Capítulo 11

8.2K 511 12
                                    


Ya han pasado 5 meses desde que he ido al "instituto del terror" y los cortes en mis brazos han sido más seguidos, y no necesariamente son los que me ha hecho Ámbar y sus "amigas". También por voluntad propia. Ah, y no son solo ellas, también el instituto está en mi contra, al entrar soy la pelota. No por ser gorda, al contrario, he perdido peso. Si no, literalmente me empujan haciendo que me caiga. Llegué al infierno. Ámbar como siempre estaba esperando a que llegara. Ella es la "piedra preciosa". Mentira...

-Hola idiota –me saludó con malicia.

Las risas eran notorias... No solo de ellas. Entré y Ámbar me empujó, seguido de otro, otro y así hasta caerme... Entré al aula. Estoy sola... No he tenido la oportunidad de ver a Fer, Jo o a Matt. Me pierdo en mi cuaderno, dibujando lineas sinsentido. Es como mi interior, nada, un vacío interminable. Quiero morir.

-Hay un joven que necesita hablar con alguien –dijo la profe y hace un gesto –. Entre.

Mis ojos se abrieron como platos. ¡Matt!

-Buenas. Muchas gracias por dejarme entrar, señorita. Eh... –Es interrumpido.
-Hola, aquí estoy, no tienes por qué preocuparte, estoy de maravilla guapo –dijo Ámbar.
-No estoy por alguien tan engreída como tú, vine por alguien más –me mira -... transparente y especial. Hola, Roth.

Todos me miraron con rostro interrogativo.

-EhM... Hola, Matt.
-¡Que buena broma! –Dijo Ámbar con tono sarcástico y molesto.
-No encuentro tu motivo de burla –respondió seriamente.

Por primera vez, veo y escucho que alguien hace callar a Ámbar.

-Retomando, ¿Roth puede hablar conmigo afuera?
-Sí, claro –respondió mi maestra con amabilidad.

Me levanté mirando hacia abajo, y no faltó el idiota que puso el pie, haciendo que me tropezara y provocando que los demás se rieran... Matt me vio con lástima y odio a los demás. Nos quedamos en el pasillo.

-No sabía que estabas acá, fue difícil convencer a Fernando que me dijera donde estabas.
-¿Fer te dijo? –¡Lo adoro!


-Sí, ¿por qué esa sonrisa triste?
-¿Ah?

Recién me di cuenta de que no he levantado la cabeza, he mirado para abajo desde que salí de la sala.

-¿Ocurre algo? –Me preguntó preocupado.
-Yo...

Mis lágrimas salieron, y los brazos de Matt me envolvieron.

-Tranquila, respira, bota todo...

Lo envolví con mis brazos. Lloraba cada vez más fuerte. No doy más.

-No puedo...
-¿Qué es lo que no puedes?
-Estar aquí... No lo tolero... N-no... –Decía sollozando.
-Tranquila. Veré qué puedo hacer.
-No quiero estar en el aula.
-¿Te hacen algo?

Asentí con la cabeza. Todavía quedaban 23 minutos para salir a recreo.

-Hagamos esto –dijo. Me separó delicadamente y con un pañuelo me secó las lágrimas –. Tú vas a la sala o aula, y yo estaré afuera con mi padre. ¿Ya?

-Vale. ¿Qué vas a hacer?
-Déjamelo a mí.

Asentí y se despidió con un dulce beso en la frente. Caminé al aula. Me senté con una mirada indiferente. Una sonrisa se vio en mi cara. Matt hará algo. Espero que me ayude.

-¿Estás sonriendo mocosa? –dijo Ámbar. La ignoro –. Te estoy hablando –dijo más fuerte.
-¡Ámbar! Callada –le corrigió la profe.
-S-sí... –susurra –esta me la vas a pagar.

Pasó el rato hasta que tocaron el timbre. Ordené todo súper rápido para ir afuera con Matt. Salí de la sala.
Estaba corriendo, tenía miedo, unos brazos me atraparon.

-Ven aquí –me sostuvo Ámbar con una mano.
-No.
-¿Qué?

Me solté y continué corriendo, pero ahora perseguida por ella y sus amigas. Vi que Matt me miraba con preocupación y sorpresa, yo lo único que quería era llegar a él y tirarme en sus brazos.

-¡Ahora! –Gritó Ámbar.

Dos personas más me agarraron y me detuvieron. Matt estaba sorprendido y gritó:

-¡Suéltala ahora!
-¿Por qué te tomaría en cuenta? –Respondió Ámbar amenazante.
-¿Quieres que comience el momento de las amenazas?

Los golpeé y corrí hacia Matt, él me recibió con los brazos abiertos.

-Estoy aquí, tranquila.
-G-gracias...
-No he terminado con ella.
-¿Qué? -lo miré preocupada.
-Entra al auto.
-Pero...
-Solo obedece –su voz estaba llena de odio.

Subí al auto. Veía por la ventana como el padre de Matt anotaba cosas y Ámbar tenía los ojos llorosos, al igual que los demás.

-¿Cómo está? –Me dijo cierta voz conocida, Jack.
-Ah... Hola, bien gracias.
-De nada, tome –me dijo amablemente. Extendió un pañuelo y lo recibí. Luego Matt entró.
-

¿Qué pasó?

-Yo le digo padre. Ámbar tiene una familia llena de deudas, es momento de hundirla. Al igual que los demás que te molestaron. No tienes por qué temer.
-Ahora no tengo dónde estudiar...
-Claro que sí. Mi padre dijo que no iba a ser ningún problema volverte a inscribir a tu antigua escuela.
-¿En serio?
-Sí.
-Pero es demasiado.
-Solo acepta...
-Claro que sí. Muchas gracias, señor.

Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora