Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**

Capítulo 35

"Otra vez ese sabor"

Después de salir de la habitación, entré en una puerta en la que habían escaleras. Mientras bajaba, me frotaba las muñecas, al intentar separarlas, me lastimé, pero bueno.

Revisé que no hubiera nadie, para así, irme a la casa de Jo.
Al llegar me desespero.

-¡Jo! -gritaba y a la vez tocaba la puerta -... ¡Por favor abre!

Pero no había nadie, yo no puedo quedarme aquí más tiempo, puede llegar Matt y... hacerle algo a Jo.
Decido irme. ¡A mi casa! Mamá está enferma, obviamente va a estar en la casa. Comencé a correr descalza, llevaba mis tacones en las manos...

Comencé a golpear la puerta abruptamente, y no recibí respuesta.
Segunda opción, las llaves que están debajo de la piedra, las recogí y abrí la puerta.
Entré y corrí hacia la habitación de mi mamá, y allí estaba ella, completamente tapada.

-¡Mamá! ¡Ayúdame por favor! ¡TE NECESITO! eh... ¿mamá?

La destapé.
¡Sólo son almohadas! Y un papel....

"Tranquila, todo va a estar bien. Sé fuerte hijita"
Atte.: Tu Mamá que te quiere.

-¿QUÉ ME QUIERE? -grito desesperadamente -¿ES EN SERIO? ¡ME ACABAS DE VENDER MAMÁ!

¿Ahora qué hago? ¿Qué se supone que haré ahora? De repente, siento una presencia detrás de mí.

-Eres realmente ruidosa. -dijo alguien.
-¿Qué?

Me di vuelta y ahí estaba Matt, mirándome fijamente.

-¡Aléjate!

Agarré una de las almohadas y se la lancé. Luego, me lancé en la cama y giré como una salchicha. Corrí hasta la puerta, pero unos muy grandes y fuertes brazos me atraparon. Presionaban con fuerza, otra vez, estaba inmóvil.
Otro, con un tipo de vendas, me taparon la boca y los ojos.

-¿La soltamos en el auto? -propuso el hombre que me sostenía.
-No, aún tiene mucha energía. Esperemos a que canse y luego la entramos. -dijo mi supuesto dueño.

Matt... ¿por qué no te jodes?
Después de intentar golpearlo con mis piernas y brazos... fracasé y me cansé. Comencé a marearme, por lo que me cansé aún más.

-Listo... ya se cansó... -dijo Matt -Ahora, tal y como les dije, déjenla en el auto.

Estaba mareada y acostada, mi cabeza en las piernas de alguien que me quitaba las vendas. Cuando pude abrir bien mis ojos, pude distinguir a él, con una sonrisa de malicia dibujada en sus labios... y en mi boca, aquel sabor tan asqueroso amargo y ácido a la vez.
Intenté sentarme, pero al parecer, el líquido es más fuerte, Así que mi esfuerzo fue en vano.
Lo último que recuerdo, fue aquel rostro de satisfacción de Matt, al ver que me dormía.