor, amor, quiero que comas.

—déjame, Luke— repetí por enésima vez en lo que iba de la semana.

—¿Tú crees que vas a lograr algo haciendo esto, ____? Lo único que conseguirás será estar en una clínica con una vía intravenosa para que mi hijo no se muera.

—¡PUES SI SOLO QUIERES TENER UN HIJO PORQUÉ NO TE VAS A FOLLAR UNA PUTA Y PEDIRLE LA TENENCIA Y ME DEJAS A MI EN PAZ! — exploté.

—porque tú eres la persona que quiero para formar una familia y así será— dijo calmado. ¿Por qué no respondía agresivamente, como era normal en él? Quería que se enojara para así poder descargar mi enojo con él. Hijo de puta.

—no voy a formar una familia contigo, maldito hijo de puta— vociferé— entiende eso, ¡No voy a tener a este hijo contigo!

—tú no vas a quitarme el derecho de tenerlo, ______— se paró, poniéndose frente a mí. Su altura me intimidó, pero no retrocedí— es mi hijo tanto como lo es tuyo.

—¿Quieres tenerlo?— apreté los dientes— bien, lo tendrás, pero no sueñes conque yo esté aquí.

—¿Estás amenazándome, amor?— dijo cínico, poniendo su mano en mi nuca. Odiaba que hiciera eso— porque yo soy quien tiene el control.

—estás muy equivocado, Luke. Yo tengo el control aquí— dije, aunque sabía que no era así.

Lo esquivé y subí corriendo al baño. Cerré la puerta. Los ojos se me llenaron de lágrimas y quise vomitar. Me arrodillé frente al váter y expulsé todo lo que había en mi estómago— aunque no era mucho, ya que casi ni comía.

Luke golpeó la puerta, pero lo ignoré. Ya no sentía nada. No quería estar aquí con él, ni tener un hijo. Quería mi vida, en la que yo era una chica normal, sin tener a un psicópata persiguiéndome— o al menos no saberlo— e ir al colegio. Aunque sabía que no podía tener esa vida de nuevo.

Revisé los cajones hasta encontrar la rasuradora que Luke solía usar. La golpeé contra el suelo, rompiendo el plástico para dejar la navaja suelta y tomé una decisión rápido.

Luke seguía golpeando la puerta, pero ya no lo escuchaba. Cerré los ojos y lo hice. La navaja estaba fría contra mi piel pero lo hice igualmente. Un estremecimiento me recorrió cuando mi piel fue cortándose. Bajé mi vista para ver lo que había hecho y quise vomitar.

Luke golpeó más fuerte la puerta y logró abrirla, pero ya no lo podía ver. Mi vista estaba ya nublada por las lágrimas. La sangre goteaba sobre mi brazo y sonreí.

Lo había hecho.

Iba a acabar con mi vida.

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